Estuvimos allá atendiendo a la gente, en la Iglesia de los Pobres, entre el domingo 10 de febrero (llegamos a las 5 de la madrugada, así que nos perdimos una noche de sueño) hasta el jueves 14 (porque salimos a la una de la mañana...o sea otra noche sin casi pegar un ojo)
La visión que doy aquí es parcial y limitada. No estuve en las entrevistas con los presos (entre otros David Venegas y Flavio Sosa), ni con representantes de grupos indígenas (además no nos fue posible ir a las distintas regiones de las sierras, la costa y el istmo). Para conseguir datos más amplios de la visita, os aconsejo esperar que se publique el informe de la comisión, aunque ya se pueden ver cosas muy interesantes sobre su sitio web (www.cciodh.pangea.org).
La cantidad (y calidad) de personas y grupos que pidieron entrevistarse con nosotros muestra bien la importancia de este trabajo, por más limitaciones que se le puedan atribuir.
Participé por mi parte en varias entrevistas (unas 12 sobre las más de 150 que tuvimos en Oaxaca). He aquí unas cuantas, las más significativas para mí :
1/ Con familiares y amigos de Lauro Juárez, el indígena chatino que desaparecieron en diciembre pasado, y hace una semana o poco más fue encontrado muerto. Después de que la policía dijera que fue visto en varios de los pueblos de la zona, borracho y parando a la gente para que le pagaran mezcal. Cuando él, según sus familiares y compañeros , no tomaba por motivos religiosos (era evangelista , además de miembro del Frente Popular Revolucionario), y habla muy poco el español. Habló un comisionado de su pueblo (Santa María Temaxcaltepec), y la abogada que los asesora.
2/ Con uno de los hermanos Sosa, allá en la Alameda, cerca de la catedral y del zócalo, donde la APPO tenía su plantón.
3/ Con X. X.. Es psicóloga, una mujer muy interesante en sus análisis y acción junto con las víctimas de la represión.
4/ Con una persona muy próxima a una de las personas de APPO que tuvieron que escapar, por las amenazas de muerte que recibieron. Es de la sección 22, y tuvo un papel importante en las radios.
5/ Con comerciantes del Centro Histórico (interesante porque después de haber considerado a la appo como su principal problema se dieron cuenta de que el gobernador intentó dividirlos mediante las peores maniobras, incluso amenazas...para tratar de impedir que pongan una denuncia al gobierno estatal por las pérdidas ocasionadas durante el conflicto de 2006.
6/ Con representantes del FPR (un dirigente estatal, Florentino López, y Senén Bravo Castellanos, el diputado que tienen en el parlamento del estado, elegido con etiqueta del partido Convergencia, creo). Poco relevante, sólo hablaron de la represión en su contra (aunque es innegable el acoso contra ellos también).
7/ Con el Secretario de Gobierno del estado de Oaxaca
'' el Secretario de Educación " " "
'' Una señora cuyo título exacto de Derechos humanos en el gobierno de URO (no es la comisión estatal de ddhh) no recuerdo, ni quiero recordar.
8/ Con la Comisión para la Reforma del Estado. Un montón de personas, juristas y otros doctores, algunas de ellas con cara de gente bien intencionada, muy críticas hacia el « viejo sistema » que, prometemos, vamos a reformar... bajo los auspicios de Ulises Ruiz.
La impresión que saqué de esas entrevistas, y de discusiones que tuve con más gente (de appo en particular), es que el gobierno de U.R.O. sigue golpeando fuerte. Una represión menos masiva, por supuesto, pero más selectiva, y con el objetivo de terminar el trabajo, instalar el miedo entre la gente que destacó en la lucha. O sea, se está afinando la guerra de baja intensidad en la ciudad y el estado de Oaxaca. Además, parece que, igual que en otros lugares del país, el espectro de las desapariciones está volviendo a Oaxaca. O sea los métodos de la guerra sucia de los años 70.
El gobierno ha aprendido. El secretario de gobierno, por ejemplo, no es ningún tonto, se conoce muy bien los temas y tiene unas capacidades de expresión, negociación y manipulación enormes. Lo que despunta en su discurso, a mi juico, es la voluntad de acabar con el sistema de representación política basado en los usos y costumbres indígenas (reconocidos en la constitución y todavía vigentes en la mayoría de los municipios del estado, pero desconocidos en muchísimos casos por el PRI, que logra imponer a sus agentes en casi todas las presidencias municipales). Según el secretario, y aunque no lo dice tan claramente, son básicamente esos usos y costumbres la causa del retraso y la pobreza, de la oposición cerril a los proyectos de desarrollo económico, energético, turístico, social...
No tuve la ocasión de hablar con gente de grupos indígenas (Ucizoni, Cipo, Multi, Loxicha, etc.) que encontré en otras ocasiones. Y de todas formas, es muy difícil sacar información y entender realmente cuál puede ser el grado de organización y coordinación entre los pueblos indígenas, que son numerosos y activos, pero muy diversos y por supuesto no benefician de una fuerza como es el EZ.
A nivel de lo que es la zona urbana, varias entrevistas y diálogos concuerdan en que la appo se está reorganizando. En los barrios y desde abajo. Para hacer frente a la represión y sus consecuencias, para desarrollar toda clase de acciones e iniciativas colectivas solidarias. Mucho valor, mucho dinamismo y esa vitalidad increíble. Ahora bien, también están los partidos políticos, con su capacidad organizativa y económica, su influencia, su voluntad de control sobre el movimiento.
Lo más inquietante para mí es que de momento es difícil imaginar un proyecto global de vida en los barrios populares. La gente depende demasiado del sistema económico. La autonomía en términos de alimentación, vivienda, salud y educación, etc. es un tema que más bien sigue alejándose de una población urbanizada como la de la ciudad y los suburbios. .
Pienso que estamos asistiendo (al igual que en Chiapas, pero con una resistencia mucho menos organizada y coordinada) a un choque entre dos mundos. El mundo industrial capitalista, ultra mayoritario ya en el país en cuanto al número de personas involucradas (que no beneficiadas), que recibe un consenso muy amplio en la sociedad, incluso en los sectores populares, y saca su fuerza de unos valores que son : progreso, desarrollo, dinero, individualismo, educación para salir de pobres, y deserción del campo...
Los objetivos de las "élites" son claros : vaciar esos campos, para recuperar las tierras más interesantes (o las riquezas del monte, del subsuelo, hidráulicas, de la biodiversidad, hasta el viento lo quieren aprovechar para saca ganancia), para disponer de una mano de obra barata y dócil (la que no salió para el Norte) , para conseguir ganancias rápidas (incluso con actividades, producciones y métodos puramente mafiosos).
La fuerza principal capaz de resistir la constituyen sin duda las comunidades indígenas. Ellas tienen todavía esta cultura que les hace saber que existe otro modo de desarrollo, otra organización económica, social y política, autónoma. Estrechamente ligadas con una tierra venerada, poseída, cultivada y aprovechada de forma colectiva.
El resto de la población de Oaxaca, la parte urbanizada, aún cuando vive en condiciones muy difíciles, no tiene ya, pienso, este tipo de cultura y de alternativa que defender. Resiste sólo contra los atropellos, las injusticias y miserias más brutales. Ha demostrado una capacidad de rebeldía, autoorganización de la lucha, solución de problemas colectivos (abastecimiento, salud, limpieza, comunicación, etc.) verdaderamente impresionante. Pero se puede suponer que ha perdido de vista el objetivo de la autonomía colectiva global que comentaba más arriba, ya que ha salido de los lugares en los cuales tiene la posibilidad concreta de construirla. Mira hacia otro lado, es difícil evitarlo. Como debe ser difícil medir con precisión la fuerza de atracción representada en el seno de las capas más bajas por la esperanza de una vida material mejor, donde se mezclan aspiraciones muy legítimas de alimentación, salud y vivienda digna, con las de entrar en un sistema de condición asalariada y consumo, que divide, atomiza y priva de esa autonomía y ese empoderamiento sobre el destino colectivo.
Bueno, son sólo impresiones, y bien sé que no se puede ser tan tajante. Tampoco se trata de idealizar a los indígenas, por ejemplo. Ni en Oaxaca, donde el éxodo rural golpea duro, ni en ningún lugar. Sólo intentar entender qué está pasando a un nivel otro que el inmediato.
Ya ven, son impresiones un poco subjetivas, no sé en qué pueden servir. Si quieren elementos más concretos, díganlo. Aunque, les repito, pronto va a salir el informe, y permitirá tener una visión más amplia.
JPPG