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domingo, marzo 15, 2009

Una cultura aparte: los videojuegos

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

TOLERANCIA

El universo de los videojuegos parece hostil, cerrado y excluyente de todo novato, particularmente si se tienen más de veinticinco años. A pesar de que los videojuegos han estado con nosotros desde hace décadas, y que parecen avanzar como un tsunami cultural, aún existe una clara segregación entre dos grupos de personas: los que juegan y los que ni siquiera se enteran de su existencia. Despreciar los videojuegos es aceptable socialmente, ya que cargan con un estigma que es enfatizado constantemente por los medios, los cuales aprovechan cada oportunidad para señalar que son una lamentable fuente de enajenación, que influencian a asesinos seriales y a toda clase de sociópatas. Los juegos de video (una industria que el año pasado generó tan sólo en eu 21.33 mil millones de dólares, y que a pesar de la brutal crisis económica planetaria sigue creciendo) son tolerados como niñeras electrónicas, pero difícilmente considerados como un entretenimiento sano, una actividad intelectual redimible o un arte.

TRES FILOSOFÍAS

Los videojuegos son considerados por la mayoría precisamente como eso, juegos, entretenimiento que no tiene cabida en el discurso cultural y no deben equipararse con la literatura, la música, las artes visuales o el cine. Parte del problema de esta visión es que se considera a todos los juegos como juguetes infantilizantes y violentos. El universo lúdico de los juegos de video es diverso, complejo y de una riqueza apabullante. Tenemos, por una parte, juegos arbitrarios y deliberadamente absurdos que carecen de narrativas complicadas, como los clásicos PacMan (Toru Iwatani, 1980), Donkey Kong, Mario Bros y La leyenda de Zelda (Shigeru Miyamoto, 1981, 1983 y 1986). Estos juegos son extremadamente fáciles de entender y jugar, y son muy atractivos tanto para niños como adultos. Los juegos creados por Miyamoto fueron hechos para la empresa japonesa Nintendo y han regresado revitalizados para la plataforma Nintendo Wii. Esta celebrada compañía nipona, fundada en 1889 por Fusajiro Yamauchi para producir juegos de cartas como Hanafuda, entró al mercado de los juegos electrónicos en 1975 y hoy es uno de los principales proveedores de plataformas de juego. Actualmente sus más temibles competidores provienen de mundos distintos (Sony, el gigante de la electrónica y Microsoft, el orwelliano hermano mayor del software) y esto en gran medida determina sus diferencias. Mientras Nintendo se esmera en crear sofisticados “juguetes”, Sony y Microsoft se enfocan en crear vertiginosos juegos de estrategia, con historias (hasta cierto punto) verosímiles, minucioso diseño artístico y un despampanante trabajo escenográfico. Esto no quiere decir que los juegos de Nintendo no tengan atractivos visuales o no requieran ingenio, pero su interés está centrado en la dinámica del juego mismo más que en factores estéticos. Microsoft puso en el mercado la plataforma XBox (2001) y en 2006 lanzó el XBox 360, una poderosa computadora con disco duro y un enorme potencial; Sony creó la consola Playstation, cuya tercera versión, el PS3 (2006), es un prodigio tecnológico que emplea el novedoso microprocesador Cell y usa discos Blue-ray. Wii tiene la cualidad de hacer que en ciertos juegos el jugador use todo su cuerpo y no solamente sus dedos para jugar.

LOS GÉNEROS PRINCIPALES

1. los juegos de dios, en los que el jugador crea un mundo como en The Sims y sus decenas de variantes. 2. Los de supervivencia, en los que el jugador debe defenderse de monstruos, zombies y enemigos de todos tipos. 3. Los de tiradores en primera persona, quizás el género más criticado porque supuestamente desensibiliza al jugador al darle la oportunidad de volverse un asesino invulnerable, además de que son el tipo de juegos que emplea el ejército estadunidense (entre otros) para entrenar reclutas.

LOS GRANDES SECRETOS DE LOS JUEGOS DE VIDEO

Son difíciles, requieren concentración, dedicación y el desarrollo de varias destrezas. Aun en el hiperviolento Grand Theft Auto es necesario “trabajar”, cumplir con objetivos, repetir rutinas, crear redes de relaciones (incontables horas en reuniones, llamadas telefónicas, etcétera), evaluar estrategias y valorar los beneficios de cada acción. Lo más importante es que los videojuegos obligan al jugador a responsabilizarse de sus decisiones y, aunque uno tenga vidas infinitas en ese espacio, “morir” tiene siempre un costo en puntos, en tiempo y en el ego. Muchos de estos juegos reflejan con fidelidad la vida cotidiana: la competitividad (a menudo desleal), la necesidad de cuantificarlo todo, la obligación de cumplir metas y soportar el eventual tedio. Este no es un medio que invite a la introspección, pero sí a la resolución de problemas, a la exploración de mundos increíbles y a practicar habilidades que sin duda tendrán uso en un mundo cada día más mediatizado y digitalizado.

domingo, marzo 01, 2009

El derecho a existir: Gaza como laboratorio (II y última)

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

LA LEY

La ley internacional es muy clara. Los ataques indiscriminados en contra de blancos civiles son ilegales. De tal forma, es un crimen que Hamas lance cohetes hacia Israel como lo es un bombardeo israelí. Nada puede maquillar este hecho, ni la absoluta desesperación de los palestinos ante el bloqueo criminal que ha impuesto Israel a Gaza, ni el argumento israelí de que Hamas usa escudos humanos. Los Convenios de Ginebra protegen a los templos, instituciones culturales e infraestructura civil, como los edificios de gobierno, las estaciones de tv y la universidad islámica (la cual fue destruida, según la versión oficial, porque: “La universidad fue una vez conocida como un bastión de apoyo de Fatah, pero gradualmente ha sido tomada por la ideología de Hamas y muchos de los líderes son egresados o alumnos. Hamas influencia notablemente los programas de enseñaza y usa el campus para reclutar.”) Así mismo, hospitales (como el de Quds, que servía también de refugio a cientos de civiles), cuarteles de la policía, prisiones y miles de casas particulares fueron reducidos a escombros. Cuando la destrucción adquiere estas proporciones, no puede hablarse de daño colateral, sino de daño central, total y medular. Ni siquiera instalaciones de la onu en Gaza se salvaron de salvaje bombardeo israelí. Toda construcción era sospechosa de ser almacén o fábrica de misiles. Cuando cuarenta civiles fueron despedazados en una escuela de la onu , Israel respondió que su bomba cayó técnicamente afuera de la escuela; cuando un obús israelí mató a dos trabajadores de la onu que distribuían provisiones, trataron de confundir a la opinión pública argumentando que Hamas era responsable; cuando la artillería israelí destruyó el cuartel de la onu , aparentemente usando municiones de fósforo blanco (una sustancia incendiaria que quema la piel, músculo y hueso), Tel Aviv sólo reconoció haber empleado ese tipo de armas (prohibidas para su uso en contra de poblaciones) hasta terminado el conflicto.

RESENTIMIENTO

El ataque contra Gaza, que no podemos llamar guerra, ha desatado el resentimiento mundial en contra de Israel y ha dado lugar a oleadas de represalias contra los judíos del planeta. Esto es desastroso y trágico, pero inevitable, ya que no solamente millones pudieron ver la magnitud de la destrucción y la desproporción entre el daño causado por los cohetes de Hamas y el armamento israelí, sino que también fue muy obvio que la invasión se detuvo justo a tiempo para no robar cámara a la toma de posesión de Obama, además de que la matanza tenía también una repugnante finalidad electorera. La noción de que el Estado israelí está en peligro por culpa de Hamas es absurda e ignorante, y el hecho de que el setenta y ocho por ciento de la población haya apoyado la guerra resulta escandaloso para cualquiera que entiende que si bien Israel tiene todo el derecho a defenderse, eso no le da el derecho a masacrar a un pueblo. No es menos enfurecedor que, mientras el mundo se pregunta para qué lanzó Israel este ataque, la mayoría de los israelíes se pregunten por qué terminó tan pronto. El conflicto Israel Palestina no se resolverá por las armas (a menos de que se emprenda una campaña exhaustiva de exterminio, como claman muchos en la extrema derecha israelí). El problema es que Israel ha creado una narrativa falaz, una campaña de propaganda en la que la desposesión del pueblo palestino de su tierra se presenta como un frente de la “guerra contra el terror”, como la defensa de Occidente de los salvajes islámicos.

LA INEXISTENCIA DE SOLUCIONES

Aceptémoslo de una vez. No hay modelos de acuerdos de paz que puedan funcionar en el conflicto israelí palestino hoy. La agresiva política sionista de crear “hechos en el terreno” al desarraigar palestinos por la fuerza e implantar colonos, ha enredado a dos poblaciones de manera irreversible. El gobierno israelí declara que sería imposible volver a las fronteras del '67, ya que retirar a los colonos de Cisjordania podría desatar una “guerra civil”. De no echar marcha atrás, la población palestina está condenada a desvanecerse lentamente en un territorio que se empequeñece día con día, obligados a subsistir con limosnas, sin posibilidad alguna de crear un Estado viable y autosuficiente. Cada vez que alguien concluye que este conflicto no tiene solución, lo que en realidad está diciendo es que la tragedia del pueblo palestino no tiene solución y está condenado a desaparecer. Mientras que para los israelíes este problema no es más que un inconveniente cotidiano, una molestia que puede ser comparable, en términos de vidas humanas, con los accidentes en las carreteras o los incendios. Pocos pueblos tienen un legado humanitario, intelectual y cultural tan maravilloso y admirable como el judío. Un pueblo así no puede vivir sometido a la dictadura de la propaganda ni a la fantasía de la omnipotencia de las armas.

domingo, febrero 15, 2009

El derecho a existir: Gaza como laboratorio (I de II)

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

EXPÚLSENLOS

Uno de los argumentos más repetidos por aquellos que justifican el brutal ataque israelí del 27 de diciembre de 2008 en contra de los palestinos de la franja de Gaza, es que Hamas, la organización en el poder, ha expresado su intención de destruir a Israel. Curiosamente, no recuerdan que el derecho a existir del Estado palestino ha sido negado desde hace sesenta y un años, mediante un programa escrupuloso de limpieza étnica. Desde entonces, cada conflicto con la población palestina o con los Estados árabes vecinos ha sido un pretexto para que el gobierno israelí se apropie de más tierras y aplique leyes más draconianas a los árabes. Pero, independientemente de cualquier manifiesto político o argumento propagandístico, tenemos que el bloqueo impuesto a Gaza limita dramáticamente el acceso a alimentos, agua, medicinas y toda clase de ayuda humanitaria. Esto en sí es un acto de guerra. Si a esto sumamos la matanza de civiles y la masiva destrucción de la infraestructura impuesta como castigo colectivo al pueblo palestino, tenemos un caso claro de genocidio, como el descrito por los estándares de la Convención sobre Genocidio (adoptado por la Resolución 260 (III) A de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1948). Cuenta el historiador israelí, ex izquierdista convertido recientemente en apologista de la limpieza étnica, Benny Morris, que en julio de 1948, tras la masacre de Lydda y Ramle, el general Yigal Allon, comandante de la brigada Palmah, las fuerzas de élite de la Haganah , preguntó al primer ministro del joven Estado israelí, David Ben Gurion: “¿Qué hacemos con los árabes?” Éste respondió diciendo: “Expúlsenlos.” Esa orden implacable sigue en vigor hoy. El último ataque contra Gaza, en el cual se utilizaron armas prohibidas y experimentales como las bombas dime , es un experimento para concretizar los deseos de Ben Gurion. ¿Quién niega el derecho a existir a quién?

EL CRIMEN DE LA DEMOCRACIA

Hamas, esa entidad fundamentalista casi universalmente condenada, tiene una curiosa peculiaridad: es probablemente una de las únicas organizaciones políticas en el Oriente próximo que ganó sin controversia unas elecciones limpias. Y eso sí que resulta perturbador para todos los gobiernos autoritarios árabes (quienes ven ahí la semilla de su propia destrucción), para EU (que ha predicado el credo de la democratización y ahora ve que los productos de un proceso democrático pueden ser mucho más corrosivos para sus intenciones que los viejos déspotas) y para Israel, que ha tratado de demostrar a toda costa que la sociedad palestina sólo puede ser un caos, anárquico, violento, sin atisbos de organización social, cuyo único destino es desaparecer. La campaña propagandística israelí o hasbara, ha convertido a Hamas en el responsable de décadas de opresión y terror no solamente en Gaza sino en toda Palestina, lo cual es ridículo. El manifiesto de Hamas es tan cuestionable como la constitución del Fondo Nacional Judío, el cual prohíbe a los árabes ser propietarios de tierras.

¿QUIÉN ROMPIÓ EL CESE AL FUEGO?

Hamas ganó las elecciones el 19 de junio de 2008. Israel y Hamas acordaron un cese al fuego y la organización islámica se comprometió a no lanzar más cohetes a cambio de que Israel relajara el bloqueo que había impuesto sobre el territorio desde 2005, el cual prohibía el acceso de productos, herramientas, materiales y toda clase de bienes. Israel permitió un incremento de alrededor del veinte por ciento en el acceso de camiones, lo cual no era suficiente para satisfacer las mínimas necesidades de 750 mil personas que dependen para sobrevivir de los víveres y medicinas que ofrece las Naciones Unidas. De acuerdo con el propio Centro de Información de Inteligencia y Terrorismo israelí, el número de cohetes disminuyó en un noventa y ocho por ciento entre la firma del acuerdo y el 4 de noviembre con respecto a los meses previos. La mayoría de los cohetes lanzados en esas fechas fueron obra de otras organizaciones. Hamas encarceló a varios autores de estos atentados. Citando razones de seguridad, Israel prohibió, a partir de noviembre, el acceso a periodistas a la franja de Gaza. El 5 de noviembre fuerzas especiales israelíes asesinaron a seis palestinos en Gaza, lo cual provocó que esta organización reiniciara sus ataques con misiles. Esto sirvió de pretexto para que Israel lanzara un ataque que no tuvo nada de espontáneo, el cual, según el propio diario israelí Haaretz, había sido planeado con seis meses de anticipación. Por tanto, cuando Hamas propuso el 23 de diciembre renovar el cese al fuego su oferta fue ignorada. Al día siguiente Hamas lanzó ochenta y siete morteros y cohetes. El 27 de diciembre el ataque israelí comenzó al medio día, cuando los niños regresaban de la escuela, y en muy pocos minutos 225 personas fueron asesinadas y más de setecientas heridas

(Continuará)

domingo, febrero 01, 2009

Lecciones no aprendidas: fin de año y genocidio en Gaza (II y última)

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

EMBATE PROPAGANDÍSTICO

Mientras discutía con amigos y colegas estadunidenses y mexicanos respecto de la reciente carnicería israelí, me llamó la atención que la mayoría repetía lo que parecían eslóganes: “Hamas construye bombas debajo de los pupitres escolares”, “Los palestinos son tan víctimas de Israel como de los fundamentalistas de Hamas” y la más estrepitosa (por sus connotaciones racistas: árabes bestias, judíos decentes): “Lo que Israel hace ahora no es nada comparado con lo que haría Hamas si pudiera.” Mientras debatíamos sofismas el Ejército Israelí (EDI) seguía aplastando Gaza. “La masacre en Gaza se justifica porque Hamas haría lo mismo si pudiera, aunque no lo hacen porque no pueden”, como escribió Robert Fisk, quien en las páginas del Independent también identificó la misma retórica.

MUNDOS PARALELOS

La estrategia propagandística israelí ha sido global, incisiva y tan feroz como los bombardeos de sus pilotos. Por un lado han logrado influenciar tanto a los medios electrónicos como a los impresos con su mensaje, por otro, fueron creados grupos de voluntarios en todo el mundo para discutir, denunciar y acosar a todo medio informativo regional, local o comunitario, páginas del web y blogs que no hicieran eco de su versión. Uno de los mensajes más repetidos era el de establecer comparaciones, como mostrar el mapa de Nueva York o Toronto o Buenos Aires y pintar a un lado una franja de Gaza imaginaria, con un rango de alcance de misiles sobre la ciudad en cuestión. ¿Qué haría usted si los misiles cayeran sobre su casa? La hipótesis es absurda ya que no contempla: 1. Que ninguna de esas ciudades mantienen a una población bajo un bloqueo genocida ni asesina regularmente a sus líderes y figuras públicas; y 2. Que París no fue arrebatada a la población árabe durante la Nakba o catástrofe de 1948, cuando miles de palestinos fueron expulsados de sus tierras. Sin acción no hay reacción.

CONSTRUIR UN PAÍS DESDE UNA JAULA

Los medios estadunidenses al unísono optaron por justificar la acción militar israelí, al repetir dogmas propagandísticos como los mencionados, o como: “Esto no hubiera pasado si los palestinos en vez de querer destruir a Israel se dedicaran a construir Palestina.” Difícilmente cualquier autoridad palestina puede construir un país en los bantustanes amurallados, sin viabilidad territorial, sin acceso a mercados, materias primas, herramientas, transporte o seguridad que son Gaza y Cisjordania, fragmentos de tierra hipervigilados, recortados caprichosamente por autopistas prohibidas a los palestinos, con puestos militares en cada recodo y camino, con acceso limitado al agua, la energía y la educación, con un gobierno títere como es la autoridad, completamente desprestigiada, de Abbas y su cohorte de pillos y colaboradores israelíes.

UNA MONTAÑA DE MUERTOS

Pero quizás la idea más perturbadora del arsenal propagandístico es que Israel hace todo los esfuerzos posibles por evitar el daño colateral, por no asesinar civiles indefensos. Una y otra vez a lo largo de la historia ha sido demostrado que esto es una mentira flagrante. Desde la mencionada Nakba, en que pelotones de milicianos, como el Irgún y brigadas de la muerte, como la Unidad 101, lanzaron campañas de terror para matar o expulsar de la Palestina histórica a cerca del ochenta y cinco por ciento de la población nativa, los sionistas crearon un culto a las armas y una ideología de la fuerza como única solución a cualquier problema. Quienes afirman eso ignoran o han olvidado la masacre de un centenar de civiles en Deir Yassin en 1948; las campañas del edi en Líbano en 1982, cuando cerca de 2 mil civiles palestinos murieron bajo las bombas y por las balas israelíes; la matanza de Qana en 1996 donde murieron más de cien civiles; la masacre de Marwahin, la acción militar en julio y agosto de 2006 contra de Hezbollah, donde murieron alrededor de mil 200 civiles y, por supuesto, los mil 300 civiles asesinados en Gaza. La pila de cadáveres que ha acumulado el edi en su breve historia es impresionante y de ninguna manera es garantía de paz y seguridad.

LA GRAN INMORALIDAD

Resulta inmoral y pasmoso que durante una clara matanza de civiles, los medios, y en particular los editorialistas, encuentren razones para justificar la muerte y destrucción impuesta a un pueblo que carece de ejército y que vive en condiciones que hacen ver humano el bloqueo de Sarajevo. Resulta increíble que aún se utilice el recurso de acusar de antisemitismo a cualquier critico de los crímenes del Estado israelí. Quienes hoy defienden esta masacre son los mismos que ayer hubieran defendido la matanza de My Lai, que habrían encontrado argumentos para justificar el anschluss y quizás hasta hubieran dado igual credibilidad a las víctimas judías alemanas que a los culpables del oprobio repugnante que conocemos como Kristallnacht.

domingo, enero 18, 2009

Lecciones no aprendidas: fin de año y genocidio en Gaza (I DE II)

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

TRAGEDIA COMO ENTRETENIMIENTO EN LA GRAN PANTALLA

El 2008 terminó con una efervescencia de películas hollywoodenses acerca de nazis y el Holocausto: The Boy in the Striped Pajamas (El niño de la pijama rallada, Mark Herman), The Reader ( El lector , Stephen Daldry), Defiance ( Desafío , Edward Zwick), Valkyrie (Brian Singer), Adam Resurrected ( Adán resucitado, Paul Schrader) y Good ( Bueno, Vicente Amorim). El productor, director y cofundador de Miramax, Harvey Weinstein, declaró al New York Post: “Nunca habrá demasiados filmes sobre el Holocausto. Es un tema maravilloso para ser explorado en cuantas formas sea posible… Espero que nuestros hijos se eduquen acerca del Holocausto para que se cumpla el nunca más. ” Al mismo tiempo, las fiestas decembrinas tuvieron como fondo en las pantallas caseras la masacre de Gaza, la más reciente agresión e incursión sionista en territorio palestino. Es cierto que es necesario repetir las lecciones de la historia para no olvidarlas, lo grave es cuando, en vez de aprender de dichas lecciones, la reiteración nos hace insensibles a las tragedias de nuestro tiempo.

PROPAGANDA Y DEMOCRACIA

No resulta fácil cometer la clase de atrocidades que está llevando a cabo el ejército israelí al bombardear masivamente una de las zonas más densamente pobladas del mundo y presentarse como la víctima. El manejo de la desinformación y la propaganda han jugado un papel fundamental en esta operación militar. Basta ver que en los medios electrónicos y la mayoría de los medios impresos en Estados Unidos el conflicto es referido como la lucha entre Israel y Hamas y no como Israel contra el pueblo palestino. De tal manera el enemigo se convierte en una entidad abstracta, fácilmente estigmatizable y casi universalmente repudiada. Pero este conflicto, como cualquier otro, tiene una historia, y Hamas no es una aberración inexplicable sino el producto de décadas de ocupación, despojo y sistemática aniquilación de líderes del pueblo palestino. El recientemente desaparecido Edward Said escribió: “Israel es frecuentemente señalado como una democracia. Si ese es el caso, entonces es una democracia sin conciencia, un país cuya alma ha sido capturada por la manía de castigar al débil, una democracia que refleja fielmente la mentalidad psicópata de su [ex]líder, el general Sharon, cuya única idea –si esa es la palabra correcta– es matar, reducir, lesionar expulsar a los palestinos hasta quebrarlos.”

UNA LECCIÓN DE HISTORIA MÁS

Charles Freeman, el diplomático estadunidense y ex embajador de eu en Arabia Saudita dice: “Israel comenzó Hamas. Era un proyecto del Shin Bet [la agencia de inteligencia doméstica] con la idea de usarlo para controlar a la olp. ” (Citado en Devil's Game, Robert Dreyfuss). Hamas evolucionó de la Hermandad musulmana con el apoyo de halcones del gobierno israelí como Menahem Begin, Ariel Sharon y Yitzhak Shamir, entre otros. En 1978 Begin legitimó a la Asociación Islámica de Ahmed Yassin (el líder anciano y hemipléjico que fue asesinado en 2004 por un misil israelí mientras viajaba en su silla de ruedas) y dio lugar a la creación de las Ligas de las aldeas , concejos locales anti olp controlados por el Shin Bet. Hamas, cuyo nombre es un acrónimo del Movimiento de Resistencia Islámica que significa fervor, fue fundado entre 1986 y 1987 por Yassin, simultáneamente a la primera Intifada. Hamas al principio sólo empleaba la violencia en contra de otros palestinos, pero apoyó la Intifada , aunque todo mundo sabía que estaba vinculado con el gobierno sionista. En buena medida su función era estorbar, sabotear y mantener un continuo y sangriento estira y afloje con la organización de Yasser Arafat. Más tarde, cuando comenzaron las negociaciones de paz entre la olp y el gobierno israelí (septiembre 1993-septiembre 2000), Hamas se fue debilitando, pero la masacre cometida el 25 de febrero de 1994 por el brookliniano Baruch Goldstein, del movimiento Kach, quien mató a veintinueve palestinos mientras oraban en la Caverna de los Patriarcas de Hebrón, fue el detonador que necesitaba Hamas para revivir y convertirse en la organización terrorista responsable de docenas de ataques suicidas que han cobrado la vida de cientos de israelíes. Hamas fue una estrategia de manipulación extremadamente eficaz para desarticular la lucha palestina por un Estado nacional. Hamas era una organización con pocas probabilidades de éxito en una sociedad educada, políticamente consciente, heterogénea en lo social, cultural y religioso (gran parte de los palestinos son cristianos). A fuerza de destruir toda alternativa, de humillaciones inverosímiles, asesinatos, robo de tierras, presión y acoso, el gobierno israelí logró que Hamas se convirtiera en una organización de masas con el apoyo de más de una tercera parte de los palestinos.

(Continuará)

domingo, diciembre 21, 2008

Las razones de la guerra olímpica de Georgia (II Y ÚLTIMA)

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

PIROTECNIA

Las Olimpiadas arrancaron el 8 de agosto de 2008 con un espectáculo pirotécnico sin precedente. Mientras tanto, a unos 6442.05 kilómetros , en Tskhinvali (o Tsjinvali) la capital de la república separatista Osetia del sur y alrededores, ardía la pólvora y se iluminaba el cielo con los misiles, obuses y explosivos que las fuerzas georgianas lanzaban contra supuestos rebeldes. El día anterior el presidente de Georgia, Mikheil Saakashvili (quien llegó al poder en el golpe de Estado patrocinado por la cia , que se denomina románticamente en Occidente como la “revolución de la rosa”), anunció a la población que habían tenido lugar batallas en Osetia, pero declaró un cese al fuego y nuevas negociaciones con Rusia. Unas veinticuatro horas después, Saakashvili declaró que sus fuerzas controlaban la mayoría de Osetia del sur y que casi toda Tskhinvali había sido “liberada”. Supuestamente los rebeldes habían roto el cese al fuego y los rusos habían atacado a las tropas georgianas en Osetia. Mientras Saakashvili hablaba de paz, sus tropas ya estaban en posición de ataque, listas para lanzar una especie de blitzkrieg, y entre las primeras víctimas cayeron diez soldados rusos de las fuerzas de paz asociadas a la Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa. Varias aldeas georgianas fueron saqueadas y destruidas, pero esto sucedió como represalia, después del intento del gobierno de Tbilisi de retomar la provincia.

CRÍMENES DE GUERRA

Tener a Rusia como vecino no debe ser fácil. Por supuesto que Georgia tiene todo el derecho de reclamar lo que considera parte de su territorio, aunque hay canales diplomáticos para hacerlo. Lo que resulta injustificable es que un gobierno lance una absurda guerra contra un poder muy superior, con la esperanza de que éste no responda por temor a enfurecer a eu, o bien que utilice a su propio ejército y población como señuelo para arrastrar a Rusia a una trampa. Saakashvili tenía que conocer las posibles consecuencias de su acción bélica, por lo que es responsable en gran medida por las vidas humanas perdidas y la destrucción causada. Este es sin duda un crimen contra la humanidad comparable a la invasión de Kuwait por parte de Saddam Hussein, en 1991. En su ataque contra los osetianos, que supuestamente conducían ataques contra ciudades vecinas, el gobierno georgiano bombardeó ciudades indiscriminadamente, con cohetes grad altamente imprecisos y, asimismo, emplearon bombas de racimo contra su propia población. Hussein fue enviado a la horca por crímenes semejantes.

TRIUNFA LA PROPAGANDA

Los principales medios occidentales aceptaron sin cuestionamientos la versión oficial que difundía el gobierno de Saakashvili, con la bendición de la Casa Blanca , funcionando como portavoces de la propaganda georgiana. No fue sino hasta el 6 y 7 de noviembre de 2008 cuando el New York Times reconoció que numerosos testimonios independientes contradecían la incoherente versión georgiana de los hechos. El NYT y otros medios prestigiosos tardaron tres meses en aceptar las abrumadoras evidencias de que Rusia no comenzó esta guerra. Para entonces el conflicto había sido olvidado por el público y la impresión de una Rusia peligrosa, beligerante y fuera de control ya se había incrustado en la memoria colectiva. Un triunfo más para los genios de la propaganda.

OTRA VEZ EN EL FRÍO

Horas después de la victoria electoral de Obama, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, ordenó la instalación de misiles cerca de sus fronteras con las naciones de la otan , como en Kaliningrado, para contrarrestar los planes de eu de poner un escudo de misiles en Polonia (a 185 kilómetros de la frontera rusa) y la República Checa, y de invitar a Ucrania y Georgia a la otan . Además anunció que no retiraría tres misiles intercontinentales como se había previsto. Vladimir Putin declaró en una conferencia de prensa en 2007: “Por primera vez en la historia habrá elementos del poder nuclear estadunidense en el continente europeo. Esto simplemente cambia toda la configuración de la seguridad internacional. Por supuesto que tenemos que responder a eso.” La guerrita olímpica de Georgia es sólo otra expresión de las intenciones estadunidenses de aislar a Rusia e impedir sus supuestas ambiciones de controlar los oleoductos, propiedad de empresas occidentales en el Caspio. Este conflicto difícilmente dará lugar a una tercera guerra mundial, pero pone en evidencia nuestro desfilar a paso seguro hacia una segunda guerra fría.

martes, diciembre 09, 2008

Las razones de la guerra olímpica de Georgia (I de II)

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

ATAQUE SORPRESA

El caso parecía claro: el ruin gobierno ruso aprovechó la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing para atacar a un vecino débil, un Estado democrático y amigo de Occidente que simplemente quería defenderse de una serie de agresiones dirigidas por Moscú. El mundo reaccionó al unísono, condenando ese grotesco crimen. Los entonces candidatos a la presidencia estadunidense, Barack Obama y John McCain, criticaron con severidad a Rusia. El origen del problema es que las provincias georgianas de Abkhazia y Osetia del sur obtuvieron una especie de independencia de facto, y son patrulladas por tropas de paz rusas desde principios de la década de los noventa. Esta partición es una herida para Georgia. La versión oficial de los sucesos de la “ guerra de los cinco días” recitaba que el 7 de agosto de 2008 separatistas prorusos habían lanzado un ataque con misiles contra ciertas aldeas georgianas, y que las tropas rusas habían penetrado el territorio de la pequeña república por el norte. Los rusos, por su parte, aseguran que si enviaron tropas fue precisamente para proteger a los civiles y a sus fuerzas de paz de las tropas georgianas que bombardearon sus pueblos. El “ataque sorpresa”, que cobró (de acuerdo con el gobierno ruso) mil 500 vidas, fue un fiasco catastrófico, ya que los rusos seguramente tenían al gobierno georgiano infiltrado y habían dispuesto en secreto tropas a lo largo de la frontera.

CON AMIGOS COMO ÉSTOS…

El presidente georgiano, Mikhail Saakashvili, creyó poder recuperar las provincias disidentes en unas cuantas horas, confiando en que los rusos no se atreverían a intervenir debido a la buena relación que él mantenía con el régimen de Bush y con el candidato McCain (su principal asesor para relaciones extranjeras, Randy Scheunemann, era cabildero para esa nación, así como director del Comité para la Liberación de Irak, una organización dedicada a impulsar la invasión de Irak de 2003). El propio ex embajador de Georgia en Moscú durante esta guerra, Erosi Kitsmarishvili, declaró a la agencia Associated Press que, aunque ambas partes tenían la culpa, el gobierno georgiano había comenzado las hostilidades. Según el ex diplomático, quien ha sido desmentido con vehemencia por su régimen, Saakashvili deseaba esta guerra desde hacía cuatro años y creyó que la Casa Blanca daría luz verde para recuperar por la fuerza las provincias disidentes. Supuestamente, en su reunión en marzo de 2008, Bush le dio su apoyo, y el 9 y 10 de julio siguientes la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, aprobó el plan. Ese mismo mes 2 mil soldados estadunidenses fueron enviados a ese país para realizar un ejercicio conjunto con las tropas locales llamado: Immediate Response 2008. Saakashvili mandó 2 mil soldados a pelear en Irak y esperaba que su amigo personal George Bush, lo premiara por su fidelidad y por ofrecer convertir a su país en el “Israel del Cáucaso”, escribe Arnaud de Borchgrave en el Washington Times (4/ ix/20 08). Sin embargo, eu no estaba dispuesto a poner en riesgo su relación con el Kremlin a cambio del “Proyecto Georgia.”

ALIANZAS CONVENIENTES

La otra nación que alentó a Georgia en su aventura bélica fue Israel. Georgia comenzó a comprar armas a Israel desde hace siete años (con la ayuda de préstamos estadunidenses). El ministro de la defensa georgiano, Davit Kezerashvili, es un ex israelí que jugó un papel fundamental en la adquisición de armas, compra de aviones a control remoto (drones) de Elbit Maarahot Systems, el entrenamiento de tropas (entre cien y mil asesores militares israelíes y 110 estadunidenses tenían esa tarea) y acceso a información de sus servicios de inteligencia. Los rusos declararon que el material de origen israelí que confiscaron en esta guerra incluía “ocho tipos de vehículos militares, explosivos, minas y explosivos especiales para limpiar terrenos minados” y un número de drones. Aparte del apoyo oficial israelí, varias empresas particulares de ese país también daban servicios logísticos, entrenamiento y apoyo al ejército georgiano. Parte del acuerdo militar entre Georgia e Israel consistía en que aviones israelíes podrían utilizar dos aeropuertos en el sur de Georgia, para lanzar un ataque preventivo en contra de Irán. La organización de inteligencia israelí, Debka, publicó que el vuelo desde Georgia hasta Irán, pasando por el Caspio, reduciría el tiempo de vuelo a 3.5 horas, y eliminaría la necesidad de pedir autorización a eu para sobrevolar Irak. La relación especial entre las dos naciones llegó a niveles espirituales, como publicó el Jerusalén Post el 12 de agosto, cuando el primer ministro Vladimir Gurgenidze pidió la bendición para lanzar su acción militar a uno de los líderes religiosos más importantes del país, el rabino Aaron Leib Steinman, como escribió Borchgrave.

lunes, noviembre 24, 2008

Obama, el real y el imaginario

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

SÓLO PALABRAS

Hay una serie de palabras que desde muy joven me basta escuchar para que sienta algo agradable, una emoción familiar, una especie de calor placentero. Palabras como socialismo, rock y Mundial de Futbol, entre otras, tienen la capacidad de esquivar los centros de la razón de mi cerebro y funcionar como una especie de endorfina ideológica para crear un efecto de euforia instantánea, y para inspirar buenos deseos y evocar recuerdos maravillosos. Por supuesto que ese espacio idílico de nostalgia y optimismo no puede sobrevivir al menor cuestionamiento o a la indeseable interferencia de la memoria de purgas estalinianas y persecuciones de la creatividad en la desaparecida Checoslovaquia, Bon Jovi y Aerosmith, México perdiendo en penaltis o eliminado por Estados Unidos hasta el fin de los tiempos. El superyo arrastra esos recuerdos negativos y pisotea la fantasía con pequeños detalles que ponen en perspectiva que esas plácidas palabras son sólo palabras. Pensaba en esto a las once de la noche del pasado martes 4 de noviembre, cuando la cadena televisiva cnn proyectó, con cien por ciento de seguridad, que Barack Obama había ganado las elecciones a la presidencia. No puedo recordar otro momento comparable en mi vida. El triunfo de Obama no sólo marcaba el triunfo de la campaña electoral más sobria, inteligente y calculada de la historia, sino que era la confirmación de que la mayoría de los estadunidenses no eran el pueblo racista, infantilizado, vengativo, trivial y belicoso que durante ocho años la administración Bush nos aseguró que era. Quedó en evidencia que los grandes medios de comunicación y sus expertos habían estado observando al país equivocado.

REALIDAD BIEN FRÍA

Pero, obviamente, mi superyo también hizo aparición esa noche. El Obama que triunfó esa noche no es exactamente el mismo político y organizador comunitario de hace algunos años. Este Obama había recibido donaciones y apoyo de muchas de las mismas megacorporaciones que apoyaban a su rival McCain; había condicionado (aunque no ha dado marcha atrás) su visión radicalmente antibélica; había moderado sus propuestas ambientales (al aceptar perforar pozos petroleros en algunas zonas costeras protegidas); había asegurado que extendería la guerra en Afganistán y, en un exabrupto, dijo que mudaría la embajada estadunidense en Israel (país al cual se refirió como sacrosanto) a Jerusalén, en contra de toda lógica y de la ley internacional.

REFERENDO COMPROMETEDOR

Obama se definió a sí mismo desde las elecciones primarias de su partido y no desvió el curso. En cambio, John McCain, un político veterano y exprisionero de guerra, no pudo nunca decidirse por la imagen que quería proyectar de sí mismo, por lo que, tras muchos tropiezos, se dedicó a agredir a su contrincante. Lo acusó de carecer de experiencia, de tener amigos terroristas, de ser ingenuo en materia de relaciones internacionales, de ser antiamericano y de ser una especie de Paris Hilton de la política (literalmente). Pero la peor acusación la guardó para el final: lo acusó de ser socialista y de querer distribuir la riqueza. La palabra socialismo en Estados Unidos ha tenido desde siempre el efecto opuesto al que me produce a mí. La campaña de McCain y Palin trató de convertir esta elección en un referendo sobre el socialismo. Ante la falta de argumentos, los operadores políticos republicanos volvieron a rescatar la guerra cultural de los años sesenta para confrontar los peligros del liberalismo con la certezas del conservadurismo. Un hombre de color, con alianzas desconocidas, cosmopolita, intelectual y elitista, opuesto a un patriota que, contradiciendo toda lógica fiscal, se manifestaba en contra de distribuir la riqueza (lo cual es la función elemental de los impuestos). Este tipo de absurdos funcionaron (aunque apenas) para elegir dos veces a George w . Bush, pero fallaron ahora. Bush fue electo en un tiempo de relativa bonanza económica, en el que la gente quería votar por un tipo carismático con el que le gustaría tomarse una cerveza. Ante la hecatombe económica actual, sólo un cretino o alguien completamente cegado por el racismo o la ideología osaría darle el poder a un candidato que, ante la quiebra de Lehman Brothers, declaró: “Los fundamentos de nuestra economía son fuertes”; a un hombre que varias veces declaró que la economía no era su fuerte y que, aun cuando el merolico Alan Greenspan reconoció su error al creer que los mercados financieros podían regularse a sí mismos, seguía pregonando mantras friedmanitas. Los republicanos perdieron apabullantemente porque trataron de dividir al país en una “América real” y otra América, supongo que falsa. Pero en buena medida los estadunidenses dejaron de tenerle miedo a ciertas ideas que asociaban vagamente con el socialismo y repudiaron masivamente al régimen de Bush y, de paso, a McCain. Mientras tanto, la palabra Obama pasó a integrarse, por lo menos por ahora, a mi léxico personal de lo entrañable.

lunes, noviembre 10, 2008

Afganistán, la otra guerra y su legado

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

NARCOS E INVASORES

Antes de la invasión estadunidense, el talibán había limitado y, en algunas zonas, erradicado el cultivo de opio. Sin duda, esta fue una de las poca acciones decentes e inteligentes que llevó a cabo este grupo fundamentalista. Hoy una de las provincias más turbulentas del país, Helmland, provee (de acuerdo con expertos de la onu ) más de la mitad de las 7 mil 700 toneladas de opio que produjo Afganistán este año, cantidad que supuestamente equivale al ochenta por ciento de la heroína que se consume en el mundo, y que ha generado internamente un ingreso anual de 4 mil millones de dólares. Presuntamente, este es el dinero que financia a los rebeldes y, por tanto, desde la segunda semana de octubre la otan determinó incluir en su mandato atacar a los narcotraficantes. Uno se pregunta: ¿qué hacían antes si se topaban con camiones cargados de amapola? ¿Los dejaban pasar?¿Informaban a la incompetente policía o al letárgico ejército con la certeza de que no podrían hacer nada contra los narcos? ¿Cómo entender las relaciones entre una fuerza militar internacional invasora y los narcocaciques locales? No podemos más que imaginar que debe haber algún tipo de complicidad entre los ocupadores y los traficantes. Esta invasión moderna tiene muchas reminiscencias con las intervenciones y la voracidad de las viejas potencias coloniales. Parafraseando a Philip K. Dick: “El siglo XIX nunca terminó.”

FRAGMENTOS DE PAÍS

El gobierno de Hamid Kharzai sólo tiene poder en Kabul. Al rebasar los límites de la ciudad se entra en territorio hostil. De acuerdo con testimonios como el del periodista Nir Rosen (“A Journey into Taliban-Controlled Afganistan”, publicado en la edición del 30 de octubre de 2008, de la revista Rolling Stone), el talibán se enfrenta diariamente a las tropas de ocupación y ni siquiera recurren al abrigo de la oscuridad para controlar los caminos, llevar a cabo redadas, instalar tribunales, detener y ejecutar a quienes acusan de espionaje o colaboración con los invasores. El talibán de hoy es una fuerza más pragmática, más sofisticada, menos fanática, mejor equipada y preparada que el de hace siete años. Sus acciones son cada día más atrevidas, violentas e ingeniosas, como fue aquel ataque contra la prisión de Kandahar el 13 de junio de 2008, cuando estacionaron una pipa de combustible frente a la puerta y después le dispararon con un lanza granadas. En la explosión murieron los guardias y novecientos presos escaparon. El talibán conduce regularmente ataques espectaculares contra ciudades, así como bases estadounidenses y de la otan , como aquella donde mataron a diez soldados franceses estacionados en las afueras de la capital.

EL PELIGRO DE LOS INVASORES

Al tiempo en que esto sucede, la maquinaria propagandística ya teje su nuevo cuento: “Los terroristas no son afganos, sino guerrilleros que vienen escapando de la estrategia estadunidense antisubversiva empleada en Irak.” El ejército de eu recurre nuevamente a la vieja y paradójica tradición de descalificar a un enemigo nativo al argumentar que en realidad se trata de invasores extranjeros. Sin duda hay militantes de muchas partes del mundo peleando en Afganistán, pero querer negar que los rebeldes persiguen una causa nacionalista es simple propaganda. Asimismo, está de vuelta la costumbre de exagerar los números de combatientes enemigos eliminados. El ejército estadunidense asegura diariamente que ha eliminado a decenas o cientos de talibanes y en cada ataque se dice que ha caído uno o más de los principales líderes rebeldes. Esta propaganda es insertada en el ciclo noticioso, con la esperanza de influenciar al público y, una vez que la noticia desaparece de los titulares, nadie pone atención si es desmentida.

REGRESANDO AL LEGADO DE GEORGE W. BUSH

Al término de la era Bush hay quienes sentirán una enorme gratitud por su liderazgo. Bajo este régimen, empresas como Exxon Mobil rompieron todos los récord históricos de ingresos, y se convirtieron en las corporaciones más ricas que han existido en el planeta (sus ganancias para el 2007 fueron 40.61 mil millones de dólares o bien mil 300 dólares por segundo). Y si bien Bush deja a un país en ruinas, algunos sectores de la economía han prosperado de manera increíble, como las empresas de mercenarios Blackwater y Triple Canopy, así como empresas de “contratistas” multiusos como Halliburton (de la cual era director general el vicepresidente Dick Cheney) y KBR. Y no podemos olvidar a los fabricantes de armas y equipo militar, que en 2008 vendieron más de 32 mil millones de dólares en armas, rompiendo también todo récord existente y estableciendo un nuevo estándar en las relaciones comerciales de EU y Oriente próximo.

lunes, septiembre 01, 2008

Batman y el espíritu del terrorismo

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

ENTRETENIMIENTO MILITAR

Sabemos que la guerra es espectáculo cuando se torna imposible diferenciar entre la información de los noticieros y los productos de entretenimiento que explotan el conflicto bélico. Una de las características singulares de la llamada Revolución de los Asuntos Militares (Revolution in Military Affairs o RMA), o del ejercito estadunidense, puesta en vigor desde la primera guerra del Golfo, es que independientemente de haber centralizado el poder de computo y la operación y logística de una diversidad de sistemas de vigilancia a nivel planetario, también ofrece la posibilidad de controlar la difusión de la información y la manera de enfocar diferentes auditorios (los propios, los del enemigo y los del resto del mundo) . El RMA quiere ser concebido entonces como “una respuesta militar-corporativa-política estadunidense a la expansión de los fundamentalismos en la era posterior a la Guerra fría, e incluso como un medio para patrullar el imperio estadunidense emergente”, como señalan Stephen Stockwell y Adam Muir, de la universidad Griffith, en su ensayo: The Military-Entertainment Complex: A New Facet of Information Warfare. La guerra e invasión de Irak llevó al extremo las lecciones aprendidas a Hollywood, de manera que “tratan al ‘ enemigo ' como si fuera el público”. Ya no bastaba con entretener al público doméstico con un espectáculo pirotécnico de fuegos artificiales en forma de misiles “inteligentes”, que filman su propia destrucción al impactarse contra su blanco. La diversión que ofrecía masacrar militares y civiles hostiles fue dando paso al entretenimiento provocado al eliminar insurgentes y civiles incautos. Pero las palizas a rivales indefensos o fácilmente aplastables terminan por aburrir y no cumplen con las mínimas normas y expectativas del showbiz hollywoodense. Además, esta guerrita tan fácil, que el ejército más poderoso del mundo no ha podido ganar contra “bandas de guerrilleros rijosos”, provoca todos los día irresolubles conflictos morales que terminan por confundir y angustiar hasta al público más distraído y negligente. Es tiempo, por lo tanto, de redefinir la guerra para fortalecer el mito bélico y patriótico, sin por ello concienciar al público.

Y DE ESA MANERA LLEGAMOS A LAS CALLES DE LA CIUDAD GÓTICA

El caballero oscuro, Batman, está a punto de eliminar a las pandillas que se reparten los bajos mundo de la urbe en la cinta The Dark Knight, de Christopher Nolan (2008). El hombre murciélago actúa al margen de la ley para obtener las pruebas suficientes para enviar a los capos gangsters a la cárcel por el resto de sus vidas. Sin embargo, en su intento se topa con el Guasón, un criminal distinto, uno que goza con el arte del crimen, uno que no tiene interés en el dinero y que necesita de un superhéroe para poder ser un supervillano. La cinta es una delirante exploración sádica de la perversidad que no cumple con los estándares tradicionales del blockbuster veraniego (entretenimiento explosivo, cargado de humor, efectos especiales y un final feliz), pero, paradójicamente, se ha convertido en la segunda película más taquillera de la historia. Nolan hizo un filme caótico, desenfrenado, por momentos oligofrénico, y sin embargo, por momentos, prodigioso e inteligente. Pero el Guasón no es un accidente narrativo, sino un mega maleante cuyo poder radica en retorcer la moral de sus enemigos para cuestionar los valores de la sociedad. Y a esto debemos añadir que el Guasón es un anarquista maléfico de acción directa que emplea el lenguaje del terrorismo, las bombas, secuestros, amenazas y extorsión. Pero en medio de un frenesí cinemático que no hace más que caricaturizar la manipulación y las torpes respuestas a las amenazas del terrorismo de la administración Bush, una de las secuencias más reveladoras es aquella en que Batman/Bruce Wayne decide montar un sistema para espiar a todos los ciudadanos para dar con el Guasón. Esto es un reflejo distorsionado de los operativos clandestinos de espionaje telefónico y mediático, montados por el equipo neocon. Esta invasión de la intimidad resulta justificada, a diferencia de lo sucedido en el mundo real. Por tanto, numerosos conservadores han querido ver este filme oscuro y sórdido como apoyo del legado siniestro del presidente Bush. Dark Knight no es propiamente una celebración de la violencia, la cual por momentos resulta verdaderamente indigesta, en cambio parece un ejercicio para familiarizarnos y aceptar el nuevo clima de violencia que desataron los Guasones de la Casa Blanca y el Pentágono.

domingo, julio 06, 2008

Generales retirados al servicio de la propaganda del Pentágono (II)

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

INFILTRACIÓN Y COMPLICIDAD

El Pentágono reclutó a unos setenta y cinco militares retirados de alto rango (y Rumsfeld mismo les dio el visto bueno) para incorporarlos en Fox News, nbc y cnn principalmente, aunque también participaban en el resto de las cadenas, así como en programas de radio, publicaciones escritas y sitios del web. Por lo menos nueve de ellos escribieron artículos de opinión para el propio New York Times. La estrategia de integrar generales retirados a los servicios noticiosos de la mayoría de los canales con la intención de desinformar y sembrar propaganda fue, de acuerdo con el corresponsal del New York Times, David Barstow (autor del artículo de primera plana, “Behind TV Analysts, Pentagon's Hidden Hand”), un caballo de Troya informativo. Los generales retirados en el papel de analistas militares mediáticos fueron un mecanismo absolutamente descarado de control de la información que operaba desde el interior de las organizaciones noticiosas. A la vez era una estrategia que requería que los propios medios fueran cómplices, por lo menos en lo que respecta a no investigar a sus colaboradores. Resulta difícil de creer que los encargados de los noticieros no tuvieran sospechas de sus generales, dado que pronto quedó claro para cualquier espectador atento que estos militares eran una caja de resonancia para la línea oficial, por más absurda, demente y grotesca que esta fuera. Un ejemplo revelador es el general retirado James Marks, quien trabajó desde 2004 para cnn y al mismo tiempo trabajaba para McNeil Technologies, obteniendo contratos militares y de inteligencia. cnn no tuvo curiosidad de investigar a su nuevo empleado ni le preocupó el obvio conflicto de intereses que implicaba su relación con una empresa semejante. Al tiempo en que el ex general aparecía en la tele, trabajaba enfebrecidamente para obtener un contrato de 4.6 mil millones de dólares para proveer intérpretes para el ejército de ocupación estadunidense en Irak. No menos sorprendente fue la declaración que hiecera del ex general Barry McCaffrey al auditorio del canal MSNBC: “Gracias a dios por el tanque Abrams y el vehículo de combate Bradley.” McCaffrey es miembro de la junta directiva de la empresa IDT que recibe contratos multimillonarios para proveer de refacciones y partes para esos vehículos y, por lo tanto, tiene interés en que la guerra y la ocupación se prolonguen indefinidamente. Este tipo de conflictos de interés no provocó el despido de los analistas, en cambio el ex militar John Batiste perdió su empleo como consultor de la división de noticias de la cadena CBS por criticar a Bush.

TEMAS Y MENSAJES

El Times logró tener acceso a documentos secretos e internos del Pentágono (el diario tuvo que imponer una demanda contra el Departamento de la Defensa para poder ver alrededor de 8 mil correos electrónicos, transcripciones, registros de conversaciones privadas, informes y bitácoras de viajes) en los que se refiere a estos analistas como “multiplicadores de fuerza del mensaje”, o “sucedáneos” encargados de transmitir a millones de estadunidenses “temas y mensajes” de la administración “en forma de sus propias opiniones”, escribe Barstow. Para los analistas, la oposición a la guerra era provocada por las percepciones erróneas de los medios informativos y no por la realidad. La estrategia bélica de la administración “era brillante y muy exitosa”.

EL COLAPSO

La fachada de éxito no tardó en desmoronarse y, ante la imposibilidad de seguir pregonando mentiras, los analistas sugirieron a Rumsfeld que “aplastara” a sus críticos y se enfocaran en el siguiente hito: confrontar a Irán. Entre los muy numerosos escándalos que han desatado los sucios manejos mediáticos de la administración Bush, este destaca por las implicaciones que representó el sórdido e ilegal matrimonio entre propaganda e intereses mercenarios. Además, dado que la mayoría de las grandes empresas de la información están involucradas, la cobertura del escándalo ha sido prácticamente nula. Tras la revelación del programa en el New York Times, éste fue suspendido temporalmente. Sin embargo, muchos de los ex militares mencionados en el artículo siguen dando comentarios al aire. De cualquier manera, es de imaginar que el programa tendrá algún renacimiento bajo otra forma. En parte porque las desastrosas políticas bélicas requieren de muchísima propaganda para poderse vender o por lo menos para no ser rechazadas masivamente, pero también por la tradicional fascinación de los medios de comunicación por los militares de alto rango. El caso es doblemente grave dado que la ley estadunidense prohíbe al gobierno propagandizar a sus ciudadanos. En condiciones normales, el asunto hubiera enviado a la cárcel a políticos, ex militares y ejecutivos de las comunicaciones. En el mundo de Bush simplemente no pasó nada.

domingo, junio 22, 2008

Generales retirados al servicio de la propaganda del Pentágono (I de II)

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

EL EQUIPO DE LOS GENERALES

Si algo había en exceso en el verano de 2005, eran las malas noticias para la administración Bush: Guantánamo había sido nombrado “el gulag de nuestro tiempo” por la organización Amnesty International; la violencia estaba en aumento en Irak; en Afganistán las cosas no lucían muy exitosas y poco después se revelaría que el gobierno estadunidense estaba espiando a sus propios ciudadanos. Ante la incapacidad y desinterés por cambiar la realidad, el equipo Bush volvió a echar mano de los genios de la propaganda. Aunque los medios habían sido exageradamente conservadores y cuidadosos en sus críticas, el gobierno quiso dar un giro radical a la percepción pública. La propuesta para manipular el consenso fue crear un grupo de generales retirados, dóciles y serviles, o por lo menos simpatizantes de la administración, invitarlos a un de lujo por Guantánamo (muy significativamente a bordo del avión del vicepresidente Dick Cheney) para prepararlos como analistas expertos militares y luego insertarlos en los medios de difusión como figuras paternales, autoritarias, bonachonas, confiables y reconfortantes que podían ofrecer una perspectiva amable de la realidad. Este pecado propagandístico de la administración Bush fue revelado el 20 de abril de 2008 en un artículo de primera plana de David Barstow en el New York Times: “Behind tv Analysts, Pentagon's Hidden Hand.”

VIEJO RECURSO NUEVO ÉNFASIS

Esto en esencia era una repetición de viejas estrategias, ya que algunos de estos generales habían participado en una campaña semejante durante las acciones militares de 2001 y la preparación para la invasión de Irak en 2002. Para poder lanzar una guerra en contra de la voluntad del público, la tristemente célebre Victoria (Torie) Clarke, la ex asistente del secretario de la defensa para relaciones públicas, lanzó su plan de “dominación informativa”, una doctrina que considera que “en una cultura mediática saturada de manipulaciones, la opinión pública es influenciada principalmente por voces percibidas como independientes y con autoridad”. Barstow escribe que, desde antes del 11 de septiembre, Clarke comenzó a reclutar figuras influyentes clave en todos los ámbitos para generar apoyo para Donald Rumsfeld. La misión de los analistas militares no se limitaban a explicar estrategias o los usos del material bélico, sino que trataban de moldear la interpretación de la guerra. Esta táctica propagandística vino a sumarse a otras prácticas de la administración Bush, como pagar columnistas (en eu así como en Irak) y distribuir videos “informativos” a noticieros televisivos.

MULTIPLICANDO MENSAJES

En varias ocasiones el Pentágono había formado “fuerzas de multiplicación del mensaje”, pero en este caso los ex militares, que pretendían ofrecer opiniones independientes mientras leían puntos ordenados por el Pentágono, estaban en la nómina de varios contratistas militares. La mayoría de estos militares tenía (y en muchos casos aún tiene) jugosos vínculos financieros con contratistas involucrados en el negocio de proveer armas, equipo y servicios al ejército estadunidense y, en particular, a las tropas invasoras. Los analistas (que comenzaron siendo alrededor de 150 pero quedaron en setenta y cinco) eran cabilderos, ejecutivos, miembros de las juntas de dirección o asesores de empresas grandes y pequeñas que se arrebatan el gigantesco presupuesto que despilfarra el ejército estadunidense en este conflicto. No se ha demostrado que los analistas percibieran un sueldo por sus comentarios, en cambio, lo que obtenían era acceso privilegiado a los más altos círculos del poder, lo que se podía transformar en amplias oportunidades comerciales futuras. Los militares retirados eran seducidos por un trato de dignatarios (viajes, tomar café en la mejor vajilla gubernamental, limusinas, mensajes de agradecimiento de parte del propio Rumsfeld) al tiempo en que se les hacía sentir que eran “parte del equipo” y que “estaban de regreso” en el círculo de la toma de decisiones. Estos analistas eran paseados por las zonas de guerra, recibían informes secretos de la situación, a veces participaban en reuniones de alto nivel y tenían acceso a los generales en servicio al mando de las tropas en Irak y Afganistán. Los analistas se reunieron por lo menos en dieciocho ocasiones con Rumsfeld, aunque tuvieron numerosas sesiones con oficiales del Pentágono, especialmente con aquellos responsables de la asignación de los presupuestos. Los analistas recibían un guión específico de lo que debían decir al aire para manipular y distorsionar las noticias. Además de que tenían instrucciones de no citar sus fuentes ni describir sus contactos con el Pentágono, el cual contrató a una empresa privada para monitorear y evaluar el impacto de sus analistas en los medios.

domingo, junio 08, 2008

El terrorismo sexual en la era Bush

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

GUERRA SANTA

Sería difícil resistir la tentación de ridiculizar la experiencia militar del presidente y comandante en jefe de las fuerzas armadas estadunidenses, George W. Bush, Jr., cuya única tarea en el ejército consistió en proteger, entre 1968 y 1972, los cielos de Texas de cualquier incursión norvietnamita. No podemos negar que su labor fue un éxito. Sería difícil ignorar las muchas carreras frustradas que ha tenido el exporrista de la universidad de Andover, exdueño del equipo de béisbol Texas Rangers, expetrolero fracasado y exsocio de la familia Bin Laden. Pero si hay algo difícil de olvidar es que el presidente que gusta de pasar sus vacaciones de verano en su “rancho” de la ciudad de Crawford, Texas, en 2003, en Aqaba, le dijo al primer ministro Mahmoud Abbas: “Dios me dijo que atacara a Al Qaeda y los ataqué, y entonces me indicó que atacara a Saddam, lo cual hice y ahora estoy decidido a resolver el problema del Medio Oriente. Si usted me ayuda yo actuaré y, si no, vendrán las elecciones y tendré que enfocarme en ellas.” Estas inolvidables palabras fueron publicadas el 26 de junio de 2003 en el diario israelí Haaretz por el periodista Arnon Regular. Quizás jamás podremos saber si Bush en realidad dijo semejante cosa, pero sí podemos intuir que Abbas no quiso o no pudo ayudar a Bus, ya que la situación en Israel y Palestina está peor que nunca. ¡Qué oportunidad perdida de aprovechar el poder divino que Bush ha despilfarrado en sus guerras!

GUERRA AMBIGUA

No podemos asegurar que Bush crea realmente que sus guerras tienen motivación divina, lo que sí se debería creer es que sus guerras tienen un elemento de terrorismo sexual cada día más ominoso. El presidente dio, en el verano de 2007, una discreta orden ejecutiva que permite a los agentes de inteligencia y espionaje estadunidenses evadir todas las restricciones (imaginadas por la Suprema Corte , el Congreso y el artículo 3 de las convenciones de Ginebra) respecto al uso de técnicas degradantes y humillantes de interrogación. El argumento es que un agente puede humillar y degradar a un sospechoso si considera que al hacerlo puede impedir que tenga lugar un acto terrorista. Se ha hablado mucho, especialmente en los medios estadunidenses, de la controversia del waterboarding o la tortura del agua (a la que dedicamos dos entregas de esta columna), en cambio, se ha omitido deliberadamente toda mención de tortura sexual. Y la genialidad de Bush y su equipo ha sido precisamente dejar todo en la ambigüedad: no dejar documentación alguna de la técnicas de tortura sexual aprobadas. De esa manera, nuevamente han eludido la responsabilidad y futuros cargos por crímenes de lesa humanidad.

LAS TÉCNICAS DE LA PERVERSIÓN

Habiendo tantas formas de provocar dolor, podríamos preguntarnos por qué el énfasis en la tortura sexual. La razón es que este tipo de tormento no sólo provoca dolor físico, sino también heridas emocionales y profunda vergüenza. Dado que no hay memorandums explícitos que instruyan a los agentes de inteligencia militar, de la cia o de cualquier otra organización de inteligencia, el comentarista David Rosen propone que una buena guía de lo que está ocurriendo es el registro histórico documentado de las prácticas y técnicas sexuales usadas por Estados Unidos y otros países para hacer confesar a los sospechosos de terrorismo. Lo más obvio sería pensar en la violación de hombres, mujeres y niños, una práctica que se ha usado desde hace siglos en donde quiera que ha habido abusos de poder. A pesar de que se han reportado pocos casos de violación en la “guerra contra el terror”, se sabe que se han empleado ampliamente las siguientes técnicas:

1. Videograbar y fotografiar a detenidos desnudos.
2. Obligar a los presos a posar en posiciones sexualmente explícitas.
3. Mantener a los presos desnudos durante varios días.
4. Embarrar lo que supuestamente era sangre menstrual en el rostro de los presos.
5. Manosear sexualmente a los presos.
6. Obligar a los presos varones a utilizar ropa interior femenina.
7. Obligar a los presos a masturbarse en grupo para videograbarlos y fotografiarlos.
8. Obligar a los presos a formar pirámides o pilas humanas.
9. Ponerle bolsas de tela en la cabeza a los presos desnudos y luego conectarles cables en las manos y los genitales para darles o hacerles creer que se les darán descargas eléctricas.
10. Ponerle correas de perro al cuello a los presos desnudos, tratarlos como animales y hacerlos posar con mujeres soldados.
11. Sodomizar a los presos con tubos de luz (como los usadas por los buzos) y con escobas.

Estas prácticas han sido documentadas en varias guerras, y sólo en la “guerra contra el terror” se han producido cientos de fotos y por lo menos cuatro videos. Además sabemos que la cia ha destruido deliberadamente numerosos videos y evidencias de interrogatorios hechos en 2002. Resulta difícil creer que en algún momento los autores intelectuales de esta orgía del terror pagarán por sus abusos, pero sería revelador entender qué clase de dios pide a sus seguidores que peleen una guerra semejante.

domingo, mayo 18, 2008

Palestina hoy

Naief Yehya
Fotos en exclusiva de Maritza López

El 14 de mayo de 1948, David Ben Gurion anunció la independencia unilateral del estado de Israel. Hubiera sido imposible imaginar que sesenta años más tarde esa pequeña nación se hubiera convertido en una potencia atómica regional donde florecen las artes, la cultura, la educación, la industria, la alta tecnología y la democracia. En un parpadeo de seis décadas, Israel se volvió un país desarrollado con una vibrante economía. Asimismo, se constituyó en un Estado acorazado imbatible, con uno de los ejércitos más poderosos del mundo y los servicios de espionaje e inteligencia más eficientes de nuestro tiempo.

Cuando Ben Gurion declaró la independencia se peleaba una guerra en Palestina entre los inmigrantes judíos y los "nativos" árabes. Estos últimos fueron fácilmente derrotados, y a pesar de que en su mayoría fueron expulsados de sus tierras, de que sus pueblos fueron literalmente borrados del mapa y su historia fue sepultada, el conflicto aún no ha terminado; por el contrario, se ha exacerbado, tornado más crudo y más complejo. La limpieza étnica del territorio no resolvió el problema territorial sino que propició nuevos conflictos, resentimientos irreparables y nuevas guerras regionales, una de ellas, la Guerra de los seis días, de 1967, la que sirvió a Israel de pretexto para ocupar, en contra de todo mandato de las Naciones Unidas, toda Palestina, las alturas del Golán, pertenecientes a Siria, el Sinaí egipcio y toda la ciudad de Jerusalén.


La independencia israelí es también el día del Naqba o de la catástrofe. Un mismo evento visto por estos dos pueblos no podría ser más distinto. Mientras para unos representa la liberación de las potencias europeas y la oportunidad de formar una nación, para otros es el comienzo de un proceso de humillación, marginación, despojo y, en un momento dado, lento exterminio en tanto que pueblo. Sesenta años de Estado judío son también sesenta años de guerra que pueden resumirse en un conflicto que ha hecho a las partes sentirse más que enemigos.

El principal problema para entender el conflicto israelí palestino es que muchas personas no saben que en realidad se trata de dos problemas distintos. Por un lado tenemos a una población árabe israelí (1.3 millones, alrededor del veinte por ciento de la población) relativamente asimilada que vive dentro de Israel, disfruta de la mayoría de los privilegios de ser ciudadanos de un país desarrollado y tiene representación parlamentaria, aunque tengan motivos para sentirse ciudadanos de segunda clase. Por otro lado está la población de los territorios ocupados en 1967, que son palestinos considerados como extranjeros, una sociedad apátrida que lleva cuarenta años viviendo bajo un brutal régimen militar. Esta última es una de las sociedades más marginadas del mundo, que bajo el pretexto de la seguridad nacional viven en una situación de estrangulamiento. Los árabes israelíes son vistos con creciente desconfianza y temor, ya que ante los ojos de algunos ponen en riesgo la naturaleza judía del Estado.

Los palestinos de los territorios están divididos entre la franja de Gaza, la cual presuntamente fue devuelta a los palestinos bajo el gobierno de Ariel Sharon (8 mil colonos fueron retirados pero Israel conserva el control de las fronteras, el mar, el espacio aéreo y la prerrogativa de intervenir en cualquier momento) y en Cisjordania. Gaza por su parte es una zona de desastre, la región más sobrepoblada del mundo, donde la gente padece terribles condiciones de miseria, vivienda, sanidad, educación, miedo permanente y donde la población civil está en el medio de la batalla entre el ejército israelí y las milicias que obstinadamente siguen creyendo que "lo que fue arrebatado por la fuerza deberá ser recuperado por la fuerza". En Cisjordania y Jerusalén este viven alrededor de 400 mil colonos en numerosos asentamientos dispersos y conectados por vías carreteras de uso exclusivo de los colonos.


Cualquier discusión alrededor del conflicto árabe israelí cae inevitablemente en los mismos argumentos cansados, en la retórica de la victimización, en las mutuas acusaciones de terrorismo y de terrorismo estatal, en premoniciones oprobiosas, arrebatos fanáticos y teorías conspiratorias. Pero finalmente nada es más contundente que los "hechos en el terreno", la materialización de la ideología en forma de la prisión ghetto más grande del mundo que es Gaza, la bantustanización de Cisjordania y el muro de separación, esa nueva "cortina de hierro", cerco de lamentaciones que es la trinchera y frente de combate del "choque de las civilizaciones".

En una tierra cargada de simbolismo gastado, anodino e inane, esta brutal, y en algunas partes gigantesca muralla, representa el impasse a cualquier forma de conciliación y tolerancia. El muro es un monumento de cemento y metal a la paranoia y al complejo de culpa. Si bien es cierto que esta construcción ha reducido el número de ataques terroristas, también lo es la renuncia definitiva a la diplomacia y cualquier iniciativa de paz. Pero es más que eso, ya que también representa la mineralización del sueño del padre del sionismo, Theodor Herzl, quien ofreció a las potencias europeas ser "un sector de la muralla en contra de Asia, serviremos como la vanguardia de la cultura en contra del barbarismo", como cita James L. Gelvin en su libro The Israel-Palestine Conflict: One Hundred Years of War. Esa visión decimonónica sigue dominando la percepción de quienes ven en ese muro una protección contra la otredad, una evocación nostálgica de la era del colonialismo británico, el retorno a un tiempo donde "los salvajes sabían cuál era su lugar". Como apunta Uri Avnery, los colonos judíos de Palestina pudieron elegir entre integrarse y aceptarse como un pueblo asiático de retorno a sus orígenes, pero escogieron ser los amos blancos, modernos cruzados sin cruz.


No hay duda de que los colonos encontraron hostiles a los locales, especialmente cuando éstos entendieron sus intenciones y su capacidad para adquirir tierras legal e ilegalmente. El Estado sionista fue construido a partir de la ilusión de una nación sin fronteras que se extiende de acuerdo con sus necesidades, caprichos y capacidades militares. Ben Gurion fue cuidadoso al no comprometerse a ninguna limitante territorial y las fronteras determinadas por la ONU en 1947 no tenían ningún significado para él.

A sus sesenta años, el Estado de Israel sigue padeciendo curiosas pesadillas, temiendo desaparecer entre masas árabes que se reproducen velozmente, aterrados por ser tirados al mar o eliminados por enemigos pavorosamente inferiores como los grupos Hamas y Hezbollah o borrados por imaginarias bombas atómicas iraníes. A sus sesenta años Israel no tiene proyecto alguno de paz ni intención realista de negociar, ya que la paz implica confrontar al movimiento de los asentamientos, una masa en su mayoría radical, indisciplinada, apocalíptica, racista y cegada por el fervor religioso. Los colonos que viven una fantasía inspirada tanto por la Biblia como por John Wayne y el mito del viejo Oeste estadunidense, han logrado secuestrar la situación política y dictar sus términos lunáticos al Estado.


Más que temer por la supervivencia, a sus sesenta años Israel debería temer por su legado, por preguntarse si vale la pena seguir nutriendo aún el resentimiento y si el pragmatismo del despojo, la depredación y la marginación es decente o moral. Es tiempo de reconocer que no se puede ser una sociedad democrática y al mismo tiempo un pueblo invasor y opresor. Es hora de considerar que la única solución es una sola Palestina o Israel, completa, un Estado libre, laico, democrático, pacífico, con libertad de credo (pero que censure a los líderes carismáticos fascistas), donde los mitos religiosos y fantasías místicas no tengan peso político y, sobre todo, un Estado donde todo mundo sea igual ante la ley.

domingo, mayo 11, 2008

El legado del régimen Bush

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

EL FIN DE LA DEMOCRACIA

A cinco años de guerra en Irak y casi siete de “guerra contra el terror”, podemos decir sin temor a exagerar que la democracia en Estados Unidos ha fallecido. En víspera de las elecciones presidenciales, las campañas de los contendientes por la nominación por el Partido Demócrata, Barack Obama y Hillary Clinton, se han centrado en cosas insignificantes y se han tornado, especialmente por parte de Clinton, en estrategias feroces para satanizar a su rival y, de paso, envenenar el proceso. Los agentes de relaciones públicas y los medios de comunicación han logrado, con más eficacia que nunca, transformar la elección en un vacuo concurso de carisma, en el que el triunfador será el que logre crear la imagen de ser una persona cualquiera, alguien con “quien uno quisiera tomarme una cerveza”. Ningún criterio podría parecer más idiota, particularmente cuando el país vive una depresión económica y está empantanado en guerras de las que no habrá salida rápida.

EMPANTANADOS

Desde la caída de Hussein, Estados Unidos ha mantenido una actitud esquizofrénica respecto del clérigo rebelde Muqtada al Sadr, a quien un día acusa de ser terrorista y al día siguiente trata de seducir y sobornar. Al Sadr se tornó en líder carismático cuando las tropas de ocupación demostraron no sólo ser incapaces de restablecer los servicios básicos, sino cuando tampoco pudieron impedir las masacres de shíitas, como la que tuvo lugar el 2 de marzo de 2004, cuando varias bombas estallaron en Karbala y Kadhimiyah, matando a más de 270 personas y dejando a cientos de heridos. En ese momento quedó claro que los estadunidenses serían usados en un complicado y mortal ajedrez interétnico. Ese y muchos otros actos de violencia de proporciones gigantescas y de motivación evidentemente sectaria, sirvieron como justificación para el establecimiento de fuerzas de autodefensa shiíta, como el ejército Mahdi o las brigadas Badr. Mientras los ocupadores, que desconocían las políticas interétnicas y despreciaban la complejidad de la cultura local, cayeron en la trampa, y mientras por un lado atacaban a los sunitas en Fallujah, destruyendo la ciudad y convirtiendo ese nombre en sinónimo de oprobio, por el otro trataban infructuosamente de eliminar a Al Sadr. Esto sólo consolidó el poder del clérigo y obligó a algunos grupos sunitas a reconocer que necesitaban otra estrategia, ya que la confrontación directa con el ejército estadunidense era una locura, de ahí que hayan entrado en una alianza con los ocupadores para combatir a Al Qaeda (y de paso exprimir algunos dólares a los estadunidenses), formando los Consejos del despertar, una táctica que les hará ganar tiempo, destruir a un enemigo común, rearmarse y esperar una buena oportunidad para volver a atacar a los shiítas.

SEIS PUNTOS

Recientemente fue revelado (Daily Mail, 11/ IV/ 2008) que los más altos círculos del gobierno (Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Condoleezza Rice, etcétera), no solamente aprobaron el uso de la tortura, sino que tuvieron varias discusiones secretas en las que acordaron y diseñaron el uso y los métodos que se emplearían para obtener confesiones de los sospechosos. Esto viene a confirmar una sospecha universal y a sumar un punto más al legado del régimen Bush y la cofradía de los neocons : la efectiva destrucción del prestigio y la credibilidad que le quedaba a Washington, la devastación del ejército estadunidense en un combate prolongado e inútil que convertirá su equipo y material en chatarra, reducirá los niveles de enrolamiento y hará que numerosos soldados activos aprovechen la primera oportunidad para darse de baja.

Una recesión económica propiciada en gran medida por el altísimo costo de una guerra que sólo ha sido negocio para corporaciones petroleras (con el barril a 114 dólares), agencias de mercenarios, traficantes de armas y líderes corruptos (iraquíes, estadunidenses y otros, tanto civiles como militares).

La desestabilización del Oriente próximo por un despertar islámico militante que hará tambalearse a varios regímenes del mundo árabe.

Una catástrofe humanitaria apabullante por los millones de iraquíes desplazados que ahora viven en condiciones de miseria en Siria, Jordania y otros países de la región que se encuentran a su vez rebasados.

Pero lo más importante y trágico es haber provocado la muerte de cientos de miles de iraquíes, más de 4 mil soldados estadunidenses, la destrucción de miles y miles de familias y transformación de Irak en una zona de desastre.

domingo, abril 13, 2008

Cinco años de guerra en Irak

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

UNA NACIÓN DE REFUGIADOS

El 17 de marzo de 2008 el Wall Street Journal publicó “After Five Years of War, A Nation of Refugees.” Gena Chon informaba a los lectores de ese diario que el catorce por ciento de la población iraquí ha sido desplazada internamente o a los países vecinos, debido a la invasión estadunidense y el posterior caos devastador que desató esa acción militar. Si el número de muertes diarias ha bajado es en gran medida debido a la separación o la “limpieza étnica” que ha tenido lugar en un país que hasta ahora había vivido con gran tolerancia de su diversidad. Es cierto que Hussein privilegió a los sunitas y reprimió a los kurdos y a los chiítas, entre otros, en determinado momento de la historia. No obstante, nada era más común que los matrimonios interétnicos y, en la mayoría de las ciudades, personas de diversas religiones convivían normalmente. Todo eso cambió tras la destrucción de la mezquita Al-Aksari en Samarra, uno de los sitios más sagrados para el islam chiíta. Los responsables del ataque se identificaron a sí mismos como Al Qaeda en Mesopotamia, pero es claro que más que ser el mismo grupo que atacó las Torres Gemelas, se trataba de sunitas extremistas locales que, inspirados por el grupo de Bin Laden, se asimilaron a la “marca” Al Qaeda. La oleada de represalias que desató la destrucción de ese templo se tradujo en miles de muertos y en un doloroso cisma aparentemente irreversible. Se estima que alrededor de un millón de iraquíes fueron desplazados por las políticas de Hussein. Hoy, más de cuatro millones de iraquíes han huido de la brutal invasión y guerra fratricida que desató la acción militar estadunidense. Este es un demencial desastre humanitario de enormes proporciones, en el que, de manera similar a lo que ocurre en Afganistán, la gran mayoría de la ayuda internacional prometida para reconstrucción, asistencia médica, alimentación, combustible y simplemente para reestablecer los servicios básicos (agua, electricidad, recolección de basura) o bien no ha llegado o se ha gastado en su mayor parte para pagar a empresas occidentales. El Wall Street Journal celebró el quinto aniversario de la guerra con esta información y otro artículo acerca del dilema que tiene el gobierno iraquí de que, a pesar de que el petróleo ha roto todos los récords al alcanzar 110 dólares por barril, no puede gastar sus ingresos debido al caos en que se encuentra hundido.

LA GUERRA DE LOS TRES TRILLONES DE DÓLARES

El Financial Times celebró el primer lustro de la guerra con un artículo respecto del costo de una guerra que, aparte de la segunda guerra mundial, es el conflicto más caro en la historia de Estados Unidos, con un costo de alrededor de 12 mil millones de dólares mensuales. El reportero Stephen Fidler cita al Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz quien, junto con Linda Bilmes, acaba de publicar el libro The Three Trillion Dollar War (La guerra de los tres trillones de dólares). Stiglitz y Bilmes plantean que, aparte de los 4 mil soldados estadunidenses muertos hasta ahora, 60 mil han quedado gravemente heridos o con serios problemas mentales. Los veteranos que pedirán compensación por su incapacidad costarán entre 371 y 630 mil millones de dólares. El equipo militar deberá ser renovado, y a eso debe sumarse la pérdida de capacidad productiva de aquellos muertos y heridos. Finalmente añaden los costos macroeconómicos derivados de los altos precios del petróleo. Al sumar estos costos, los autores de este libro concluyen que su estimación es muy conservadora. Para tener una idea de lo que significan estas cifras, Bilmes señala que el gobierno federal estadunidense ha gastado alrededor de 108 millones de dólares para la investigación del autismo, una enfermedad que afecta a uno de cada 150 niños. Eso es lo que se gasta en cuatro horas y media de guerra en Irak.

TÍTERES INCOMPETENTES

Al tiempo en que los medios estadunidenses repiten sin cesar que la estrategia del surge o el incremento de soldados estadunidenses en Bagdad está funcionando, el candidato republicano a la presidencia y principal porrista de la guerra, John McCain, viajó a Irak, aparentemente para mostrar los enormes progresos logrados por el ejército estadunidense y sus aliados iraquíes. Para su mala fortuna, su viaje coincidió con la torpe estrategia del primer ministro Al Maliki de desarmar a las milicias shiítas del religioso Mokhtada al Sadr. En vez de mostrar su autoridad de manera contundente como querían Bush y McCain, el gobierno títere de Bagdad hizo un espectáculo de su incompetencia y, tras un terrible baño de sangre, las cosas volvieron a su estado anterior

domingo, marzo 02, 2008

Los liderazgos de Pakistán

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

A LA EDAD DE PIEDRA

La pila de escombros de las Torres Gemelas seguía humeante cuando supuestamente Richard Armitage, quien era asistente del entonces secretario de Estado Colin Powell, se comunicó con el presidente golpista paquistaní Pervez Musharraf para advertirle que, de no cooperar con el ataque estadunidense contra Afganistán, su país sería bombardeado hasta dejarlo en la Edad de Piedra. O, por lo menos, eso es lo que entendió Musharraf. Armitage declaró que nunca dijo nada semejante y añadió: “De hecho verifiqué los cables para asegurarme” (como si decir algo semejante pudiera olvidarse fácilmente). Lo que sí dijo fue que “Pakistán debía decidir si estaba con o contra nosotros, que los estadunidenses verían todo en blanco y negro, que la historia comenzaba ese día… Si le interesaba cooperar les presentaríamos una lista de requerimientos no negociables. Musharraf obviamente respondió que sí a esa oferta que no podía rechazar. “Yo nunca hubiera amenazado a alguien si no podía cumplir, por tanto nunca amenacé con el uso de la fuerza.” Sea cual sea la motivación que llevó a Musharraf a apoyar abiertamente al régimen de Bush en la guerra, ese compromiso se tradujo en miles de millones de dólares de apoyo para pelear la “guerra contra el terror” contra Al Qaeda y el talibán (la mayoría de los cuales terminaron invertidos en armas para preparar una guerra futura contra India, y en el arsenal atómico). Por otro lado, el generalísimo fue objeto de un par de serios atentados contra su vida.

DERROTA

El partido y los aliados de Musharraf fueron barridos en las recientes elecciones de febrero. Al perder tan estrepitosamente, el general megalómano corre el riesgo de que sus partidos rivales se unan en contra de él, le levanten cargos y tenga que pagar por sus crímenes, su toma del poder, su gusto por encarcelar jueces y abogados opositores, su despilfarro en armas y su incompetencia criminal. No solamente el general se ha convertido en una figura universalmente despreciada en su país, no sólo por su hipocresía (jugar el juego de los estadunidenses al fingir que reprime a los fundamentalistas cuando en realidad los ha tolerado y les ha permitido organizarse), sino también porque es visto por gran parte de los paquistaníes como el autor intelectual del asesinato de Benazir Bhutto.

LA EFÍMERA MATRIARCA

El 27 de diciembre de 2007, Benazir Bhutto pasó oficialmente a convertirse en mártir de su patria. Bhutto fue primera ministro de su país en dos ocasiones, en ambas fue retirada de su puesto acusada de corrupción y de enriquecerse misteriosamente al lado de su marido, Asif Ali Zardari, quien pasó ocho años en la cárcel y tiene un sórdido pasado. La segunda vez Bhutto se autoexilió en Dubai, en 1998, debido a que los cargos de que se le acusaba podían enviarla a prisión por largo tiempo. La señora regresó a su país en octubre de 2007 gracias a que el gobierno de Bush negoció con Musharraf para eliminar los cargos en su contra. El regreso de Bhutto era otro plan genial de los neocons para instalar en el poder a un líder carismático (¿¿??) aliado y en deuda con Estados Unidos, para reemplazar a un Musharraf insostenible. Esta era una más de los muchas exigencias que Estados Unidos consideraba como legítima imposición de la democracia. El mismo día que Bhutto regresó a Pakistán, la recibió un atentado de bomba que mató a más de cien de sus seguidores.

UNA LÍDER CASI PERFECTA

Para alguien completamente ignorante o negligente de la historia de Pakistán (como los integrantes del equipo Bush), Bhutto parecía una buena opción para ser instalada como títere: hablaba bien inglés, estudió en Oxford, era atractiva, de buena familia y conmovía a las amas de casa de Wisconsin y Connecticut cuando hablaba apasionadamente de la democracia, los pobres, la condición de la mujer y el peligro del extremismo. Bhutto fue acusada durante sus gobiernos de reprimir y, en algunos casos, de eliminar opositores; de ser incompetente en materia de política y economía y sobre todo de enriquecerse de manera faraónica. No podemos olvidar que durante su segundo gobierno cobró fuerza e importancia el talibán gracias al apoyo que le brindaban los servicios secretos de Pakistán. Pero entre los cargos menos mencionados de la primera mujer primer ministro de un país musulmán, debería contarse su casi total abandono de la causa femenina, su falta de voluntad para oponerse a los mulas y por lo menos retirar leyes tan brutales como aquella que considera que el adulterio y la violación son en esencia iguales.

domingo, diciembre 09, 2007

Giuliani, experto en terrorismo (II y última)

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

CUARENTA Y SEIS DE CINCUENTA Y CINCO

El ex alcalde neoyorquino que persigue el sueño de conquistar la Casa Blanca , Rudolph Giuliani, ha lanzado una agresiva campaña propagandística para convencer al público de que él es el candidato mejor preparado para confrontar la “amenaza del terrorismo islámico”. Pero, curiosamente, en el currículo de este estudioso del terrorismo, que asegura haberse especializado en el tema desde 1975, no hay casos directamente relacionados con terrorismo antes del 11 de septiembre de 2001; lo más parecido sería uno en que trabajó como fiscal, persiguiendo a una decena de traficantes de armas por la venta de 2.5 mil millones de dólares en armas a Irán, en 1986. Dado que el gobierno de EU consideraba que Irán había violado estatutos antiterrorismo, el caso podría considerarse dentro de esa categoría. Sin embargo, Giuliani ha evitado mencionarlo en su campaña, quizás porque el juez descartó cuarenta y seis de los cincuenta y cinco cargos debido a errores que cometió al presentar los papeles.

VEINTISIETE MESES TARDE

Es tal la preocupación de Giuliani por el terrorismo que jamás se le ocurrió pedir a Mary Jo White, la fiscal que se encargó del juicio de los acusados del primer atentado contra el World Trade Center, en 1993, que lo mantuviera al corriente (a pesar de que todos sus asistentes lo conocían personalmente e incluso varios habían sido contratados por él). Difícilmente el terrorismo le quitaba el sueño, ya que de entrada tardó veintisiete meses, tras el ataque del WTC en 1993, para crear la Oficina de Administración de Emergencias o OEM , la cual inicialmente se creó para manejar problemas relacionados con servicios públicos como rupturas de tuberías o colapsos de calles o construcciones. Durante los 102 primeros minutos después de los ataques del 9/11, la OEM se paralizó y no tuvo nada que ver en las tareas de rescate o evacuación.

DOS BOTES VACÍOS

Uno de los casos que Giuliani presenta como evidencia de su lucha infatigable contra el terrorismo es haber impedido un supuesto ataque con gas sarin. La policía descubrió en un sótano de Queens un bote con una inscripción que leía sarin. Al lado de este recipiente vacío que jamás había contenido gas tóxico alguno, otro bote idéntico decía aire comprimido. El propietario de ambos botes no era terrorista, nunca había tenido armas químicas en casa y nadie pudo probar que tuviera intención alguna de atacar a nadie. Pero así como un no suceso como éste es uno de los presuntos triunfos de Giuliani, en otros discursos ha reclamado como suyos el honor de haber detenido el ataque del milenio (un presunto ataque que fue frustrado por la policía fronteriza en el estado de Washington) y de haber impedido un ataque contra el Metro por parte de un militante de Hamas, que resultó ser un individuo solitario sin recursos ni conexión alguna con ningún grupo.

POPULISMO MEDIÁTICO

Giuliani es un ex fiscal obsesionado con el crimen organizado, que se convirtió en un obsesivo cazador de ejecutivos de Wall Street y políticos corruptos. Dentro de su lógica populista, Rudy se imaginaba a sí mismo como el héroe protector que no sólo enfrentaba a los poderosos, sino que también los entregaba a las masas para ser juzgados en los medios de comunicación. Su justicia consistía en hacer desfilar a corredores de bolsa, políticos o capos de la mafia esposados ante las cámaras de la tele para crear la certeza de que eran culpables. No obstante, varios de sus casos más sonados fueron terribles fiascos; sin embargo los acusados eran ridiculizados y su reputación quedaba destruida.

RUDY DEL LADO DE DIOS

Rudy se enorgullecía de sus credenciales liberales, defendía los derechos de los gays, así como el aborto. Sin embargo, en su desesperada búsqueda de la Casa Blanca conquistó el apoyo del reverendo Pat Robertson, el cristiano fanático que entre sus muchas declaraciones famosas dijo que los ataques del 11 de septiembre eran un castigo de Dios por la inmoralidad de los neoyorquinos y su tolerancia a los homosexuales y el aborto. Robertson, quien preside el canal televisivo Chrstian Broadcasting Network, también dijo al aire que ya era hora de que eu asesinara a Hugo Chávez, y en otra ocasión declaró que los “jueces liberales” eran más peligrosos que unos cuantos terroristas barbados que chocan aviones contra edificios. Más recientemente amenazó a una comunidad que votó a favor de enseñar el tema de la evolución en los programas escolares, diciéndoles que no se sorprendieran si próximamente Dios les enviaba un tornado, un huracán u otro desastre, porque estaba muy decepcionado de ellos.

lunes, noviembre 26, 2007

Giuliani, experto en terrorismo (I de II)

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

EL REY DE NUEVA YORK

Aunque aún faltan algunos tristes meses para que George W. Bush abandone la Casa Blanca , parecería que las elecciones están en puerta a juzgar por la manera compulsiva e histérica con que se comportan los precandidatos a la presidencia de ambos partidos. Y si algo destaca en sus campañas son las mentiras, las hipocresía, los desplantes de magnanimidad y las inverosímiles distorsiones de la historia. Por el bando demócrata, la candidata más popular es la infatigable oportunista y ex primera dama Hillary Clinton, quien no se cansa de repetir que, de haber sabido entonces lo que sabe ahora, no hubiera votado por la guerra, al tiempo en que desde su curul del senado vota siempre para autorizar cualquier propuesta y presupuesto destinado a extender el conflicto, incluyendo llevar la guerra a Irán. Por el lado republicano, el primer lugar lo tiene el ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, quien no cesa de explotar los acontecimientos del 11 de septiembre como su sello legitimizador. De acuerdo con la retorcida lógica del hombre que también se apropió de la noción fascista de la cero tolerancia, él es el candidato que mejor entiende la amenaza terrorista, aunque su mejor y única prueba son aquellas imágenes donde se paseaba por el bajo Manhattan entre el polvo y las ruinas (pero lejos del peligro), señalando hacia el infinito con gesto adusto y apariencia de estar preocupado y tener mucha prisa.

OTRO TIEMPO

El ex fiscal Giuliani se presenta como el candidato de la seguridad nacional y el experto en terrorismo islámico (un término que nunca usó en público antes de 2004). Paradójicamente, Giuliani tomó el poder de la alcaldía poco después del primer atentado en contra de las Torres Gemelas en 1993, un acto que debió ponerlo en guardia al respecto de las intenciones de grupos extremistas islámicos de realizar atentados grandilocuentes; sin embargo, el asunto quedó olvidado, por lo que la única mención que hizo en casi una década de ese atentado fue en su mensaje inaugural para celebrar la responsabilidad personal de aquellos que salieron por su propio pie de las torres. Esta era su metáfora para señalar que ya era tiempo de dejar que el gobierno nos solucionara todos los problemas. De acuerdo con Wayne Barrett del Village Voice (agosto 8-14, 2007) en sus reuniones con las fuerzas del orden el tema del terrorismo era raramente mencionado.

FALLAS

En 1995, tras los ataques en Japón con gas sarin, la administración Giuliani puso en marcha un simulacro de un ataque con ese gas en el Metro de Nueva York. El resultado fue una catástrofe vergonzosa que puso en evidencia las debilidades de los servicios de emergencia, que tendrían consecuencias trágicas en los sucesos del 11 de septiembre de 2001, como fueron los problemas de radio y de compatibilidad de los sistemas de comunicación entre las fuerzas de la policía y bomberos, quienes operaban en frecuencias distintas, los conflictos de jerarquía y el hecho de que el centro de control estaba demasiado cerca del sitio del presunto ataque, con lo que quedó parcialmente inutilizado. Pero, claramente, el alcalde transvestista no aprendió nada.

OEM

Cuando ocurrieron los avionazos del 9-11, los bomberos y la policía estaban desorganizados, carecían de preparación para enfrentar una situación semejante (nunca habían tenido un simulacro de algo parecido), los sistemas de radio no sirvieron y cientos de bomberos perdieron la vida al ser incapaces de escuchar los mensajes desesperados para que evacuaran una de las torres. Los helicópteros de la policía anticiparon el colapso, pero no pudieron informarlo a tiempo a los bomberos. Uno pensaría que el alcalde experto en terrorismo hubiera tratado de anticipar actos de terror, en particular en el World Trade Center, el cual había sido señalado como el principal blanco en la mira de los fundamentalistas islámicos. En lugar de eso, el “alcalde de América” como se dio en llamar después de que la revista Time lo nombrara Hombre del año, decidió poner su Oficina para la Administración de Emergencias (OEM por sus siglas en inglés) en la torre 7 del propio WTC, a pesar de haber contado con opciones mejores (y más económicas, como la actual en Brooklyn). La idea era insensata desde cualquier punto de vista, pero Rudy quería que el oem estuviera cerca de su oficina en la alcaldía, además ahí contaba con un departamento blindado a donde llevaba a menudo a su entonces amante y hoy tercera esposa.

Las aventuras de Giuliani siguen…

(continuara)