Serie Carvalho I
Manuel Vázquez Montalban, 1972.
Editorial Planeta
¿Quién es Pepe Carvalho?
La pregunta levanta cejas, hunde omoplatos, pone en huida muchas miradas. Normalmente los profesionales juzgamos con bastante distancia las hazañas de nuestros colegas. Sólo nos entusiasma, y siempre hasta cierto punto, la excepción real. Incurrimos en la mitificación muy de tarde en tarde. A veces transigimos y la mitificación es algo así como una debilidad voluntaria que nos relaja, como si jugáramos a creer en los Reyes Magos. De esta manera al mitificar a un colega le cargamos con un montón de tensiones que en el fondo sabemos intransferibles. Es el juego equivalente al de tomarse en serio a James Bond, juego practicado por excesiva frecuencia entre nosotros. Yo, que he tenido a Bond al alcance, casi, de mi mano, podría hablar mucho sobre el gallito Bond.
Pero no conviene tirar piedras sobre el tejado.
Pepe Carvalho, en cambio, no es un mito literario. Es un ente real mitificado, casi totalmente desconocido y que les sirve de punto de referencia a la inmensa mayoría de mis colegas. Yo sé que Pepe Carvalho amanece todos los días con la misma problematicidad de casi todos nosotros. Que su prestigio es tan hijo de sus circunstancias como de una desesperada voluntad de sobresalir en el oficio. Reniega de su trabajo como cualquiera y tiene la común tendencia a justificar la última moralidad de lo que hace por la evidencia de lo que ya está hecho.
Por lo demás, la mínima biología constituye el principal apoyo para su oficio de vivir. Los mínimos estímulos del sobrevivir le deben ayudar a pasar los ratos perdidos y a olvidar cualquier sospecha de que también se pierden los ratos no perdidos. En fin, que Carvalho tiene sus problemas, como todos.
pag. 55
Las dictaduras alternativas
Uno se encuentra cumpliendo este oficio para evitar el desempleo o cualquiera de las variadas formas de subempleo que se establecen en los países que no son desarrollados ni subdesarrollados, sino todo lo contrario.
En esos países, nada sirve para nada y nadie para nada. Vivir la historia se base siempre en un simulacro de realidad y de comportamiento. Estos países podrían desaparecer del mapa y apenas se notaría, todo en ellos es pequeño y escaso, y sólo esa rara sentimentalidad que saben destilar los pueblos para no recurrir al suicidio colectivo impide que sus habitantes se lancen al mar como las ratas que huyen de un movimiento sísmico.
Son países que no pueden hacer la revolución ni construir un capitalismo de verdad; por esta doble condición, las castas dominantes no pueden ser liberales no dictatoriales, pero tampoco pueden recurrir a una síntesis que, en definitiva, sería una concesión liberal. Y entonces son alternativamente dictatoriales y menos dictatoriales. Todo el mundo teme de todo el mundo, porque todo es precario y provisional. Las minorías se cuentan de uno en uno y las mayorías de tres en tres (aunque la tendencia hacia la represión sexual y las fachadas encaladas impide que los tercetos progresen como protoforma de vida colectiva). La economía de estos países se puede compilar en un solo libro de Debe y Haber y bastaría un economista seisdedos para que pudiera llevar la contabilidad nacional. En cuanto a la cultura más vale no hablar, o bien, hablemos. Allí se establecen las reglas de un mercado “comme il faut” y los profesionales de la cultura se aplican a la tarea de crear mercancías. Esas mercancías se dividen básicamente en dos clases, correspondientes a dos estuchados diferentes: artículos para diccionarios enciclopédicos y horas de clase para adolescentes repetidores. Excepcionalmente, algunos intelectuales con años de profesionalidad encuentran el chollo de poner pies de doto a ciertas obras en papel satinado, donde salen negras en sus propias tetas y el puente colgante de Bilbao. Otra serie de intelectuales con horas de vuelo pueden dar siete u ocho conferencias a viajeros cursos de estudiantes americanos. Esas conferencias se pagan en dólares.
Y todo lo demás es miseria o, lo que es peor, premiseria o postmiseria, económica e intelectual y vana palabrería fascista, liberal y marxista. Y hay que ver cómo presumen de institucionalización de lo no institucionalizable, de liberación de lo liberalizable y de lo no propicio de las condiciones objetivas.
La madre que les parió.
pag. 78-80
El futuro de la democracia
El presidente, hoy, ha recibido una invitación formal para visitar Dallas. El gobernador de Texas, Connally, ha insistido con argumentos que a Kennedy le han parecido muy válidos. No se puede vivir de espaldas al petróleo del país, sobre todo en un momento en que la Alianza para el Progreso obligará a reajustes al sur del Río Grande, en detrimento del a hegemonía de algunos petroleros texanos. Kennedy ha dicho algo así como que la democracia químicamente pura ya sólo puede ejercerse equilibrando lo que está desequilibrado por las reglas del juego de la espontaneidad. Connally no le ha entendido y creo que Robert Kennedy tampoco, pero asentía. Robert no asiente como pelotillero, asiente porque él sí es un inmejorable instrumento de expresión política. El presidente ha filosofado con desparpajo sobre el futuro de la democracia. El liberalismo, venía a decir, es lago más que una doctrina política-económica-social. Es un temple, en el sentido existencial de la palabra. Algo que recuerda mucho aquellas afirmaciones de Breton en el primer manifiesto surrealista: “Únicamente la palabra libertad tiene el poder de exaltarme. Me parece justo y bueno mantener indefinidamente este viejo fanatismo humano. Sin duda alguna se base en mi única aspiración legítima. Pese a tantas y tantas desgracias como hemos heredado, es preciso reconocer que se nos ha legado una libertad espiritual suma.” Lionel Trilling, que asistía a la entrevista, ha dudado sobre la fidelidad de la cita de Breton. La ha considerado excesivamente dogmática y antiliberal. Para Trilling, el final de la cita debiera variar… “es preciso reconocer que se nos ha legado una POSIBILIDAD de libertad espiritual suma.” Kennedy ha recurrido a una edición de Breton y la cita era exacta, pero Trilling ha insistido: en los anales de las declaraciones de Kennedy la cita debiera aparecer reformada. El presidente ha empuñado el teléfono con decisión y ha solicitado línea directa con París. De Gaulle estaba en La Vendée, acariciando niños vestidos con trajes regionales y el contacto se ha demorado unos minutos. Por fin, De Gaulle al aparato. Ha dado su visto bueno a la corrección, siempre y cuando Breton sea consultado. En los archivos del FBI, André Breton seguía teniendo ficha como comunista. Kennedy ha rogado a Trilling que viajara a París para negociar la suave encomienda del Primer Manifiesto Surrealista.
pag. 81-82
Bacterioon
Bacterioon sólo es visible bajo la potente lente del microscopio Davy Crochet, instalado en el satélite artificial Moonstar. Con todo, la visión es insuficiente para aclarar todos los misterios que plantea esta sustancia bactericida, que sólo ofrece el aspecto de una difusa pulverización, cada vez más presente, en abierta competencia con el mismo aire, infiltrándose por todas las ventanas abiertas de la materia viva y de la materia muerta, enturbiando los canales sanguíneos del hombre y cubriendo poco a poco, como una suave tela, hasta sus más pequeños rincones. Nada se sabe de la real naturaleza de Bacterioon. Se la supone presente en todo tiempo y lugar, autogestante y autolúcida. Más misteriosa es la mutación que le permite entrar en relación inteligente con los seres humanos y formar, entre otras asociaciones, la de los cuerpos especiales de agentes secretos que van activando en todo el mundo la lenta pero segura conquista de Bacterioon. Quien ha tratado de defender a la humanidad de este peligro sólo ha conseguido aplicarle vagas palabras que se aproximan apenas a algunos de los efectos de Bacterioon. Esas palabras son relativismo, asepsia, escepticismo…, pero todo lo quieren decir y nada dicen. La palabra destrucción es la que más traduce la complejidad de significados de esta potencia misteriosa. El astrólogo Niemeyer sostiene que se trata de una sustancia bioquímica que se crió en la epidermis de los “clochards” de París y se extendió por todo el mundo. En cambio Nosdratus, gran alquimista y hechicero del “Labour Party”, jura y perjura que Becterioon nace con la misma humanidad y sólo se desarrolla cuando se dan las condiciones óptimas para su crecimiento. Los historiadores partidarios de las explicaciones menstruales, dicen que la acción de Bacterioon se renueva cíclicamente cada trescientos años, Según parece todo empezó para ellos en el paraíso terrenal. Fue el bacterionismo lo que impulsó a Eva a jugarse el destino del género humano por una manzana. Fijar la aparición de las siguientes apariciones cíclicas es muy difícil hasta la caída del Imperio romano. Después, ya todo cuadra perfectamente: la invasión árabe; las discordias unitarias en cuanto a política y religión se refiere; la putrefacción moral del Renacimiento; la funesta revolución liberal que hundió los principios de la familia, el sindicato y el municipio. Trescientos años después, es decir a fines del siglo XX, Bacterioon volverá a hacer una sonada. Se aprecian gérmenes de relajamiento moral a escala universal. Bacterioon actúa a través de las formas más impensables y en general mina ante todo la moral y las costumbres. Así, De Foe, Addison, Steele, Swift, Rousseau, Diderot, Voltaire… los grandes agentes intelectuales de Bacterioon en el siglo XVIII, se aplicaron ante todo a destruir toda clase de normativas, cualquier forma de constancia de la lógica del comportamiento del “ancien régime”. En la actualidad, los profetas del nuevo anarquismo y del libertinaje son agentes de Bacterioon. Y de no mediar una enérgica acción por parte de la URSS y Estados Unidos para resucitar el pionerismo, el escultismo y los juegos educativos y olímpicos, es muy probable que las próximas generaciones abran de par en par las puertas de Troya y los chinos se aprovechen de una situación que ni les va ni les viene.
Pero yo sé, mejor que nadie, que Bacterioon no es nada de esto. Yo sé que Bacterioon no es otra cosa que el miedo histórico al cambio, pertrechado en sus últimas fronteras, resistiendo el asalto definitivo de la razón, desesperadamente opuesto al nacimiento de la libertad, obligando a luchar por lo que es evidente. Y si alguien me preguntara por qué Kennedy, la CIA, el stalinismo, Bacterioon, el fascismo real o encubierto luchan por lo mismo y son aparentemente antagónicos, yo le diría que en último extremo no se combaten entre sí. Se limitan a vigilarse como sistemas de seguridad que garantizan los fallos y los fracasos sucesivos hasta llegar a Bacterioon: la definitiva retaguardia de la no-verdad.
pag. 91-93
La condición humana
-Créame, Salvador-me dijo-; la mayor calamidad de la vida humana no es la peste ni el hambre, sino las pasiones humanas no puestas en razón; por lo cual dijo San Juan Crisóstomo: “Entre todos los males es el hombre el malísimo mal; cada bestia tiene un mal, y ése es propio a ella; mas el hombre es todos los males. Aun el diablo no se atreve a llegar a un justo; pero el hombre llega a despreciarle”. Y en otra parte dice por la misma causa: “Comparado se ha el hombre a los jumentos; pero peor es compararse que nacer jumento; porque no es culpable estar por su naturaleza privado del uso de la razón; pero que el hombre, dotado de la razón, sea comparado a los brutos, éste es el delito de la voluntad”.
Y así nos hacen de peor condición nuestras pasiones. No es creíble lo que padecen los hombres de los mismos hombres: de un envidioso, de un colérico y de cualquier apasionado. David, ¿qué es l oque padeció de la envidia de Saúl? Destierros, hambres, peligros, guerras. A Elías, ¿cómo le paró el deseo de venganza de Jezabel? Más le afligió que una pestilencia, porque del mismo vivir tuvo hastío. A Nabot, la codicia de Acab le quitó la vida más presto que se la quitara la peste. ¿Qué garrotillo o pestilencia hubo como la ambición de Herodes, que acabó con tantos miles de niños? ¿Qué contagio más mortal se puede temer que la condición de Nerón y de otros que, poseídos de su pasión, quitaron a muchos las vidas por darse a sí un gusto? No, por favor, Madariaga, no me interrumpa. Usted sabe que el gran Tulio había escrito “Los deseo son insaciables, y no sólo destruyen a personas particulares, sino a familias enteras, y aun a toda una república arruinan. De los deseos nacen los odios, los pleitos, las discordias, las sediciones y las guerras”. ¿Qué géneros de tormentos y muerte no ha intentado el odio y la crueldad humana? ¿Qué suerte de venenos no ha hallado la pasión de los hombres? Orfeo, Oro, Medesio, Heliodoro y otros muchos autores hallaron quinientas maneras de dar veneno encubierto, y otros muchos las acrecentaron. Pero respecto de lo que pasa en algunas partes el día de hoy, fueron ignorantes; porque ya no hay cosa segura, pues se han dado veneno, aun cuando se deben las manos de amigos, los que se reconciliaban; sólo en el sentido del oído no ha topado puerta la ponzoña; de los demás ya se ha señoreado.
pag. 102-103
La genealogía de los Kennedy
Ha ocurrido un hecho insólito en los anales de la historia de la tercera generación de calculadores analógicos. Durante toda una noche los computadores han actuado incontrolados a partir de una pista informativa: la genealogía de los Kennedy. Las conclusiones de estos jóvenes calculadores son muy interesantes. Según parece, con anterioridad al tronco común del i-e (indo-europeo) hay un embrión lingüístico original: el kenedeset, lengua de un rincón de Prusia, donde se originaron las razas nobles. La palabra kenedet quere decir eso: palabra, y de ella procede el apellido Kennedy. Los kenedets fueron la casta dominante del pueblo Kenedem: sacerdotes, caudillos, acróbatas y mises Universo. Una rama de los kenedset participó en la defensa de Troya y hay una notable infidelidad histórica cometida por Virgilio que ha impedido durante siglos el rastreo de la verdad. El caudillo troyano que tuvo amores con Dido, reina de Cartago, no fue Eneas, sino Keneas, y era un kenedet auténtico. Eneas recibió de los dioses el encargo de fundar Roma; eso dice Virgilio, pero no hoy que olvidar que era, prácticamente, un escritor a sueldo de Octavio Augusto. Lo más probable, según los calculadores de la tercera generación, es que el encargo divino fuera mucho más ambiguo y que Virgilio se aprovechara de las circunstancias para llevar agua a su molino.
En cambio, cada día prospera más la tesis sostenida por algunos historiadores irlandeses de que Keneas no se detuvo en Roma, sino que siguiera la ruta del Mediterráneo en busca de las tierras del ámbar a las que habían llegado los fenicios y cuya ruta secreta conocía Dido. Eneas o Keneas repostó agua y combustible en la Atlántida y emprendió el rumbo del norte. Al fin, extenuado, llegó a costas de Irlanda. Allí continúa la extirpe keneana a través de sus descendientes. El cansancio palatal de los irlandeses (de sobras conocido por nuestros lectores) les llevó a buscar un descanso para la lengua después de alzarla para pronunciar el “ne” de Keneas. La lengua ya estaba arriba y en lugar de neutralizarla para que saliera la “a” sin obstáculos, la lengua de los irlandeses aprovechó el viaje y se apoyó en los dientes superiores: “d”. Primeramente, la fonética se mantuvo más o menos a la sonorización histórica. Así, Keneas se convirtió en Kenedas. Pero la terminación en “y” se impuso y llegamos al apellido histórico moderno: Kennedy. Resulta que el encargo de los dioses a Keneas no había que interpretarlo como dirigido a él, sino a su descendencia. Y la cosa se ve clara cuando descubrimos cómo en el siglo VI de la era cristiana algunos Kenedas se apuntaron en las expediciones vikingas hacia el Mediterráneo. Un keneda se estableció en Génova y sus descendientes montaron un negocio de palomas mensajeras. La gente les llamó los “Colombos” (palomos) y con el tiempo adoptaron el apellido. De ahí que nunca se haya sabido hasta ahora que un Keneda fuera llamado impropiamente Cristóbal Colón y otro Keneda haya instaudaro en Estados Unidos la monarquía católica, social y representativa.
pag. 109-110
El plan Bowles
La cuestión es que el resumen del plan ha aparecido en el New York Times de esta mañana, y antes de las once ya había cola de embajadores ante el palacio, en demanda de explicaciones sobre las repercusiones del plan en sus países respectivos. El plan Bowles es una traducción estratégico-política de la filosofía Sylvestre. Se trata de un intento de racionalización político-económica a escala universal, con una vigencia posible de cien años, con un cálculo bastante perfecto de toda la posible evolución político-económica de la Tierra. Antes todo, el plan presupone un reparto de la galaxia en la siguiente proporción: 55 por 100, Estados Unidos; 40 por 100, la URSS; 5 por 100 a repartir entre Alemania, Inglaterra, Francia, Japón, China Comunista, Canadá y Australia. En cuanto a la tierra, la reestructuración de las zonas de influencia no se ha detenido esta vez en un simple reparto político. Estados Unidos propone además una distribución de funciones en relación a una bipolaridad económica evidente: el campo socialista y el capitalista. Dentro de cada uno de esos campos, pero en especial dentro del campo capitalista, el plan Bowles ya prefigura una ordenación racional de cada economía nacional en relación a un mercado unitario internacional identificado con la zona de influencia. Así España, por ejemplo. Según el plan Bowles, España estará dividida en dos zonas fundamentales:
1.- España sin periferia. Una especie de círculo central dedicado a la producción de determinados productos agrícolas, a saber: coles, berzas, boniatos, judías, garbanzos, avena, rábanos, lechuga, coliflor y tomate (rigurosamente prohibida la producción de laurel, por ejemplo, debido a que Grecia goza de esa concesión en régimen monocultivo).
2.- Periferia de España. Dedicada al Turismo, las Artes y las Letras. Casi toda la población española que no se haya destinado a la repoblación de la luna, deberá someterse a planes de estudios muy severos para cubrir los puestos de trabajo que corresponden a la división. Un mínimo destinado a la agricultura, ya que se prevé una total mecanización del campo. Un sector importante de la población se dedicará a las artes y a las letras, siempre y cuando sean artes y letras aplicadas. Podrán escribir en castellano si se trata de literatura de consumo interior, pero el inglés será obligatorio en caso de ser literatura de consumo zonal. Finalmente el tercer sector de la población se dedicará a profesiones relacionadas con la hostelería: desde camareros hasta limpiabotas, más un cuerpo especial femenino destinado al Patrullaje Sexual de Costas, de uso exclusivo de los demandantes de turismo.
pag. 118-119
Yo me cuido mucho
Yo me cuido mucho. Era de las cuestiones que más me preocupaban a medida que llegaba la madurez. Afortunadamente vengo preparándome hace tiempo. Lo importante es no caer en trampas sicológicas. La última vez que fracasé estrepitosamente fue la última vez que me enamoré. Yo se lo dije a mi hijo mayor cuando se casó. Ahora te saldrán bien las cosas porque las hormonas no conocen sus propias motivaciones. Pero en cuanto se sepan el camino de memoria… A partir de cierta edad hay que mecanizar totalmente el asunto. Cuanto más mecánico, más fisiológico, más seguro el buen resultado.
pag. 160