“México es paradisíaco e indudablemente infernal”, le escribe Malcolm Lowry a Jonathan Cape. A un amigo le confiesa: “México es el sitio más apartado de Dios en el que uno pueda encontrarse si se padece alguna forma de congoja; es una especie de Moloch que se alimenta de almas sufrientes”. JV.
martes, abril 05, 2011
La gota de sangre que derramó el vaso
viernes, septiembre 03, 2010
Con la ayuda de un pirata sueco
Anne Marie Mergier PARÍS, 2 de septiembre (Proceso).- Al Pentágono le urge callar a Julian Assange, fundador y vocero de WikiLeaks. “Va a ser una guerra sin cuartel”, advierte a la corresponsal Rick Falkvinge, líder del pequeño Piratpartiet (Partido Pirata) de Suecia, que el pasado 16 de agosto firmó una alianza estratégica con ese sitio de internet para ofrecerle la protección de la ley sueca. Hace años que los partidarios de la libertad total de información en la red luchan por defender y ampliar sus derechos. Unas batallas se dan en internet, otras en tribunales y unas más acaban con la encarcelación de los ciberactivistas. La guerra que ahora sostienen WikiLeaks y Washington se inscribe en ese contexto y se ha vuelto un rompecabezas jurídico y político. El problema comenzó el pasado 5 de abril, cuando el portal especializado en filtraciones de documentos secretos difundió un video de 2007 en el que soldados estadunidenses disparan desde un helicóptero contra civiles en calles de Bagdad y matan a 12 de ellos (Proceso 1761). Tres meses después, el 26 de julio, WikiLeaks provocó otro escándalo internacional al aliarse con The New York Times, The Guardian y Der Spiegel para filtrar archivos internos (2004-2009) de Estados Unidos sobre la guerra de Afganistán. Esos medios publicaron sólo una mínima parte de los documentos, mientras que Assange puso 75 mil de ellos a disposición de los internautas en WikiLeaks y anunció que pronto subiría los 15 mil restantes. Washington reaccionó de inmediato. Robert Gates, secretario de Defensa, acusó a Assange de haber publicado datos personales de colaboradores civiles afganos de las tropas estadunidenses y de la OTAN. Sintetizó sus acusaciones diciendo que WikiLeaks había “regalado a los líderes talibanes y de Al Qaeda una lista completa de personas a eliminar”. Aunque afirmó que Assange ya “tenía sangre en las manos”, no ha podido citar ni un caso de represalias ejercidas contra colaboradores afganos a raíz de esas filtraciones. Gates exigió a Assange que devolviera los 15 mil expedientes que seguía sin divulgar y que borrara definitivamente de su portal y de sus archivos los 75 mil que ya estaban a la vista de todos. Assange se negó. Reveló que había pedido asesoría al Pentágono para “limpiar” los documentos antes de ponerlos en línea, pero que no tuvo respuesta. Voceros de la Casa Blanca y del Pentágono no lo desmintieron y se volvieron más amenazantes. Todavía más: el miércoles 25 Assange respondió a las crecientes presiones de Washington en su contra filtrando un documento interno de la CIA elaborado por una enigmática “Célula Roja” de esa agencia y cuyo título es insólito: ¿Qué pasaría si los extranjeros ven a Estados Unidos como exportador de terrorismo? Ese memorando analiza el impacto que puede tener el hecho de que los terroristas recluten a ciudadanos de Estados Unidos que usen el territorio de ese país como base para lanzar operativos en otras naciones. El seguro de Assange El sábado 7, Cryptome, otra página especializada en filtración de documentos, dijo que había detectado un fichero electrónico llamado Insurance en las páginas de WikiLeaks dedicadas a la guerra en Afganistán. Según los expertos de Cryptome, el fichero Insurance (seguro) es gigantesco –de 1.4 gigaoctets– y podría haber sido encriptado con el sistema Aescrypt (advanced encryption standard), sumamente sofisticado y usado, entre otros, por el más secreto de los servicios de inteligencia estadunidenses, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés). Sobre Insurance Assange se limitó a comentar: “Uno puede imaginar fácilmente que alguien que se encuentre en una situación parecida a la nuestra busque asegurarse de que los documentos históricos no desaparezcan”. Insurance genera debates en la red y alarma en el Pentágono y los estados mayores de las fuerzas de la OTAN en Afganistán que se preguntan si ese fichero podría contener videos tanto o más demoledores que el difundido en abril o si fue creado para guardar los 90 mil documentos de los Diarios de la guerra. Sea como sea, desde hace un mes el fichero misterioso no ha dejado de ser copiado por los ciberactivistas. En caso de un ataque para aniquilar WikiLeaks o de una acción legal para cerrar la página, a Assange le bastará revelar el código de Insurance a “quien corresponda” y su contenido circulará de inmediato por el ciberespacio. Según la página web de Wired, revista estadunidense especializada en nuevas tecnologías, WikiLeaks es uno de los portales más copiados del planeta. El archivo de los Diarios de la guerra de Afganistán ya tiene 61 semilleros (páginas que multiplican su difusión) en el mundo. No se puede descartar, sin embargo, que Insurance sea una trampa y que esté vacío. Pero la reacción virulenta del Pentágono hace pensar que los documentos de ese archivo podrían ser mucho más recientes y devastadores. Por lo pronto, Julian Assange se mantiene firme. Asegura que equipos de expertos están expurgando los 15 mil documentos restantes de la guerra de Afganistán y que se publicarán en colaboración con grandes medios internacionales a finales de septiembre. A salto de mata El fundador de WikiLeaks ya no pisa Estados Unidos. Sus abogados estadunidenses le advirtieron que podía ser detenido bajo cargos de espionaje o complicidad en espionaje. Nadie sabe dónde está. Sólo se comunica vía Twitter o en videoconferencias. A veces chatea con lectores de uno que otro medio. Aparece en una capital europea y luego se esfuma para reaparecer en otra. Su actual y prolongada estadía en Estocolmo es excepcional. El fundador de WikiLeaks tenía razones de sobra para romper sus estrictas medidas de seguridad. En entrevista telefónica con la reportera, Rick Falkvinge explica: “Desde abril, pero sobre todo desde la publicación de los Diarios de la guerra de Afganistán, se empezó a desatar una campaña internacional de difamación muy dura contra Julian Assange. Sus acciones molestan a muchos poderes. Urge desacreditarlo para callarlo. Además Assange es víctima de amenazas y presiones de todo tipo. WikiLeaks es blanco de fuertes ataques cibernéticos. Recalca: “Entendimos que Julian Assange necesitaba ayuda. Todo fue muy rápido. El 13 de agosto le enviamos un mensaje diciéndole simplemente: ‘Si necesitas ayuda, aquí estamos’. Nos contestó de inmediato. Llegó a Estocolmo. Platicamos. El 17 de agosto firmamos públicamente un acuerdo que estipula que el portal de Piratpartiet alberga varios servidores de WikiLeaks”. Precisa: “Sin ser perfecta, la legislación sueca sobre libertad de expresión es bastante protectora, especialmente en lo que concierne a las fuentes de información de los periodistas. “En todas las democracias el periodista puede proteger a su fuente. En cambio en Suecia y en Bélgica el periodista debe proteger a su fuente y corre el riesgo de ser enjuiciado y encarcelado si revela el nombre de su informante. Es la razón por la que Assange tiene algunos de sus servidores en nuestro país.” El fundador de WikiLeaks, sin embargo, no los había registrado debidamente en Suecia y Washington pensaba sacar provecho de esa falla. El Piratpartiet se adelantó y tomó por sorpresa a la Casa Blanca y al gobierno de Suecia. WikiLeaks queda legalmente a salvo ahora en ese país, pero podría estar más protegido en las próximas semanas. Todo depende de las próximas elecciones parlamentarias. El Piratpartiet fue fundado en 2006, al igual que WikiLeaks, y, como él, lucha contra la vigilancia creciente en internet. Aboga por todas las “libertades digitales”, la protección de la privacidad electrónica y el libre acceso a los bienes culturales en la red. Sus seguidores pertenecen esencialmente a las nuevas generaciones. De hecho fue gracias el electorado juvenil sueco que el Piratpartiet pudo obtener dos escaños en el Parlamento Europeo en 2009. “Ahora nuestro objetivo es entrar al Parlamento sueco”, afirma Rick Falkvinge. Si obtenemos 4% de los votos en las elecciones del 19 de septiembre tendremos 14 diputados”. Según cuenta, los sondeos son favorables a su partido, y la hazaña de WikiLeaks despertó mucha simpatía entre la juventud. “Con 14 diputados en el Parlamento podríamos avanzar mucho en la defensa de la libertad de expresión en la red”, asegura. Para empezar podríamos brindar inmunidad parlamentaria a WikiLeaks, ya que la constitución sueca impide que se demande judicialmente a diputados por las acciones políticas que realizan en su mandato.” Agrega: “En caso de ser electos pensamos, además, mover parte de nuestras computadoras a la sede misma del Parlamento, por supuesto con todo y servidores de WikiLeaks. De esa forma Julian Assange y su portal estarían protegidos a la vez por la ley sueca sobre la prensa y por nuestro estatus parlamentario”. La iniciativa islandesa Otra batalla del Piratpartiet es apoyar al Parlamento islandés en sus esfuerzos por volver realidad la IMMI, la Iniciativa Islandesa para Medios de Comunicación Modernos (Proceso 1763), un cuerpo de leyes sin igual en el mundo que garantizará protección máxima a periodistas profesionales y blogueros de investigación de todo el orbe. “Sabemos que todos los gobiernos observan con lupa lo que está pasando en Islandia y Suecia en este momento. También les preocupa la brecha que están abriendo WikiLeaks y otros sitios de filtraciones. Si juntos logramos nuestro cometido, el concepto de secreto de Estado, entre otros, se volverá caduco. También quedará trastornada la censura. Desafortunadamente no se acabarán las presiones sobre los medios y los reporteros ni los asesinatos de periodistas, pero por lo menos se podrán preservar y divulgar sus investigaciones.” Falkvinge reconoce que hospedar a WikiLeaks es arriesgado para él y su partido. “No tememos al gobierno sueco. Nuestras leyes, por incompletas que sean, nos protegen. Además estamos en campaña electoral y atacar a nuestro partido porque brega en defensa de WikiLeaks y de la libertad de prensa tendría un costo político demasiado alto. No descartamos ataques cibernéticos contra nuestra infraestructura. “Pero contamos con el apoyo de un número creciente de especialistas en criptología. Además, quienes tendrían la tentación de destruirnos para aniquilar los archivos de WikiLeaks saben que Assange tiene servidores esparcidos en el mundo y que respaldó todos sus documentos. “En realidad”, sigue el dirigente del Piratpartiet, “sabemos que la guerra contra WikiLeaks tomará formas mucho más perversas. De hecho ya empezó. Prueba de ello es la confusión que se creó a raíz de una carta abierta enviada a Assange por Reporteros sin Fronteras (RSF). En un tiempo récord la mayoría de los medios masivos occidentales afirmaron casi al unísono que grandes ONG de fama mundial expresaban las mismas críticas que el Pentágono contra WikiLeaks. Pero no fue así”. Mentiras y difamaciones Al igual que el Piratpartiet, Proceso investigó la noticia según la cual cuatro grandes ONG –Amnistía Internacional (AI), Open Society Foundation (OSF), Campaign for Incocent Victims in Conflict (Civic) y RSF, así como el centro de investigación International Crisis Group– condenaron a WikiLeaks en una carta abierta dirigida a Assange. La reportera contactó uno por uno a los voceros de esos organismos. Percibió su enojo ante la utilización de su nombre contra WikiLeaks y su voluntad de no fomentar polémica con la prensa. Sólo RSF envió una carta condenatoria a Julian Assange el pasado 12 de agosto y la dio a conocer públicamente el mismo día. Los portavoces de Civic, AI y OSF explicaron que nada tenían que ver con esa carta y que se habían limitado a intercambiar correos electrónicos privados con el fundador de WikiLeaks. “Sólo quisimos saber qué medidas de protección se tomaban para con los civiles afganos mencionados en los documentos”, aclaró una vocera de AI. Lo mismo aseguraron OSF y Civic. Todos reiteraron su respeto por el trabajo realizado por WikiLeaks en los cuatro últimos años, señalando con particular énfasis el video de las acciones de los militares estadunidenses grabado en 2007 y que corroboró sus denuncias. El International Crisis Group declinó contestar, pero extraoficialmente uno de sus representantes confió a Proceso que no había enviado carta alguna a Assange. Impresionado por el impacto internacional negativo de su carta, Jean-François Julliard, secretario general de RSF, decidió publicar el 17 de agosto un amplio comunicado en el que denunció el uso político de sus críticas a WikiLeaks. En entrevista con Proceso, Gilles Loret, uno de los altos responsables de la organización, reconoció que la expresión “increíble irresponsabilidad” –usada el 12 de agosto para calificar al portal– había sido demasiado fuerte. “La atención internacional sólo se centró en esas dos palabras”, deploró Loret. Eso creó malentendidos. Ciertamente consideramos que es peligroso lanzar nombres, apellidos y datos personales de civiles en la red, pero eso no nos impide apoyar todos los combates de Assange a favor de la libertad de expresión. En su comunicado RSF subrayó: “Reafirmamos aquí nuestro apoyo a WikiLeaks en las acciones y los principios que la fundan. Es gracias a WikiLeaks que se dio a conocer el naufragio de las guerras dirigidas por Estados Unidos en Irak y Afganistán. Es también gracias a WikiLeaks que supimos cómo el ejército estadunidense había tomado deliberadamente como blanco a un equipo de la agencia Reuters en julio de 2007 en Bagdad”. Falkvinge comenta: “Los grandes medios, como Fox News por ejemplo, que habían destacado la carta del 12 de agosto, apenas mencionaron el comunicado del 17”. Al cierre de la edición Julian Assange estaba envuelto en una nueva polémica. El viernes 20 de agosto dos jóvenes suecas acudieron por separado a dos distintas delegaciones de policía de Estocolmo para denunciar una violación, la primera, y acoso sexual, la segunda, de parte de Assange. El mismo viernes Maria Haljebo Kjellstrand, juez de guardia, lanzó una orden de investigación contra el fundador de WikiLeaks, quien se enteró de que era perseguido por la justicia sueca leyendo el periódico Expressen el pasado día 21. Entrevistada por la prensa sueca la juez confesó que había puesto en marcha la maquinaria judicial basándose sólo en llamadas telefónicas de los policías. La procuradora Eva Finné retomó rápidamente el caso y anunció que la denuncia por violación no tenía fundamento pero recalcó que seguía vigente la denuncia por acoso sexual. En su página web Assange habló de un complot en su contra y confió al diario Aftonbladet, del que es colaborador: “No sé quién está detrás de esto, pero ya nos habían avisado que el Pentágono estaba tramando golpes bajos para destruirnos. También me habían advertido que me estaban preparando trampas con asuntos sexuales.” El miércoles 25 Assange anunció que había contratado a Leif Silbersky, uno de los abogados más renombrados de Suecia, para enfrentar esa nueva tempestad. |
miércoles, junio 30, 2010
Argentina: futbol y medios
miércoles, mayo 19, 2010
Diego y los medios, El Jefe es el mensaje
jueves, abril 08, 2010
Narco y medios
MÉXICO, DF, 7 de abril (apro).- La reciente crónica del periodista Julio Scherer García a Ismael El Mayo Zambada --uno de los narcotraficantes más buscados del país y de Estados Unidos--, desató una polémica en los medios y un sector de la sociedad como hacía tiempo no se veía.
Alrededor de este encuentro se han vertido opiniones de todo tipo en radio, televisión y prensa escrita de México y algunos países, favoreciendo o denostando lo publicado en la revista Proceso.
Una buena parte del debate se centró en la fotografía de ambos personajes que ilustraron la portada de la edición 1744 de Proceso. Otras opiniones, igualmente encontradas, se construyeron a partir de las preguntas que no respondió el sinaloense y que Scherer planteó desde el principio del encuentro, es decir, en la entrevista que no se hizo.
Y, en menor grado, el debate se dio en el contenido del trabajo periodístico, cuando este punto es donde tendría que haberse centrado la discusión por los alcances, no sólo periodísticos, sino sociales y políticos que tienen las declaraciones de un personaje como El Mayo Zambada con 40 años en el negocio del narcotráfico.
La discusión sobre la imagen se centró en que no era pertinente (ético y hasta moral) que el periodista se dejara fotografiar con un delincuente y que éste ultimo lo abrazara como si fueran amigos.
El debate, sin embargo, llegó a un punto y se agotó porque, más allá de la forma, lo importante de la imagen publicada era dar constancia, registro, y testimonio del encuentro, pues ha habido casos en la historia del periodismo en que se publican supuestas entrevistas con personajes que al final resultan ser falsas.
Además, no se toma en cuenta que, gracias a esas dos fotos publicadas en Proceso, se tiene una imagen más fresca de un personaje que no se había mostrado así con anterioridad.
Algo similar ocurrió con aquellos que condenaron que el periodista aceptara el encuentro con el narcotraficante alegando una falta de ética y señalando que se convertía en “portavoz” de El Mayo.
El argumento se agotó casi de inmediato porque no tiene sustento, pues el “portavoz”, por definición, es quien recibe un salario o favores para trasmitir un mensaje, y de eso está muy alejado Scherer que, en más de medio siglo como periodista, se ha mostrado independiente de toda fuente de poder.
Del contenido del encuentro, curiosamente, tres articulistas que durante el salinismo tuvieron un papel relevante como funcionarios e “intelectuales orgánicos”, José Carreño Carlón, Raúl Trejo Delarbre y Héctor Aguilar Camín, coincidieron en un punto en el que vale la pena detenerse: los tres aseguran que no había ningún contenido en la crónica de Scherer, alegando que no había nada nuevo en lo que dijo El MayoZambada.
En su intento por descalificar el trabajo periodístico de Scherer, los tres analistas olvidaron que El MayoZambada no es cualquier delincuente o narcotraficante, sino que se trata de un personaje relevante en el escenario nacional.
Después de vivir más de cuatro décadas del narcotráfico, sabe con toda certeza qué funcionarios, gobernantes, autoridades judiciales, periodistas, empresarios, sacerdotes y otros personajes están involucrados en este negocio millonario.
Habría que retomar, entonces, varias expresiones --no declaraciones como consideran algunos analistas-- de El Mayo en el encuentro con Scherer.
Por ejemplo, cuando dice que al Presidente lo engañan sus colaboradores; lo afirma porque seguramente sabe quiénes le están mintiendo, y por qué y para qué lo hacen.
Evidentemente no se trata de funcionarios de cuarta, sino de los primeros niveles de gobierno a quienes El Mayo identifica como mentirosos, pues “informan de avances que no se dan”.
Otro ejemplo es cuando señala que la “guerra” de Calderón contra el narco está “perdida”. No se trata de una declaración, sino de una afirmación y la sustenta cuando señala que si lo agarran o lo matan, ya está listo quién lo sustituya.
No sólo eso, sino que también expone una situación que como sociedad tendríamos que estar debatiendo de manera autocrítica:
“El problema del narco envuelve a millones. ¿Cómo dominarlos? (…) El narco está en la sociedad, arraigado en la corrupción (…) Si me atrapan o me matan, nada cambia”.
Lo que confiesa uno de los jefes del narcotráfico es que, en parte gracias a esa actitud cómplice de la sociedad mexicana, el negocio de las drogas ha prosperado de manera impresionante, y también por supuesto gracias a la connivencia de las autoridades.
Otro punto más es cuando confiesa que lleva más de 40 años en el negocio y que sigue moviéndose libremente. Esto, evidentemente, puede hacerlo gracias a que ha aceitado la máquina de la corrupción oficial con miles de millones de pesos en todo este tiempo.
Más allá de las reacciones, algunas de ellas bizarras por envidias y enconos, un aspecto importante que ha aportado la exclusiva de Scherer con El Mayo Zambada es el debate que ha alcanzado a un sector importante de la sociedad cuestionando el papel de los medios ante el poder del narcotráfico.
Este es quizá el aporte más importante del trabajo periodístico del fundador de la revista Proceso: provocar la discusión entre distintos sectores de la sociedad sobre un problema que difícilmente terminará, como es el narcotráfico.
Debatir qué se ha hecho y qué se puede hacer y, sobre todo, realizar una autocrítica del papel que tiene el narco en la vida nacional y cómo ha reaccionado la sociedad frente a este poder que ha rebasado al propio Estado mexicano.
jueves, febrero 19, 2009
IFE-Senado, la telecracia manda
MÉXICO, D.F., 17 de febrero (apro).- Les salió gratis a Televisa y TV Azteca demostrar quién manda en tiempos electorales.
Después de 15 días de proceso especial sancionador y de análisis de las famosas "cortinillas" que transmitieron las televisoras para advertirles a su infantilizada audiencia que los spots electorales interrumpen su "programación favorita", 5 de los 9 consejeros generales del IFE decidieron que no era necesario multar a TV Azteca con 7 millones de pesos ni a Televisa con 4 millones de pesos. Como si se tratara de una confesión religiosa y no de una regulación de bienes públicos concesionados, otorgaron "el perdón".
Basta recordar que un spot de 30 segundos, en horario de mayor audiencia –sobre todo, los relacionados con el futbol--, en Canal 2 de Televisa, cuesta entre 600 mil y 615 mil pesos. Con tan sólo tres minutos de anuncios pagados en ese segmento, la compañía de Azcárraga Jean hubiera pagado –y hasta le sobraba-- la multa que pretendía el IFE aplicarle. Ni hablar de TV Azteca que tiene precios más baratos para sus anunciantes, pero invierte mucho dinero en litigar sus intereses en pantalla.
Ni así quisieron tocarlos con una mínima sanción los consejeros del IFE. Lo resuelto el viernes 13 de febrero demostró cuál es la verdadera correlación de fuerzas en este nuevo Consejo General. Las televisoras garantizaron el apoyo de Francisco Guerrero (exasesor de Emilio Gamboa Patrón, el cabildero eterno de los concesionarios), Benito Nacif (propuesto por Televisa para consejero), de Arturo Sánchez (sobreviviente del IFE de Ugalde), de Marco Gómez (el "consejero verde", no por su falta de experiencia sino por responder a los intereses del Partido Verde, siempre tan proclive a las televisoras) y Macarita Elizondo (apoyada por el PAN), quien se pronunció por una investigación más exhaustiva y acabó por avalar el "perdón" del IFE.
Del otro lado, la minoría es encabezada por Leonardo Valdés, el consejero presidente, Virgilio Andrade, responsable del Comité de Radiodifusión y abogado con experiencia reguladora; Alfredo Figueroa, quizá el único consejero que queda con cierto margen de independencia frente a la partidocracia y ahora a la telecracia.
La vergüenza nacional del IFE es sólo similar a la que vivió el Congreso mexicano cuando el 1 de diciembre de 2005 aprobó en 5 minutos, sin discusión en la Cámara de Diputados, la famosa Ley Televisa, preludio de la demostración de fuerza en tiempos electorales del poder del rating.
En el Senado un grupo de legisladores que quedaron "sellados" como enemigos de las televisoras encabezaron una batalla legislativa y jurídica para echar abajo la Ley Televisa. Quizá por esa razón ni Javier Corral ni Manuel Bartlett, ni Dulce María Sauri, muchos otros que se atrevieron a revelarse al mandato de sus bancadas, están ahora en el Congreso mexicano.
Como si fuera una pequeña revancha de ese pasaje ignominioso, este martes el Senado aprobó, en sólo 5 minutos, sin discusión en el pleno, un dictamen que estaba pendiente desde junio de 2008. Se le conocía como la Ley García Cervantes. En esencia, el senador panista Ricardo García Cervantes, tan incómodo para las televisoras como lo es ahora Santiago Creel, propuso reformar 14 artículos de la Ley Federal de Radio y Televisión para evitar, justamente, lo que sucedió el 31 de enero y el 1 de febrero: que el IFE fuera sorprendido por Televisa y TV Azteca alterando la pauta de los spots.
El dictamen aprobado no es igual al de García Cervantes. Es mucho más light. En lugar de 14 se reformaron sólo 7 artículos de la Ley Federal de Radio y Televisión: se eliminó la posibilidad de que una sanción severa a las televisoras fuera la revocación de su concesión, ante la violación sistemática y reiterada de la ley electoral. También se eliminó todo lo relacionado con el derecho de réplica que despertó la alarma entre los concesionarios.
El senador Carlos Sotelo, perredista y presidente de la Comisión de Radio y Televisión, reconoció en rueda de prensa que lo aprobado este martes en el Senado matiza muchos de los aspectos polémicos de la iniciativa original de García Cervantes.
Sotelo aclaró que García Cervantes "proponía que en la Ley de Radio y Televisión se dijera que esa sanción severa era la revocación de la concesión, le ponía nombre a la criatura, pero aquí el acuerdo de las dos bancadas distintas a la del PRD, PRI-PAN, fue quitar esa categoría, dado que no la contiene la reforma electoral, y se planteaba que fuera estrictamente el reflejo, el espejo".
En entrelíneas, Sotelo admitió que funcionaron las presiones de las televisoras para impedir una reforma fundamental que evitara los vacíos jurídicos y sancionara eficazmente a Televisa y TV Azteca.
Hay que recordar que en junio de 2008, antes de que se discutiera en el pleno esta reforma, de la oficina de Juan Camilo Mouriño, entonces secretario de Gobernación, llegó una minuta alterna –muy similar a la que este martes fue aprobada-- para evitar que la Ley García Cervantes incomodara a las televisoras. El entonces coordinador del PAN y presidente del Senado, Gustavo Madero, operó en consecuencia. También hay que recordar que pocas semanas antes, las televisoras lograron descabezar a Santiago Creel de la coordinación del PAN.
Ahora, el coordinador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, también avala lo sucedido en el IFE y en el Senado. En rueda de prensa, el presidente de la Junta de Coordinación Política especuló diciendo que si el IFE hubiera sancionado a las televisoras era como "tirar toneladas de dinamita en México". La desafortunada comparación sólo confirmó que el PRI decidió recular para no perder la gracia de la pantalla, ahora que busca ganar la mayoría de las diputaciones federales.
El Senado sólo enmendó parcialmente la plana del Consejo General del IFE, pero falta saber si en la Cámara de Diputados, donde Emilio Gamboa Patrón manda, son capaces de respaldar esta mínima reforma legal para precisar la actuación de las televisoras. Puede suceder que, como en los tiempos de la Ley Televisa, en cinco minutos desechen el dictamen del Senado.
Email: jenarovi@yahoo.com.mx
martes, febrero 10, 2009
Cortinilla
Estimado televidente. Interrumpimos su programación favorita para hacer el siguiente anuncio: nosotros, Televisa y Televisión Azteca, queremos hacer explícita nuestra posición en la correlación de fuerzas políticas y económicas del país. Que quede claro: estamos por encima de las instituciones representativas, de las autoridades electorales, del Congreso, del IFE, de la Secretaría de Gobernación, de la Constitución, del Presidente mismo. Aunque ustedes no votaron por Emilio Azcárraga o Ricardo Salinas Pliego, ellos mandan. Aunque lamentamos interrumpir el Súper Tazón y el partido de futbol soccer, se ha vuelto imperativo hacerlo. Es importante que el país lo entienda; estamos dispuestos a poner en jaque a la democracia con el objetivo de proteger nuestros intereses. Y usaremos todos los instrumentos disponibles a nuestro alcance, incluyendo el chantaje, la presión y la tergiversación desde el púlpito más importante del país que es la pantalla de televisión.
Es cierto que llegamos a un acuerdo con el IFE hace un año, en el cual quedó establecido que no sería necesario interrumpir la programación de eventos deportivos y culturales para transmitir los "spots" de los partidos. Es cierto que los tiempos oficiales designados para ellos son sólo de un par de minutos por hora. Es cierto que el IFE no nos obliga a transmitirlos de manera continua, como lo hicimos. Es cierto que hemos diseminado el argumento de la "saturación" de forma tramposa, sabiendo que en realidad se trata de anuncios que se transmitirán a lo largo del país y durante cinco meses. Pero ¿qué importa el Cofipe? ¿Qué importa el consenso al cual llegaron todas las fuerzas políticas del país en torno a la reforma electoral? Si desde hace años hemos estado por encima de la ley o la hemos doblado a conveniencia y sin sanción. A nosotros -Televisa y TV Azteca- no nos importa respetar las reglas ni cumplir con las obligaciones marcadas por la Constitución. Exigiremos el apego estricto a la legalidad cuando de otros se trate, pero en nuestro caso, defendemos el derecho a la excepcionalidad. Vaya, ni que fuéremos una concesión pública. Ni que tuviéramos que ajustarnos a las normas. Contamos con el privilegio de mandar. Y lo utilizaremos cada vez que queramos, para clamar, tal y como AMLO lo hizo: "al diablo con sus instituciones".
Porque esas instituciones tomaron la decisión de cortar el cordón umbilical que habíamos logrado tender entre los partidos y la televisión. Nos arrebataron la seguridad de recibir millones de pesos durante cada temporada electoral, a través de la venta -a precios discrecionales, por cierto- de "spots" a los partidos y a sus candidatos. Nos quitaron el gran instrumento de chantaje que teníamos sobre la clase política, como el que usamos contra Felipe Calderón en la elección del 2006, cuando le dijimos que si su partido no votaba en favor de la "Ley Televisa", iba a desaparecer de la pantalla y jamás lograría remontar los 8 puntos de distancia que lo separaban de Andrés Manuel López Obrador entonces. Esa reforma electoral que nos hemos dedicado a desacreditar dificulta la posibilidad de sacar leyes a modo, aunque lo seguiremos intentando. Total, la elección intermedia vuelve vulnerables, otra vez, a todos aquellos que buscaron acotarnos. Gracias a ello podremos asegurar que no habrá una ley de medios en lo que resta del sexenio.
Es tan fácil desacreditar a nuestros adversarios dada la magnitud de los errores que cometen y lo pusilánimes que son. Allí está el Partido Verde, gastando millones de pesos en camisetas. Allí está el IFE, tan torpe y timorato, refiriéndose a lo que hicimos como una simple "conducta atípica". Allí están los consejeros, cuya credibilidad nos hemos dedicado a minar, aún debatiendo qué van a hacer para aplicar las normas abigarradas que los partidos crearon. Afortunadamente la nueva legislación es tan compleja y contiene tantas lagunas que sin duda va a entrampar a la autoridad electoral aún más. El IFE ni siquiera ha podido asumir una postura en torno a los infomerciales que le hemos vendido a Marcelo Ebrard y a Enrique Peña Nieto, en clara violación a la reforma electoral. Lo único que la autoridad ha logrado hacer ante nuestro desafío más reciente es publicar un desplegado que nadie leyó y rogar que asistamos a una "audiencia".
Mientras tanto, y de manera sincronizada, seguiremos alimentando la polarización política y la animadversión ciudadana. Continuaremos promoviendo las campañas de desinformación que hemos desencadenado en contra de la reforma electoral, y encontraremos a un buen grupo de intelectuales dispuestos a ayudarnos en esta tarea. Seguiremos escalando la confrontación entre los ciudadanos y las normas constitucionales. Continuaremos fomentando el cuestionamiento a las instituciones y a los partidos, porque nuestra apuesta es llegar a un buen acuerdo personal con el político que impulsaremos a Los Pinos en el 2012. Seguiremos mandando el mensaje a todos los mexicanos de que no es necesario obedecer la ley. Continuaremos enrareciendo el ambiente, con el afán de perseguir nuestros intereses aunque sea a costa de la estabilidad del país. Y nos criticarán en algunos periódicos y en algunos programas de radio, pero aprovecharemos la asimetría informática que hay en nuestro favor. Es la única forma de hacerles entender a todos esos senadores, a todos esos diputados, a todos esos reguladores, a todos esos ministros de la Suprema Corte, a todos esos insubordinados, que el país es nuestro. La pantalla es nuestra. La política es nuestra.
El costo para Televisa y TV Azteca es menor: ya pudimos borrar a un senador y la multa sólo fue de algunos miles de pesos o algo así; ya pudimos tomar el Cerro del Chiquihuite y devorar al Canal 40 sin problema. Como no se ha reformado la Ley de Radio y Televisión por el miedo que nos tienen, el gobierno actualmente no cuenta con instrumentos para sancionarnos de verdad. Seguiremos haciendo lo que nos da la gana, como tantos otros poderes fácticos en este país. Si alguien intenta criticarnos, diremos que es una "venganza" de la clase política y quién sabe por qué se ha dado; repetiremos que todos los problemas del país provienen de la partidocracia y que -en realidad- es mejor ser gobernados por nosotros aunque nadie nos haya elegido en las urnas. Y bueno, pues ya estamos pactando con Enrique Peña Nieto y con Manlio Fabio Beltrones para preservar nuestros privilegios. Ojalá y cuando el PRI regrese al poder se acaben estos esfuerzos molestos por contener el poder que hemos acumulado.
Gracias por su atención, estimados televidentes, y volvamos al Súper Tazón.
martes, noviembre 18, 2008
Para acabar con la crisis
tumbaburros@yahoo.com
Para acabar con la crisis, para erradicar el miedo, botar el espectro de la angustia, esfumar el fantasma de la incertidumbre entre tantos de nosotros que no sabemos si pasado mañana todavía vamos a tener trabajo, si vamos a ser capaces de poner sobre la mesa una comida más o menos sana y nutritiva, si vamos a poder seguir pagando luz, teléfono, gas, colegiaturas, uniformes, libros o medicinas; para patear todos esos duendes pavorosos por la puerta de la cocina y recuperar –los pocos que alguna vez la conocieron– la tranquilidad del hogar, la paz sencilla y cotidiana de no tener que estarse mordiendo las uñas, porque la economía personal, familiar y nacional, la sociedad toda, parece caminar sobre la cuerda floja y allá abajo un foso de fauces abiertas, de cocodrilos hambrientos, de acreedores vocingleros –sobre todo bancarios– y demás bichos ávidos de carne y carroña; pero para acabar con todo ese sufrimiento, decía, basta apenas con mover la falange, apretar un botón y prender la tele.
Basta prenderla y casi de inmediato, porque los repiten hasta la náusea, ver uno de los anuncios de Televisa, ésos en los que salen a cuadro los artistas exclusivos de esa empresa diciéndonos, con ojos entornados y engolando la voz para sonar y parecer solidarios, que órale mexicano, tú nunca te arrugas, tú aguantas, tú prácticamente siempre te has chingado en silencio. Allí actorcitos muy menores –que desde luego a ojos de todo el circo farandulero que los acompaña son magníficos histriones, aunque en realidad sus actuaciones son peripatéticas: galanes machos, el chistoso de la novela, el cura bonachón o la doncella virtuosa a pesar de tantos reveses del destino, que esconden aburridos, repetitivos libretos– y también a conductoras vulgares y cantantillas también muy menores, a las que se ha inflado por años con el aire caliente de la mercadotecnia y la ignorancia de la gente, el maquillaje, el silicón y el escándalo, los vemos, decía, enderezándonos el doble filo de un discurso domesticador de posibles iras colectivas, de previsibles encabronamientos de millones de habitantes de este país de pobres entre los que flotan, como islas vergonzantes, unas cuantas inconmensurables fortunas –como las de los dueños, precisamente, de las televisoras– que llenan de oprobio esta nación, imaginariamente sustentada en un acta constitucional redactada con mucha decencia, pero mancillada todos los días por aquellos que supuestamente están allí para hacerla valer, ensuciada con la corrupción rampante y la miseria extrema, la serpiente que se muerde la cola para encarnar el círculo vicioso: riqueza mal distribuida, ostracismo social, viejo racismo, delincuencia, miseria extrema y así siempre. Muchos mexicanos, y nos contamos por millones, no conocemos otro México que no sea el de las muchas crisis que son una sola, con sus personajitos de ocasión, sus pelelitos como ahora, sus caricaturas de servidor público de mandíbula siempre fuerte y babeante como ahora, de presuntos adalides sociales, funcionarios de impecable corbata, grandes empresarios, grandes dignatarios eclesiales que no son sino una recua perversa de ladrones, de vividores siempre ambiciosos de poder y sobre todo de dinero, de mucho dinero, sea el que sea el método para obtenerlo y seguirse llenando las inmensas barrigas bancarias: llenándole a la gente la panza y la cabeza de mierda empaquetada en bolsitas de colores o en relicarios, construyendo, aprovechándose de la necesidad de la gente, de su indefensión en los hechos, casas que son trampas, mínimas ratoneras levantadas con materiales de segunda, o haciendo obra pública, consiguiendo contratos de gobierno para gobierno, de político para sí mismo o sus cuates o parientes, metiendo materiales de tercera pero a precios de primera, inflando facturas, simulando avances de obra, en fin, todo ese inmenso imperio de la trapacería en que viven inmersos los puercos, con perdón de los puercos. Por eso indigna ver a los artistillas esos, amanuenses y corifeos del sistema, despojados ellos también de alguna brizna de dignidad, para decirnos, usando emotiva, tramposamente, argumentos tan pinches como el bienestar de nuestros hijos, y ocultando una ominosa amenaza de represión que nos estemos quietos y callados, que la pobreza es lo nuestro. Que no se nos ocurra hacerla de tos. Que al fin y al cabo, mexicano, tú siempre te has partido el lomo por los tuyos y que la crisis no es nada nuevo. No, no es nada nuevo. Y el cinismo de estos infelices , tampoco.
domingo, septiembre 28, 2008
A galope desbocado
tumbaburros@yahoo.com
Va uno y prende la tele y ésta anda ya imparable, todavía en blanco y negro, cacareando circos como el fut y las Olimpiadas, y de paso suelta como con cuentagotas que el ejército mexicano asesinó a un montón de muchachos mexicanos, y luego que a otro montón lo agarró la policía y se puso a torturarlos y, poco después, en vivo y a todo color, y ya sabedora la tele del magnífico negocio de audiencias que supone la tragedia, se explaya llevándonos de la retina a los más polvosos rincones de un terremoto brutal, y todavía nos estamos reponiendo de la impresión, pero por más que pensemos que la capacidad de asombro ya nos hizo callo, antes vino la tele a regalarnos, de entre muchos presidentes corruptos, voluntariosos, asesinos y rateros, un presidente corrupto, voluntarioso, asesino, ratero y llorón, que se dijo el perro que defendería rabiosamente la moneda que él mismo debilitó con sus estupideces y corruptelas, y entonces, antes de que pudiéramos parpadear, nos enteramos de que la corrupción somos todos, y cuando creíamos haberlo visto todo, pero todo lo que la tele quisiera que viéramos, es decir, los dueños de la tele que siempre han sido amiguísimos de la pandilla de mafiosos que siempre ha sido gobierno, llega por la tele el cisma político, el principio del fin que, por lo pronto, según vemos en la tele, entroniza de todos modos a un enano mafioso, y en la tele vemos cómo se empieza a fracturar el monolito que termina falsamente de quebrarse con el siguiente presidentucho, pero cuando creemos que los sobresaltos nos los darán solamente telenovelas rascuaches y películas de reciclaje, viene otra vez ¿quién?, pues quién va a ser sino la tele, y nos avienta encima que sí, que los indígenas del sureste mexicano tienen voz, y al parecer la voz la tienen detrás de paliacates y pasamontañas y uniformes y rifles de asalto, a veces de palo y a veces de verdad, y la tele nos enseña solamente lo que quiere que veamos, pero vamos viendo, de todos modos, con todo y crisis financiera y tropiezos de siempre, y entonces vuelve la tele a las andadas y nos dispara como ráfaga de fusil la masacre de Las Abejas, en Chiapas, y de Aguas Blancas, en Guerrero, como para que no olvidemos que el pueblo mexicano de solidario puras habas, puras balas, más bien, y así, hipando el llanto y todavía con los muertos sin sepelio, va empezando la horrible costumbre –porque nos vamos acostumbrando– de matarnos, de pisotear instituciones y leyes, y terminar de emporcar este pobre país mientras todo ello, al detalle, nos lo va enseñando la televisión.
Por si creíamos que estábamos obteniendo un respiro, la tele se apura a vomitar más: que los pleitos de familias miserables llevados a pantalla en formato de noticiero; que si aquel al que asaltaron con violencia, que si el aparatoso choque entre automóviles que deja como saldo cuatro personas muertas, que si a aquella muchacha la violaron, y otras tragedias ya de multitud como las muertas de Juárez desfilan, sin embargo, por la sombra de apenas ocasionales menciones en la tele que no descansa; todos los días tenemos ya escándalo, carne y sangre frescas: el politicastro corrupto al que le tendieron una celada y se llevó hasta las ligas; los politicastros corruptos que lo entramparon y se dicen impolutos en su inmundicia con tal de aparentar que tienen las pezuñas limpias; la maldad presunta, la sevicia primorosamente aderezada por la televisión que, dicho sea de paso, es rabiosamente de derechas, de la izquierda en México (aunque sea la derecha la que nos lleva al despeñadero), pero no se aburra, mire usted cuántos muertitos por todos lados, cómo en pleno domingo y a la luz del día pudimos ver agonizar en la calle a un jefe policíaco; admire qué pavorosos degüellos, qué conmovedores mensajes traen los muertos de hoy pegados al cuerpo para que una banda de asesinos amedrente a otra; mire usted cómo secuestraron y asesinaron a éste, cómo le arrancaron dedos y orejas a aquél; contemple hasta el arrobamiento estos bonitos once descabezados, aquellos nueve acribillados, ¡niños y mujeres incluidos!, ¡aquí tiene usted, veinticuatro difuntos más de sopetón!
Y uno ya no sabe realmente dónde reside el bacilo de esta enfermedad, de esta tugurización de medios y sociedad que los cobija y que se llama México: si alojado en los perpetradores de las televisoras o en el público, lo mismo ávido que aburrido de la violencia de todos los días, que en apatía, indolencia, temor, ignorancia, debilidad y morbo escondemos la poca dignidad que nos quedaba.
martes, septiembre 16, 2008
Noticieros matutinos: la insolencia de los mediocres
A fuerza de ostentar impunemente su mediocridad escandalosa, algunos sedicentes “periodistas” cobran (cara) su mansedumbre cómplice para hacer rentable el secuestro de las oligarquías mass media contra los espacios para la comunicación pública. Salvaguardados por concesiones o permisos, legalitos e ilegítimos a todas luces, usan un espacio público que no les pertenece. Cantan a grito pelado la desfachatez de su insolencia disfrazada de noticia, para regodearse en el chiquero de un “periodismo” mercenario que hace pasar por señoritos de la “objetividad” a unos cuantos vocingleros genuflexos especialistas en degenerar la realidad y criminalizar las luchas sociales. Los hemos visto hasta el hartazgo.
Ese show de los noticieros matutinos quiere asustarnos y desesperanzarnos. Nos quieren infestados de angustia, infelicidad, miedo; quieren que anide en nuestra inteligencia un dios degenerado que vende su pontificado de calumnias como “noticias” para estar “actualizado”. Dicen ser “periodistas”, “comunicólogos”, esos lebreles entrenados para recoger la presa “informativa”, adiestrados para traducirlo todo al lenguaje de sus amos, entrenados incluso en universidades y claustros de alta alienación para ahogar la verdad en saliva mercenaria. Exhiben, con cinismo triunfal, la médula ideológica de un muerto que deambula en las campiñas de la historia: el capitalismo mismo. Eso sí, un muerto farandulero adornado con escándalos, corrupción y oscuridad luminosa, como las pantallas de la tele . Los muchachos alquilados por la oligarquía mass media para leer sus noticias, son dueños de una mansedumbre dócil, servil, funcional, útil a la causa, que consiste en fabricar “información exclusiva de última hora” para engañar con siempre más de lo mismo. Sangre, sangre y más sangre.
El “mercado” de las noticias efectistas compra y vende muchachos con doble moral: bravucones y mansos. Talentos de la información “espectacular” que venden payasadas y degeneración galopante, leídas como si se tratara de noticias. Se piensan “simpáticos” y alguien les hace creer que son muy listos, porque cobran mucho por sus servicios, que contribuyen a criminalizar la lucha obrera, campesina, de movimientos sociales… minuto a minuto y “desde el lugar de los hechos”. No importa qué bajeza haya que usar: chistes vulgares, testigos falsos, jueces corruptos, políticos prostituidos, clérigos en desgracia… Cada mañana salen en la tele esos periodistas de la mansedumbre que siempre están bien dispuestos a bajarse los pantalones para cobrar fama y dinero. Según ellos, sus fines (mercenarios) justifican sus noticieros.
¿Alguien en su sano juicio puede aceptar que ese circo sanguinolento y canalla es oficio de periodistas verdaderos? Los medios burgueses venden como “noticia” su evangelio de violencia y desgracia cotidiana; comercializan huracanes, terremotos, sequías, balaceras, traiciones, corrupción y terrorismo mediático depurado como producción informativa de espejismos, ante las miradas atónitas de la población, niños, adolescentes, adultos, hombres y mujeres, y lo convierten en negocio: lindos muchachos, científicos de la “información”, “profesionales” de la noticia, “salvaguardas” de los hechos… sepultureros de la verdad.
En México, esos periodistas buitres mañaneros saborean y cobran (desde la posición más cómoda) su complicidad con los fraudes electorales, por ejemplo, y babean tras las chequeras de las “celebridades”. Esos mismos periodistas vividores medran en Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Venezuela, incluso, algunos, se hacen “catedráticos” o “presidentes”. Nos sirven como desayuno amargo sus jugos de sangre “informativa” para mantener la atención de ese público al que imaginan (con odio de clase) estúpido, holgazán, postergado para siempre, idiota crónico o idólatra consuetudinario, derrotado para siempre, a condición de que, claro, compre y compre diarios, noticieros, informativos con “candente actualidad”. Esos lectores de noticias mansos son la cara viva del mensaje neofascista e imperialista. Se llenan la boca, una y otra vez, con todo tipo de cinismos típicos del discurso burgués para resaltar el valor supremo de la “libertad de mercado noticioso”, inventan y acosan, mienten y agreden, tergiversan y traicionan cualquier cosa que les deje dinero, con la excusa retrógrada de que la impunidad empresarial privada es intocable. Esos bravucones mansos lectores de sus noticias, son la servidumbre visible de una industria de la alienación basada en producir rating con noticias farandulizadas y escandalosas. Guerra simbólica para desfalcar la verdad y hacer invisible la miseria y la barbarie que el capitalismo engendra a fuerza de explotar a los trabajadores.
Las noticias burguesas “cantadas” a gritos modulados por cierta estética de la estupidez mediática, en voz de los lectores de noticias mansos, contribuyen a la acumulación del capital y al aseguramiento de capital ideológico que anhela inocular en la clase trabajadora su odio, su pánico y sus estrategias geniales para reprimir voluntades rebeldes con un circo decadente de mentiras “informativas”. Y cuentan con patrocinadores que no son otra cosa más que barbarie cultural desatada en la ruta de la destrucción de toda organización revolucionaria de las fuerzas productivas, de las fuerza creativas des-alienadas y de las fuerzas comunicacionales apasionadas por la verdad y la emancipación de clase.
* México, 1956. Doctor en Filosofía, director de cine y vicerrector de la Universidad Abierta de México.
viernes, agosto 01, 2008
Atentado a la Libertad de Expresión
Dentro del arsenal de que dispone el aparato comunicacional de la Presidencia de la República para someter a sus políticas a los medios que cumplen con la obligación de informar y opinar --sin omitir a ninguno de los actores políticos, los agentes económicos y sociales, así como desde la pluralidad--, está adquiriendo mucha fuerza el uso de los recursos públicos, provenientes de los impuestos de todos los mexicanos, para premiar lealtades y castigar disidencias.
El uso faccioso del abundante presupuesto para comunicación social fue puesto a la orden del día por el gobierno de la alternancia en el Ejecutivo federal, a cargo de Vicente Fox Quesada , en contra de Proceso , CNI Canal 40, enseguida contra Monitor y La Jornada .
Si en algo se observa el continuismo entre el gobierno de la autodenominada pareja presidencial y el de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa es que éste heredó los desencuentros y ajustes de cuentas del bipolar con los referidos medios.
A través de su coordinador general de Comunicación Social, Gerardo Maximiliano Cortázar Lara , el otrora baterista de Timbiriche , amplió la lista de castigados con la negativa de propaganda oficial a las revistas Contralínea , Emeequis y ahora también a Forum . Incluso, algunos destacados alumnos, como el gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez , sometió a los diarios guanajuatenses a.m. al boicot publicitario.
Con una carrera meteórica en la comunicación gubernamental, Gerardo Maximiliano está demostrando con creces que, como cuentan algunos comunicadores del establecimiento panista, “Una cosa es pegarle a la batería y otra mantener interlocución con los medios. Yo no le conozco ni un pie de foto. ¿Cómo puede comunicar así?”
Lo más grave es que ante la revista Líderes Mexicanos (2-VII-07), el funcionario de 42 años, presumió como propia la “exitosa estrategia de comunicación en la campaña a la Presidencia de Calderón, que a pesar de haber sido descrita como guerra sucia por sus oponentes, él describe como ‘campaña de contrastes'”.
Con la política en curso, de castigo a los medios que no se subordinan a los proyectos de Los Pinos, Cortázar Lara revela, como dice una fuente gubernamental que no me autorizó a revelar su nombre, “una política derivada de las características de su personalidad”, que por encima de las agobiantes necesidades presidenciales crea más conflictos de los que contribuye a resolver.
“¿Ustedes nos apoyaron durante la campaña presidencial?”, es la pregunta preferida que formula el baterista a sus interlocutores que dirigen diarios y revistas, corroborando con ello que no es lo mismo aporrear un instrumento musical que dirigir la comunicación presidencial, atropellando incluso las atribuciones de ley que tiene asignadas la Secretaría de Gobernación que dirige Juan Camilo Mouriño Terrazo , a través de la Subsecretaría de Normatividad de Medios, a cargo de Irma Pía González Luna-Corvera .
Ni el secretario ni la subsecretaria hacen nada para que Cortázar respete las disposiciones legales en materia de comunicación y las funciones atribuidas a la subsecretaría. También los directores generales de comunicación social sortean con malestar los famosos estilos de ordeno y mando del otrora músico, mismos que le generan un serio conflicto a su jefe institucional y amigo muy personal en la relación con los medios de comunicación ajenos al duopolio televisivo y el oligopolio radiofónico.
Como dijo muy claramente el Relator para la Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos, Eduardo Bertoni , en una ocasión que visitó México: “el uso discrecional de la publicidad oficial para castigar y premiar es un atentado a la libertad de expresión.”
De ese tamaño es el problema que padecemos editores, lectores, televidentes y radioescuchas.
www.machetearte.com