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domingo, abril 17, 2011

Bajo la Lupa - Tercera cumbre BRICS en China: de la geoeconomía a la geopolítica

Tras las dos primeras cumbres en Rusia y Brasil, correspondió a China ser anfitrión en la ciudad de Sanya (isla de Hainan) de la tercera reunión cupular del ahora pentapartito BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que constituye más de 20 por ciento del PIB global, más de 42 por ciento de la población mundial, 30 por ciento de la extensión territorial planetaria y 15 por ciento del comercio internacional, pero que todavía no refleja en los hechos su poderío geoeconómico ni su potencial geoestratégico, lo cual resulta aberrantemente anómalo.

Agregaría que el BRICS consta de tres potencias nucleares: Rusia, superpotencia a la par de EU, y otras dos respetablemente medianas, China e India.

Además, el grupo cuenta con un gigante, Brasil, que en cualquier momento puede dotarse de bombas nucleares, y de Sudáfrica que desmanteló voluntaria e insólitamente su arsenal de seis bombas nucleares.

Independientemente de que cada miembro sea una potencia regional en su respectiva esfera de influencia, el punto nuclear es nodal –especialmente en el caso de Rusia–, porque resalta el perfil geopolítico que puede adquirir relevantemente el BRICS, más allá de su inevitable consagración geoeconómica cuando la misma NASA lo admite en sus tendencias económicas de 2025.

Se ha criticado mucho que el BRICS haya adoptado un paso de tortuga en la edificación institucional del nuevo orden multipolar y no se atreva a poner alto a la insolencia del caduco orden unipolar, el cual, pese a la evidencia de la fase final de su hundimiento, sigue depredando financiera, económica, energética, alimentaria, ambiental y militarmente al planeta.

China llegó muy fortalecida (con más de 3 millones de millones de dólares de reservas de divisas), pero paradójica y sincrónicamente muy vulnerable (la hiperinflación alimentaria y de los energéticos: su talón de Aquiles).

Los comentarios del rotativo chino Global Times han sido muy desiguales y van desde la pusilanimidad (14/4/11) hasta la candidez de Liu Linlin (15/4/11).

En forma individual cada miembro del BRICS se ha agotado en implorar la transformación de las disfuncionales cuan caducas instituciones de casi 66 años de enmohecimiento.

A lo sumo, los BRICS han conseguido migajas (por cierto, dolorosamente extraídas) del añejo orden anglosajón, quien les ha dorado la píldora con su incrustación cosmética tanto en el catatónico G-20 como en su mayor participación en el consejo directivo del FMI (donde aún predomina el veto unipolar de EU, pese a su doble insolvencia financiera y monetaria, que mantiene unilateralmente gracias a su paraguas nuclear-militarista).

Ahora, según Liu Linlin, el BRICS propone una agenda global en la que se compromete (¡supersic!) en conjunto a reformar las instituciones financieras del mundo.

Pareciera que el BRICS –en sus balbuceos, una agrupación atípica de corte economicista– desea sacudirse el yugo financierista de la dupla anglosajona pero sin conocer el método. Todavía no se percata de que el G-20 –invento de la dupla anglosajona para ganar ilusamente tiempo– no ha resultado en el camino apropiado para acelerar la transición al orden multipolar aún incipiente.

Es óptimo el diagnóstico del BRICS sobre la crisis financiera, aunque aburridamente archisabido: la unipolaridad del dólar como divisa de reserva de última instancia; la deuda anglosajona, y la especulación de los alimentos y los energéticos con los derivados financieros de la insolvente banca occidental (controlada por el sionismo financierista).

Todavía el BRICS no se pone de acuerdo sobre los derechos especiales de giro (la unidad contable del FMI) ni la convertibilidad del yuan (Reuters, 14/4/11).

Sin llegar a una tercera guerra mundial que tanto anhelan los banqueros de Wall Street y Londres (controlados por el sionismo financierista), es con actos y no con retórica idílica, ya no se diga filípicas huecas, que el BRICS podrá forzar la construcción del nuevo orden financiero global que, por imperativo coyuntural, debe empezar siendo primero regional, con sus propias divisas, y olvidarse de las insolventes monedas-chatarra de la anglósfera que se desploman solas.

Que el BRICS haya optado por intercambiar entre sí sus propias divisas en lugar del inservible dólar apunta en el camino correcto que debe tener como horizonte la creación de la divisa BRICS –a mi muy humilde entender, apuntalada por el oro y la plata– después de que cada miembro se haya consolidado en su respectiva esfera de influencia. Las finanzas son en última instancia geopolítica depurada, es decir, geofinanzas.

Evidentemente que la geopolítica refracta tanto el arte de lo posible como las restricciones geográficas (con sus recursos tanto humanos como de materias primas).

Por cierto, llamó poderosamente la atención la asombrosa aseveración del canciller ruso, Serguei Lavrov, de que “ante todo, el BRICS es una unión geopolítica (¡supersic!) –citado por Fiodor Lukiánov (Ria Novosti, 14/4/11).

Liu Linlin evoca a Lin Yueqin, académico especialista del BRICS, quien aduce que la postura pentapartita en el caso libio (léase: la crítica a los bombardeos de la OTAN y la adopción de la mediación de la Unión Africana para un cese al fuego y el diálogo negociador autóctono) marca su deseo de extender su influencia más allá de la economía y las finanzas con el fin de romper el dominio del mundo desarrollado en la política global. Es un buen punto de partida, pero insuficiente.

Pesan las limitaciones: China es todavía superdependiente comercialmente de los países desarrollados, descubre crudamente Lin Yueqin, cuando el volumen comercial de China con el BRICS es de unos mediocres 200 mil millones de dólares al año, menor al volumen con Sudcorea.

Liu Linlin recurre al estadunidense miembro del Partido Republicano Patrick Chovanec, de la Universidad Tsinghua, quien dramatiza las disputas territoriales y las divergencias políticas en el BRICS que ostenta agendas inconsistentes. Entonces, ¿para que se reúne?

Nadie está afirmando que el BRICS sea una santa alianza militarista (tipo OTAN), pero tampoco es un foro de discusión, como lo degrada Chovanec, al estilo del vulgar Foro APEC que no sirvió para nada.

Hay dos problemas conceptuales en medio del cataclismo unipolar: el tiempo apremiante de las decisiones y el suicidio del modelo anglosajón (controlado por el sionismo financierista) que desea arrastrar en su naufragio al resto del orbe (el síndrome Sansón), en especial al BRICS.

Nadie está exigiendo, como se extravía Global Times, una alianza antioccidente (quien se aniquila solo), pero tampoco se puede confiar en que los destructores multidimensionales del planeta se erijan ahora en sus nuevos reordenadores y reformadores (v. gr., el G-20).

En la fase del desorden global y del suicidio unipolar, la oportunidad teórica e histórica de los miembros del BRICS radica en posicionarse como los fractales polares regionales, es decir, los inductivos puntos reordenadores y reconstructivos del nuevo orden multipolar. La transición multipolar no puede esperar más. Estos no son tiempos comunes.

miércoles, diciembre 22, 2010

¿Y si Latinoamérica (sic) dominase al mundo?

El abogado colombiano Óscar Guardiola-Rivera, con un doctorado en filosofía, ahora profesor de la Universidad de Londres (sección Birkbeck), publicó un libro de título temerario: ¿Y si Latinoamérica dominase al mundo? Cómo el sur desplazará al norte en el Siglo XX (Bloomsbury, Londres, 2010) –que valió el bautizo de Richard Gotten, The Guardian (3/7/10).

Es probable que la atracción del libro provenga de la fascinación británica por el dominio mundial, ahora que está en boga repartirse el féretro de EU, como revela otro libro: Cuando China domina al mundo, de un colaborador de The Guardian, Martin Jacques.

The Globalist (11/12/12) toma un extracto que titula en forma impactante Estados Unidos de Latinoamérica (sic), cuyo argumento nodal radica en que a pesar de sus diferentes niveles económicos ahora, Estados Unidos y Latinoamérica comparten varias similitudes. Y al contrario de lo que el mundo desarrollado piensa, estas similitudes pueden significar que América Latina pueda (sic) emerger como el líder del nuevo mundo económico.

Según Guardiola-Rivera, Latinoamérica hace sentir su presencia al haber perdido el temor (sic) de dar la espalda a algunos (sic) vigentes puntos de vista económicos que han perdido ahora su valía.

Luego de describir una serie de similitudes libertarias con culturas diferentes –que pueden ser aceptadas o rechazadas (da igual, no es el punto del debate)–, aduce que el constante intercambio de bienes, poblaciones y territorios (sic) son la fuente de sus diferencias desoladoras (sic). EU es rico, mientras Latinoamérica es comparativamente pobre. Estados Unidos combate guerras en otros lados del mundo. América Latina, no.

Empieza lo interesante: Conforme la clase media de EU amenaza en derrumbarse bajo el peso de la crisis económica, se encontrará en un territorio político que sería familiar a muchos al sur. Mientras las clases medias de Brasil o Colombia parecen más confiadas sobre los prospectos para el futuro. Muchos de los jóvenes banqueros y hombres de negocios de Brasil detentan posgrados de las escuelas de negocios de EU. ¿Qué tan formativo será?

Lo óptimo: La decisión de Latinoamérica de formar una Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que también encuentra su inspiración en el sueño de la Unión Europea, es crucial (sic) para entender el orden mundial que nos llevará al siglo entrante.

Considera que la Celac se ha reunido alrededor del objetivo de redefinir el sistema monetario internacional en el nombre de la soberanía nacional y los polos regionales (sic), por un lado, y la filosofía de la igualdad de las relaciones comerciales adentro (sic) como entre (sic) sus sociedades, por otro lado.

Por lo visto, quienes coligen la geopolítica, como el británico Richard Gotten, se han asombrado de la cumbre celebrada en Playa del Carmen, Quintana Roo, este año para formar la Celac, de 33 países, desde un sur que excluye a EU y Canadá y desafía el existente orden financiero y económico controlado por el norte .

Richard Gotten aduce que todos (sic) saben que cosas interesantes (sic) están pasando en Latinoamérica, aunque su exacto (sic) significado no es siempre aparente inmediatamente (sic) y cita a los notables mandatarios del sur, de acuerdo a su predilección ordenada (que perturbará de envidia y rabia a la fauna neoliberal): Chávez, Lula, Evo, Correa y Cristina. No cita siquiera al falso anfitrión, más ligado a los designios del norte que a la grandiosa odisea del sur: Calderón, un hombre ahistórico y sin atributos, si le aplicamos la clasificación de Robert Musil.

A su juicio, la obra de Guardiola-Rivera desenmaraña, desde los rincones más oscuros y recónditos de la prehistoria –cuando aztecas, incas y habitantes del Amazonas eran sus propios agentes históricos– hasta los más recientes recortes de prensa, el prodigioso desarrollo de Latinoamérica: cuando los países más ricos del mundo han estado temblando al borde de la bancarrota y el colapso (sic), muchos (sic) de los anteriormente ignorados gobiernos de Latinoamérica, firmemente (sic) apoyados por movilizaciones de masas (sic) de sus pueblos, han estado construyendo una alternativa radical (sic), local y sustentable (sic), a las recetas que les fueron impuestas hasta el final del siglo XX por los falsos profetas del Banco Mundial y el FMI.

Richard Gotten pone en evidencia la razón del título del libro de Guardiola-Rivera, quien predice la inminente captura hispana de EU, antes de la mitad de este siglo. EU se encuentra ya en camino de convertirse en un país latinoamericano (¡extra-súper-sic!), con inmensas marchas proinmigrantes de los años recientes en ciudades estadunidenses que se parecen a las amplias movilizaciones populares que han llevado al cambio político en Latinoamérica.

Guardiola-Rivera predica una frase maravillosa: Puede existir confusión, pero existen pueblos en el mundo que no se sientan a esperar por un algún sacerdote para decirles adónde ir.

Richard Gotten concluye que el libro de Guardiola-Rivera es perverso (sic) y complicado, pero coloca las soluciones a la presente crisis económica del mundo rico en su propia perspectiva global.

Conclusión

En contraste con la propaganda muy aburrida (de más de un cuarto de siglo) de los latinófobos, quienes aspiran y suspiran tanto por la deslatinización de Latinoamérica como a su doble israelización y estadunización, en la presentación de mis dos libros más recientes en la FIL de Guadalajara (El híbrido mundo multipolar: Un enfoque multidimensional y El fin de una era: Turbulencias en la globalización, ambos de Editorial Orfila/Jorale; 2010) –que ya está en youtube (página web: alfredojalife.com)–, aludí a una de las tendencias regionales del incipiente nuevo orden multipolar, donde no solamente el norte del hemisferio se estaba latinizando demográficamente –sin contar la parte latina de Québec–, sino que, sudamérica, en particular (cuando EU controla militarmente el eje que va del Plan Colombia a la calderonista Iniciativa Mérida), se ha convertido prodigiosamente en el polo de la latinidad global (por encima de la decadencia de su matriz cultural europea) y donde México, por necesidad ontológica e imperativo geopolítico, debe representar un puente civilizatorio entre ambos polos del norte y el sur sin renegar su latinidad, la cual debe ser reafirmada intensivamente, y con la tarea obligatoria de ejercer al máximo su poder cultural incomparable en todo el continente apabullantemente latino.

Este debate no es menor y es francamente definitorio del porvenir mexicano cuando Sudamérica, inundada por los óptimos estadistas de su historia, ha emprendido su fulgurante odisea histórica, ya muy difícil de detener, mientras el México profundo (re) clama y (ex) clama su redefinición latina.

jueves, julio 22, 2010

Bajo la Lupa: Rusia propone seis divisas multipolares

Una de las señales trágicas de la recesión global, causada por los especuladores de Wall Street y su horda de Madoffs y Soros, ha sido la colosal disparidad entre la economía real y el vigente financierismo (impuesto por la banca israelí-anglosajona), lo cual se subsume en el anómalo dominio del dolarcentrismo que ha llegado a su ocaso, pero que no ha sido sencillo remplazar por los grandes actores del planeta.

La gran incongruencia de inicios del siglo XXI es que el dolarcentrismo ejerce todavía su prevalencia –mediante su cobertura por las bombas nucleares de EU y su complejo militar industrial, ya no se diga sus triunfos en dos guerras mundiales y en la guerra fría– mediante un papel-chatarra que arrastra una deuda impagable (según el célebre "reporte Wagelin", alcanzaría 600 por ciento del PIB; ver Bajo la Lupa, 21/10/09) y exhibe monumentales déficit fiscal y presupuestal en una sociedad hedonista que desconoce el ahorro y la mesura al haberse volcado al consumismo frenético que vive parasitariamente a expensas de los ahorros del resto del planeta.

Esta situación aberrantemente singular y monopólica del dolarcentrismo llegó a su paroxismo durante la unipolaridad estadunidense y fue mínimamente atenuada por la aparición del euro, que hoy sufre los embates de los chacales de Wall Street y la City.

La tragedia financiera global es doble, ya que ambas divisas trasatlánticas siguen siendo las dos principales reservas globales, pese a la notable vulnerabilidad del euro y a la decadencia multidimensional de EU: el dólar estadunidense entre 60 y 65 por ciento del total mundial, seguido del euro, en casi 25 por ciento.

A las dos "superdivisas" trasatlánticas, paradójicamente más endebles que nunca, que en su conjunto disponen entre 85 por ciento y 90 por ciento global, le siguen muy a lo lejos la agónica libra esterlina, con casi 3.5 por ciento, y el yen nipón (3.2 por ciento). Las migajas (entre 3 y 8 por ciento) son dejadas a los restantes 173 países que forman la ONU (descontados los 16 de la eurozona).

La relativa bipolaridad del dólar estadunidense y del euro –sin perder de vista que el poderío del billete verde es más del doble que el de la divisa común europea–, más los apéndices de las divisas de dos aliados de EU (Gran Bretaña y Japón), se refleja en la cuatripolaridad de la tenencia de los derechos especiales de giro (la "moneda canasta" y/o "unidad contable") del FMI.

Hoy el dólar estadunidense parece haber optado por su divorcio del euro, lo cual ha sido exquisitamente fomentado por la banca israelí-anglosajona.

David P. Goldman (alias Spengler), uno de los voceros del sionismo financiero global y polémico analista de Asia Times (21/7/10), truena contra cinco países (cuatro católicos y uno ortodoxo) de los 16 de la eurozona, a los que ubica en el "matadero" tildándolos de "cerdos" y califica en forma despectiva de PIIGS (acrónimo en inglés acuñado por la prensa británica: Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España).

El dominio omnipotente del dolarcentrismo, incluida la relativa bipolaridad compartida con el euro, constituía el reflejo del orden unipolar que ha llegado a su fin con la decadencia multidimensional de EU, cuando el mundo se mueve hacia un nuevo orden multipolar que imperativamente debe traducirse en una pluralidad de las divisas de los grandes actores del planeta.

En la desglobalización y su concomitante regionalización es tan anómala la persistencia de la unipolaridad del dolarcentrismo como la ausencia de un nuevo orden financiero multipolar.

Bajo la Lupa había propuesto el lanzamiento de la "divisa BRIC" para suplir la unipolaridad del dolarcentrismo (Bajo la Lupa, 9/6/09), lo cual no ha sido fácil de implementar.

Durante el reciente Foro Económico Internacional en San Petersburgo, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, promovió el rublo como reserva para "reducir el dominio del dólar y convertir a Moscú en un centro financiero global", al unísono de otras divisas que serían seis (Bloomberg/Business Week, 19/6/10).

Medvedev reveló que "discute seriamente (sic)" con China la creación de una divisa de reserva –en este caso el rublo– y su ampliación a otras opciones globales, lo cual "hace solamente tres o cinco años parecía una fantasía". A su juicio, "el mundo necesita seis divisas de reservas", que no especificó y que interpretamos deductivamente como las siguientes: el dólar estadunidense, el euro, el yuan, el rublo, el dólar canadiense y el dólar australiano.

Si Rusia, que posee la tercera reserva global, discute el nuevo orden financiero multipolar con quien detenta la primera reserva (China), ergo, el yuan es un candidato sólido para la hexapolaridad geofinanciera de Medvedev, quien critica el domino del dólar estadunidense pero en ningún momento lo exorciza, mientras impulsa la permanencia del euro: "la emergencia del euro como divisa para rivalizar el dominio de dólar ayudó a suavizar el impacto de la crisis global. Si el mundo dependiera completamente del dólar, la situación habría sido más difícil".

Si por sus actos los juzgaréis, entonces, los otros dos candidatos serían el dólar canadiense y el dólar australiano, que han sido incorporados a la canasta internacional de reservas del Banco Central de Rusia, como informó su primer vicepresidente, Alexei Ulyukayev (Bloomberg/Business Week, 16/6/10).

Es evidente que Rusia apuesta tanto al economicismo (por encima del fracasado financierismo especulativo), así como al auge de las materias primas que detentan pletóricamente Canadá y Australia, dos miembros prominentes de la anglósfera, quienes se han manejado convenientemente durante la recesión global.

Llama la atención que Medvedev haya dejado de lado al real brasileño que –ya sea solo o, mucho mejor, bajo el estandarte del sucre (la divisa común sudamericana)– debe formar parte del nuevo orden financiero multipolar.

¿Dónde queda la rupia india en la hexapolaridad de Medvedev?

¿Tanto la rupia india como el real brasileño y/o el sucre sudamericano serían incorporados en una fase ulterior?

¿Que advendrá de la libra esterlina, el yen nipón y el franco suizo?

No faltan trabas al diseño de Medvedev proferidas, como era de esperarse, por Stanley Fisher, gobernador del banco central de Israel, quien alegó que si un país desea alterar (¡supersic!) el presente orden (sic) económico, incluyendo el número de divisas de reserva, debe convertirse en un centro financiero internacional "donde se pueda vender y comprar con facilidad".

Es interesante que Fisher haya salido al quite como uno de los prototipos de la banca israelí-anglosajona y el sionismo financiero global: nacido en la anterior colonia británica de Zambia, formado en la London School of Economics y en el MIT, asesor de la tesis doctoral de Ben Shalom Bernanke (presidente de la Reserva Federal), así como ex vicepresidente del Banco Mundial, vicedirector ejecutivo del FMI y vicedirector de Citigroup.

Queda patente que el mayor obstáculo a la multipolaridad de las divisas proviene de la banca israelí-anglosajona y del sionismo financiero global, que insisten en mantener su control unimundial vía el financierismo especulativo.

miércoles, junio 30, 2010

Bajo la Lupa: La fractura inocultable del G-20 y su deuda impagable


Antecedentes: David Ignatius, analista con poderosos vínculos en el Olimpo de Washington, en forma sutil adelantó que la cuarta cumbre del G-20 de Toronto (Canadá), delinearía un G-2 bipolar geoeconómico que no se atreve a pronunciar su nombre: EU de nuevo conduce la política económica global, con China emergiendo como un socio poderoso (The Daily Star, 25/6/10).

Ignatius revela que un canal importante de contacto de Obama con China ha sido Henry Kissinger –quien estableció al inicio de la década de 1970 las relaciones diplomáticas con Pekín durante el mandato de Nixon– para quien colaboró su correligionario Tim Geithner, hoy secretario del Tesoro.

No existe mucha diferencia entre las dos visiones de los geoestrategas Zbigniew Brzezinski, íntimo de Obama, y Kissinger –mucho más realista que los alucinógenos neoconservadores straussianos– sobre la edificación de un G-2, expresado por cada uno en su peculiar retórica.

Ignatius comenta que EU, mediante los oficios de Kissinger, desea que China sea un socio para edificar la configuración global económica y de seguridad para la próxima década (¡supersic!). Esta es una ganga (¡supersic!) que la desconfiada Pekín puede estar finalmente dispuesta a realizar.

¿Dónde quedaría, entonces, Rusia en este nuevo arreglo subterráneo que parece repetitivo del que implementaron Nixon-Kissinger con Mao Tse Tung contra la URSS durante los setenta?

Más allá de las cerebrales interpretaciones que aflorarán al respecto, lo cierto es que entre la tercera y cuarta cumbres del G-20, respectivamente en Pittsburg y Toronto, la eurozona parece haber sido sacada del presunto juego dual entre EU y China.

Hechos: el mundo no es tan simplonamente lineal cuando una de tantas pruebas de fuego del subrepticio G-2, presuntamente en construcción, pasa por la flexibilización –es decir, la revaluación– de la divisa china yuan/renminbi.

La Casa Blanca parece apostar más en un arreglo bipolar con China que con el restante de 18 miembros del acéfalo y disfuncional G-20 (ver Bajo la Lupa, 27/6/10) que exhibió profundas fracturas entre EU y Europa continental (encabezada por Alemania).

Más allá de las miríficas interpretaciones de Ignatius sobre un virtual G-2, el presidente chino, Hu Jintao, diluyó el vino de las cavas estadunidenses al alertar los fuertes nubarrones de la supuesta recuperación global que, a su juicio, no estaba firmemente establecida, es desequilibrada (sic) y todavía confronta muchas incertidumbres, tales como la propagación de la crisis de la deuda soberana, las drásticas fluctuaciones en las tasas de cambio de las divisas del mundo y la volatilidad persistente en los mercados internacionales (Xinhua, 28/6/10). Es decir, en prácticamente lo esencial de la insoluble multicrisis.

China no desea abordar en público el tema de la flotación del yuan/renminbi que ha sido festejada ditirámbicamente por EU y Gran Bretañña.

Sea lo que fuere de un arreglo del virtual G-2, más que del G-20, sobre la flexibilización furtiva de la divisa china, Hu no quitó el dedo del renglón del rol del dólar como divisa mundial de reserva, cuyo país emisor debe ser motivo de una mayor supervisión de sus políticas macroeconómicas por el G-20 cuando la tenencia de reservas por más de 2 millones de millones (trillones, en anglosajón) de dólares por el banco central de China se ha vuelto un insomnio intratable.

En forma sarcástica The Financial Times (28/6/10), vocero del neoliberalismo global, divulga que Hu se ha ganado una invitación a cenar con Obama en la Casa Blanca.

Alan Beattie y Chris Giles, de The Financial Times (27/6/10), sintetizaron que el G-20 se puso de acuerdo sobre una semántica que permite proclamar a todos que la estrategia de reducir sus déficit había ganado, pero que es probable que haga poca diferencia en la práctica. El G-20 se comprometió a seguir planes de consolidación fiscal que no afecten al crecimiento, mediante la disminución de sus déficit hasta 2013 y la estabilización de la proporción de la deuda sobre el PIB hasta 2016 (con excepción de Japón, que se puede dar el lujo de financiar su deuda endémica desde su mercado doméstico).

En paralelo al G20 se escenificó en el mismo Toronto un foro del B-20 que aglutinó a los 40 principales empresarios del mundo, quienes acordaron tres puntos principales que reflejan el hiperradicalismo neoliberal que aún no se entera de su deceso global: 1. La reanudación de la ronda mercantil de Doha; 2. la consolidación fiscal, y 3. la supervisión bancaria de las reformas por el Comité de Basilea.

Con sus egoístas medidas tripartitas –que eludieron (como era de esperarse) el gravamen global bancario exigido por los ciudadanos del mundo–, el B-20 pretende que los corderos del mundo sigan siendo vigilados por las manadas de lobos de la bancocracia y/o bancocentrismo neoliberales .

Alemania podrá triturar a Inglaterra en el Mundial de Futbol, pero en las finanzas globales la City descolgó una victoria más sobre Francfort.

A Angela Merkel –la canciller alemana, quien peca de ingenuidad celestial cuando se encuentra inmersa en los avernos que controla la banca israelí-anglosajona– le dieron atole con el dedo y salió feliz para comentar que había prevalecido el punto de vista de Europa continental (léase: de Alemania y Francia). En realidad, la cuarta cumbre del G-20 en Toronto exhibió la fractura cosmogónica entre la eurozona, racionalmente más reguladora, y la dupla anglosajona, parasitariamente más desregulada.

En todo momento EU no cesó de mostrar su espada de Damócles: la dependencia de las exportaciones del resto del mundo a su todavía mayor consumo global.

El primer ministro de India, Manmohan Singh, quien detenta un doctorado en economía, alertó que “las políticas contradictorias, si son seguidas por varios países industrializados en forma simultanea, pueden provocar una recesión de doble hundimiento (double-dip recession)”.

Guido Mantega, ministro de Finanzas de Brasil, fustigó el objetivo de recorte de los déficit como drástico y muy veloz.

Como se nota, del lado del BRIC no existe mucho entusiasmo público.

El comentarista político Andrei Fedyashin, de la agencia rusa RIA Novosti (28/6/10), considera que el mayor desafío discutido en la cumbre del G-20 versó sobre “la deuda gubernamental y sus temas asociados –déficit presupuestales insostenibles y la necesidad de incremento de impuestos, así como recortes en programas sociales, pensiones y salarios”.

Fedyashin equiparó la deuda a la adicción alcohólica y señaló que en arameo (nota: el idioma del Nazareno) deuda y pecado son sinónimos. Lo que sucede, a nuestro juicio, es que el mundo capitalista occidental cesó de ser cristiano para extraviarse en el peor paganismo hipermaterialista.

Basado en los datos de McKinsey Global Institute, Fedyashin exulta que Rusia exhibe en el seno del G-20 la menor proporción de deuda sobre el PIB: 71 por ciento. Ni quien se lo agradezca a Rusia.

¿Qué pasará con aquellos países que infrinjan los objetivos y la cronología del recorte de los déficit y su deuda? Nada.

miércoles, marzo 17, 2010

Bajo la lupa

No faltan nostálgicos escatológicos de la unipolaridad estadunidense que fustiguen el concepto etéreo del BRIC (sigla de Brasil, Rusia, India y China) por su falta de cohesión intrínseca y como un feliz invento mercadotécnico, como si el G-7 ostentara mayor relevancia y coherencia después de su muerte funcional.

Rusia e India, dos miembros notables del BRIC cuatripartito –una masa crítica de países emergentes que le han quitado el liderazgo al G-7 en varios rubros relevantes y han empujado exitosamente el incipiente nuevo orden multipolar– han concretado una alianza estratégica primordialmente en el plano nuclear que cambia(rá) la correlación de fuerzas en el subcontinente indio y, por extensión, a Centro-Asia.

No faltarán tampoco avezados observadores que aduzcan que mínimamente dos miembros del BRIC cuatripartito aprovechan la inocultable decadencia de Estados Unidos en todos los frentes cuando la otrora superpotencia unipolar ha sufrido perturbadores repliegues en varios países de primer orden (v.gr Japón, ver Bajo la Lupa, 2 /10/09) y hasta en países pivote: desde Turquía hasta Ucrania (ver Radar Geopolítico, Contralínea, 7/2/10)

Bueno, hasta el gobierno fundamentalista del partido Likud encabezado por la feroz dupla Netanyahu-Lieberman –considerado el principal aliado militar de EU en el mundo– llegó hasta humillar insensatamente al vicepresidente Joe Biden durante su reciente periplo a Israel (Victor Kotsev, Asia, Times, 13/3/10).

En India el zar energético global, Vlady Putin, es considerado, con justa razón, uno de los grandes estadistas del siglo XXI, digno de emular, al haber propiciado el putinismo y su papel histórico en el resurgimiento de Rusia, como comenta el anterior diplomático indio M.K.Bhadrakumar (Asia, Times, 16/3/10), quien detalla la impresionante lista de contratos multimillonarios que concretaron India y Rusia en los sectores militares y civiles que van desde la instalación de unas 20 plantas nucleares, pasando por la construcción de aviones furtivos de quinta generación, hasta la producción de equipos de navegación dotados de sistemas de posicionamiento global (GPS, por sus sigas en inglés).

La reciente visita de Putin a India fue más que exitosa, cuando Rusia le abre ampliamente sus secretos nucleares a India; es decir, le proporciona la transferencia de tecnología que ni EU ni la Unión Europea están dispuestas a otorgarle: reprocesamiento de tecnología, ciclo de combustible del torio para energía atómica, y reactores rápidos de neutrones.

¿Se arriesga demasiado Putin con India?

No, si se toma en cuenta que durante la guerra fría las relaciones entre la URSS e India (pese a su pertenencia al bloque, en ese entonces influyente, de los no alineados) fueron óptimas, las cuales se evaporaron con la brutal disolución del imperio soviético.

Veinte años más tarde las relaciones militares de altos vuelos estratégicos entre Moscú y Delhi regresan a su normalidad tradicional, pero esta vez con alta tecnología.

Se pudiera criticar con persuasión que la sorprendente reanudación de los estrechos lazos es más de corte estratégico-militar que propiamente geoeconómica, que es sobre lo que versa, a final de cuentas (hasta ahora) el BRIC. Hasta cierto punto, porque existe bidireccionalidad sutil entre la estrategia militar y la geoeconomía, cuyo común denominador es la decadencia de Estados Unidos.

Un aspecto poco abordado por los observadores occidentales se centra en que el acercamiento espectacular de Rusia e India también comporta su posicionamiento en el futuro de Afganistán cuando la OTAN, encabezada por la dupla anglosajona, deba operar su nada graciosa huida oficial el año entrante.

¿Cuál será el papel del expectante RIC (Rusia, India y China) en el nuevo orden político de Afganistán donde está ya derrotada la OTAN?

A juicio de Iftikar Gilani, del rotativo Daily Times de Pakistán (12/3/10) Delhi busca revivir el eje India-Irán (¡súper-sic!) Rusia para influir en Afganistán y contrarrestar el regreso de los talibanes.

Dimitri Rogozine, embajador ruso ante la OTAN, acaba de lanzar una grave acusación contra la misma organización que libra una guerra sin declarar contra la seguridad nacional de Rusia, donde 30 mil personas mueren al año debido al tráfico de heroína proveniente de Afganistán (Stratfor, 12 /3/10), donde, desde la invasión anglosajona, ha aumentado dramáticamente la producción de opio, bajo el esquema neoliberal de dejar pasar y dejar hacer.

Es nuestra hipótesis que EU y Gran Bretaña, como en el siglo XIX, libran su “tercera guerra del opio” (ver Radar Geopolítico, Contralínea, 20/11/09), esta vez desde suelo afgano, con el fin de desestabilizar a sus competidores geoeconómicos del RIC y quebrantar su salud siquiátrica para domarlos mejor.

A nuestro juicio y sin ser linealmente maniqueos, el eje India-Irán-Rusia planteado por los estrategas indios debe tener sumo cuidado en no indisponer a China, que es aliada de Pakistán (que supuestamente controla los hilos de los jihadistas talibanes en Afganistán). Pero una cosa es preservar los intereses de los numerosos segmentos étnicos antitalibán en Afganistán, y otra es aislar peligrosamente a Pakistán: se trata de sutiles juegos geopolíticos muy delicados, aptos para neurocirujanos dotados con microscopios electrónicos.

Para De Defensa (15/3/10), portal estratégico-militar europeo, se trata del fin del sueño estadunidense que profesó India en forma fantasiosa y a quien EU deseaba utilizar para contener a China.

El espejismo de los estrategas indios se despejó cuando Delhi descubrió que para Obama era más importante su relación con Pakistán, el enemigo añejo de India.

Delhi fracasó en sus pretensiones de suplantar a Pakistán en el juego geopolítico de Afganistán. Ni India fue adoptada como la aliada privilegiada de EU en el subcontinente indio y en Centro-Asia, ni EU pudo atraer convincentemente a India debido al escollo mayúsculo de la transferencia de tecnología, donde la prueba de fuego de la realidad detuvo el acercamiento entre EU e India.

¿No habrá jugado la promoción del BRIC, el bloque geoeconómico competidor del G-7, parte fundamental en la detención de los lazos impetuosos cuan pudibundos entre Delhi y Washington?

El fracaso de la política de India en Afganistán, microcosmos de otros tropiezos regionales, obligó a Delhi a corregir su trazado de ruta proclive a EU a cambio de nada.

Las relaciones de India con EU no se fracturan; simplemente detienen su vertiginosa impetuosidad insustentable, lo cual es aprovechado estupendamente por Vlady Putin, quien obtiene un triunfo más en la asombrosa resurrección de Rusia.

Si el fin del siglo XX marca la catástrofe geopolítica de la desaparición de la URSS, es probable que el siglo XIX escenifique la resurrección de Rusia en el nuevo orden mundial policéntrico.

Esto lo entendieron correctamente los estrategas de India, que se habían volcado efímeramente en el espejismo del sueño estadunidense, cuando por fin se han percatado de que la decadencia de EU es ya irreversible.

miércoles, diciembre 02, 2009

Bajo la Lupa - Dubai: la "alfombra voladora" de la piratería financiera británica

Como era de esperarse, estalló la burbuja inmobiliaria en Dubai, capital financiera neoliberal (eminentemente británica) del Golfo Pérsico, a nuestro juicio, la principal fractura tectónica geopolítica entre el G-7 y el RIC (Rusia, India y China), quienes libran la batalla final por el control de los hidrocarburos.

La "crisis de Dubai" –que pudiéramos bautizar como el "efecto de la alfombra voladora" que los piratas financieros británicos inventaron como otro cuento neoliberal adicional a Las mil y una noches– representa la metáfora del anuncio y/o inicio de la "segunda ola" de la crisis financiera global, de origen anglosajón, que se subsume en la crisis inmobiliaria comercial por explotar, acompasada de la opacidad contable de los ominosos "derivados financieros" especulativos credit default swaps (CDS), "seguros" contra las quiebras cuyo monto supera todo el PIB global: la verdadera espada de Damocles que pende sobre el mundo financiero.

Quebrados los bancos (básicamente, el G-7 y sus paraísos tropicales), ahora sigue la bancarrota de los gobiernos (Ambrose Evans-Pritchard, The Daily Telegraph, 30/11/09), cuando la "crisis fiscal" pisa la sombra de la crisis financiera que ya es económica, energética, alimentaria y climática y que hemos denominado la "crisis multidimensional", que más bien constituye un cambio civilizatorio de paradigma.

El emirato de Dubai forma parte de la federación Emiratos Árabes Unidos (EAU), antigua colonia británica en la parte occidental del superestratégico Golfo Pérsico y conocida hasta inicios del siglo XX como la "Costa de los Piratas" (la actividad sempiterna de los anglosajones: ayer con los barcos, hoy con los bancos), y creada dos años antes de la crisis del petróleo de 1973.

De los siete emiratos unidos (con un territorio de 83 mil 600 kilómetros cuadrados y 6 millones de "residentes"), dos marcan su ascenso y decadencia: 1) Abu Dhabi (67 mil 340 kilómetros cuadrados y cerca de un millón de "residentes"), su capital política, industrial y cultural, y 2) Dubai (4 mil 114 kilómetros cuadrados con alrededor de 2.2 millones de "residentes"), su centro financiero (sic), comercial y turístico (de corte "entretenimiento"), dotado de miríficos puertos y aeropuertos.

La historia de los dos emiratos es antagónica, repleta de querellas intestinas, y se encuentra gobernada por dos primos de las tribus de los nahyan (Abu Dhabi) y los maktoum (Dubai), pero con rumbos económicos y financieros antipódicos.

Dubai carece prácticamente de petróleo, que le sobra a Abu Dhabi (la sexta potencia mundial), y se consagró frenéticamente a la especulación inmobiliaria contra todas las leyes gravitatorias (que incluyen la torre más alta del mundo) y con proyectos extravagantes en pleno desierto donde domina(ba) la banca británica (con 120 mil ciudadanos de "cuello blanco").

Graham Ruddick (The Daily Telegraph, 30/11/09) expone que 40 por ciento (sic) de las oficinas están desocupadas. ¿Se convertirá Dubai en otra ciudad fantasma del neoliberalismo británico?

EAU exhibe una bomba demográfica y de desequilibrio de género, concentrada en Dubai, la ciudad de todos los excesos: casi tres hombres por cada mujer en el grupo de los 15 a los 65 años.

De sus 6 millones de "residentes", 83.5 por ciento son foráneos (¡súper-sic!) –en su mayoría trabajadores expatriados de la construcción, provenientes de India (¡1.7 millones!), Pakistán (1.2 millones), Bangladesh (medio millón), Irán (muy numerosos, pero curiosamente indefinidos) y el sureste de Asia–, mientras el restante grupo minoritario de 16.5 por ciento son originarios de los siete emiratos (Arabian business.com, 7/10/09). Todavía está por escribirse la surrealista narrativa demográfica neoliberal, no pocas veces inhumana, de Dubai, capital de la concupiscencia global.

Con notable excepción de Daily Mail (27/11/09) y The Daily Telegraph –quienes advierten sobre las grandes pérdidas que han sufrido los bancos londinenses Barclays, RBS y HSBC, por su lujurioso financiamiento a los proyectos megalomaniacos de Dubai–, la prensa británica en su conjunto, en particular The Financial Times y The Economist (los dos portavoces del neoliberalismo global), padecen el "síndrome de la negación" y se dedican a vilipendiar a los sátrapas medievales de Dubai.

Liz Hazelton, del Daily Mail, comenta con pulcritud que las pérdidas de los bancos londinenses "son particularmente alarmantes" después de "los varios rescates por los contribuyentes en el pasado año y medio". Agrega impecablemente que Dubai, en caso de ser rescatado por el petróleo de Abu Dhabi, "deberá abandonar un modelo (sic) económico enfocado en desarrollar trozos de desierto con dinero y mano de obra del extranjero". Buen punto: es el modelo neoliberal de Dubai, un paraíso fiscal de la lascivia convertido en "alfombra voladora" inmobiliaria por la piratería financiera británica y el neoesclavismo obrero, que sucumbió en el desierto, mientras Abu Dhabi, que también saldrá averiado, podrá salvarse gracias a sus "fondos soberanos de riqueza" (WSF, por sus siglas en inglés) por casi un billón de dólares.

El rotativo oficioso chino People’s Daily Online (30/11/09) coincide con Daily Mail sobre la identidad de los bancos londinenses perdedores y comenta la concupiscencia consustancial al alma anglosajona en su "exposición al riesgo financiero" en Dubai: en primer lugar Gran Bretaña (la mitad de la deuda), seguido por Estados Unidos (el 10 por ciento); en su conjunto Francia, Alemania, Japón, Holanda y Suiza equivalen a la deuda de Gran Bretaña. ¿Fue Dubai un proyecto estratégico del G-7 con alcances geopolíticos para extraer, mediante la alquimia financiera, los cuantiosos ingresos petroleros de Abu Dhabi, al que hasta plantas nucleares "civiles" (sic) llegaron a estar dispuestos a vender sin escrúpulos?

Mientras Roula Khalaf, de The Financial Times (29/11/09), implora el rescate de los "países del Golfo ricos (sic) en petróleo (¡súper-sic!)", Patrick Seale (International Herald Tribune, 30/11/09) –para nuestro gusto el óptimo analista británico de la región– considera correctamente que ha sido golpeado el "golfo árabe (sic)", que no pérsico, "en su totalidad" –léase: las seis petromonarquías árabes del Consejo de Cooperación del Golfo que busca(ba)n crear su divisa común– y "hasta ha propinado un golpe doloroso al mundo árabe entero".

El veterano periodista Seale expone la singular "localización" de EAU: “encrucijada (hub) del comercio y las finanzas (sic) internacionales entre el este y el oeste” y "estrecha relación mercantil con Irán (¡súper-sic!)", su vecino a vuelo de pájaro. Todo ello ha sido estropeado por "la presión estadunidense a los bancos internacionales por negar créditos a Irán, lo cual ha obstaculizado tal comercio y ha sido sin duda (sic) un factor, aunque menor, en el desencadenamiento de la presente crisis financiera. La solución del pleito de Occidente (sic) con Irán podría ser la gran ventaja (sic) de Dubai".

Entonces, ¿qué hay de trascendental detrás de la quiebra de Dubai en esta coyuntura, en cuyo "rescate" participan en forma perturbadora los banqueros esclavistas atávicos Rothschild (ver Bajo la Lupa, 8/7/09)?

domingo, noviembre 15, 2009

Bajo la lupa: Brasil: ¿"milagro" o normalidad de las materias primas y la geopolítica?

No fue tan sencillo descuartizar a Brasil como al "México neoliberal" arrumbado deliberadamente en "Estado fallido" y a quien, desde la década de los 1970, Zbigniew Brzezinski (anterior consejero de seguridad nacional estadunidense) maldijo con el anatema de su proyecto de "la era tecnotrónica" de que "Estados Unidos no deseaba tener" el equivalente de "un Japón en su frontera".

Que luego la kakistocracia ("el gobierno de los peores") neoliberal local haya contribuido en la destecnificación y destecnologización de México, es la consecuencia de una decisión estratégica tomada en Washington y a la que los presidentes neoliberales "mexicanos" se acoplaron a la perfección desde hace 27 años.

El mismo Richard Nixon reconocía –en la etapa prefinancierista en la que luego sucumbió el propio Estados Unidos al pasar bajo el control de la banca israelí-anglosajona, cuya plutocracia aspira a imponer, de su propia confesión, "un gobierno mundial" (ver Bajo a Lupa, 1º y 4/11/09)– que "Latinoamérica seguiría el rumbo de Brasil".

Antes y después de la construcción del muro ignominioso en la librecambista transfrontera neoliberal (que hizo explotar el narcotráfico y su blanqueo bancario), Washington no da(ba) un cacahuate por México, pero entendía que Brasil era un caso aparte del que llamaba la atención su prolongado letargo.

A Brasil le deseaban las peores intenciones tanto Rudiger Dornbusch (el charlatán operador germano-estadunidense del FMI y "profesor" de los "mexicanos" Luis Téllez Kuenzler y Pedro Aspe Armella en el MIT) como el megaespeculador con disfraz de "filántropo", George Soros, quienes consiguieron transitoriamente por la vía financiera someter a la nueva potencia emergente sudamericana a los dictados de la anglósfera.

Tanto el éxito (el caso de Brasil con Lula) como el fracaso (el caso del "México neoliberal": la antimateria del gigante sudamericano) de los países es multidimensional, pero existen coyunturas (fin del orden unipolar dolarcéntrico), personalidades (no es lo mismo la orquestación sinfónica multipolar de Lula que la insoportable cacofonía de Calderón, súbdito de la caduca unipolaridad) y detonantes (el disparo del precio de las materias primas, a partir de la primavera de 2004, de los dos binomios estratégicos: petróleo-gas y oro-plata).

La entrevista de The Financial Times (8/11/09), realizada por Lionel Barber y Jonathan Wheatley, al presidente Lula arroja mucha luz cuando los parámetros financieros y económicos de Brasil van viento en popa en medio de la crisis global: la revaluación de su divisa, el real, mayor a 36 por ciento frente al dólar en lo que va del año, al unísono de un aumento descomunal de 136 por ciento en la bolsa, y la masiva entrada de capitales golondrinos que obligaron a imponer un impuesto de 2 por ciento a su ingreso desregulado.

Lula narra cómo dislocó al ex director del FMI, el español Rodrigo Rato, cuando dio por terminada su relación bilateral. Ahora, sin la férula del FMI, se da el lujo de prever un crecimiento de 5 por ciento el año entrante y una acumulación de reservas por 300 mil millones.

Los entrevistadores británicos Barber y Wheatley, de excesiva deformación financierista y fiscalista, ponen en relieve "los programas de transferencia de ingresos que han llevado a millones de personas al mercado de consumo. En el espesor de la crisis, el gobierno preservó las ventas con recortes de impuestos a los carros, bienes domésticos electrónicos y materiales de construcción".

Tras mil piruetas, Barber y Wheatley confiesan (como si no lo supiéramos) que la "recuperación" de Brasil "debe mucho (¡extrasupersic!) al auge de las materias primas".

Entre los logros adicionales de Lula se encuentra la Bolsa Familia que "a un costo menor a uno por ciento del PIB alcanza a 11 millones de familias", en particular, a las madres pobres, para "mantener a su hijos en las escuelas y asegurar su cuidado médico".

Los entrevistadores neoliberales destacan el "orgullo" de Lula de "haber logrado que 30 millones hayan salido de la pobreza y otros 20 millones se hayan juntado a la clase media en los pasados cinco años". ¿Por qué no nos prestan los brasileños a Lula para gobernar a México unos seis años?

El ascenso de Lula, arquetipo de la cultura del esfuerzo, es admirable desde bolero, pasando por obrero metalúrgico, hasta fundador del Partido del Trabajo: "su experiencia como negociador sindical lo convirtió en un político talentoso, así como en el presidente más popular en la historia de Brasil".

Los entrevistadores británicos (no olvidar: empleados del rotativo portavoz del modelo neoliberal, benéfico para Gran Bretaña, pero depredador para los demás) enloquecen de fascinación con el entreguista Fernando Henrique Cardoso, a quien Lula critica elegantemente, sin citarlo, que "gobernó para solamente 40 millones de brasileños"(el 20 por ciento de la población) y se olvidó de los restantes 150 millones; curioso: la Ley de Parito aplicada por Cardoso a la plutocracia beneficiada.

Al final de su segundo mandato, según los entrevistadores neoliberales, existen "algunos (sic) críticos que detectan (sic) señales que Lula haya regresado a sus instintos izquierdistas" en referencia a la estatización a 100 por ciento de los pletóricos yacimientos petroleros en el océano Atlántico, así como "las presiones recientes sobre Vale do Rio Doce, la minera gigante privatizada" (por Cardoso; but of course and curse!)” para ajustar sus planes de inversiones a conveniencia de la política gubernamental que ha creado alarma (sic) en algunos sectores”. ¿Cuales "sectores" que no sean las trasnacionales anglosajonas depredadoras y sus palafreneros locales?

Lula replica que "la acostumbrada discusión sobre el papel del Estado concluyó como resultado de la crisis global" cuando los "mercados" desfondados fueron rescatados por el "Estado". Se pronuncia por la economía mixta con regulación estatal y lanza sus mejores dardos contra la banca de Wall Street.

En la luminosa etapa de Lula, las relaciones de Brasil, miembro del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), han sido inteligentemente multipolares y, además de sus relaciones "tradicionales" con Estados Unidos y Europa, "ha diversificado su comercio y sus lazos con otras partes del mundo como Asia, Medio Oriente y África. China se ha convertido en su principal socio comercial".

Muy limitados intelectualmente los entrevistadores neoliberales británicos entonan sin ton ni son la palabra "milagro" para referirse a las hazañas de Brasil, en la etapa de Lula y en el contexto del nuevo orden multipolar, cuando en realidad el gigante sudamericano por fin despertó de su letargo y encontró su normalidad anhelada con una calidad geopolítica insuperable: su lejanía geográfica con EU.

A diferencia de México, "tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos", como tuvo razón en vaticinar Porfirio Díaz, Brasil se encuentra lejos de Estados Unidos y más cerca de Dios, a grado tal que ahora pretenden que el Todopoderoso sea brasileño.

miércoles, octubre 21, 2009

Bajo la lupa: ¿Adiós a EU (y su dólar)?

Wegelin & Co., un banco privado suizo fundado en 1741 –es decir, con una decantación histórica de 268 años–, en su Comentario de Inversiones No. 265 (del 24/8/09), Adiós EU, aborda "el talón de Aquiles" de la otrora superpotencia unipolar: "una mirada a la situación de la deuda de Estados Unidos basta para mostrar que, además del petróleo, realmente existe solamente un elemento de importancia estratégica que Estados Unidos necesitará en los años por venir: capitales".

Por lo visto, todo el mundo está enterado de que los hidrocarburos representan la joya geoestratégica del momento, con la descabellada excepción de los aldeanos neoliberales mexicanos de la "kakistocracia" ("el gobierno de los peores") zedillista-foxiana-calderonista.

Banco Wegelin calcula que el nivel de "deuda explícita" probablemente "estará significativamente arriba del 100 por ciento del PIB" en 2014 (en comparación al 70 por ciento del PIB de la "deuda declarada" de 2008).

De aquí a cuatro años las tasas de interés habrán duplicado: de 10 por ciento del ingreso público total a 20 por ciento (basado en presupuestos moderados).

Banco Wegelin reconoce que esto "todo el mundo lo sabe", ya que se oculta "la mitad (¡súper-sic!) de la verdad" cuando "se realiza la contabilidad correcta" ("probables futuros flujos de pago descontados de su valor presente") y, entonces, "el panorama se vuelve lúgubre".

En forma increíble el Instituto Frankfurt, con fecha de noviembre de 2008, citado por Wegelin, "reconoce que el nivel total de deuda de Estados Unidos es de 600 por ciento (¡extra-súper-sic!) de su PIB". De ser cierto, entonces la deuda total verdadera de Estados Unidos es impagable.

Aun las cifras perturbadoras del Instituto Frankfurt "son solamente parte de la verdad" a juicio de Wegelin, quien asegura que "un vistazo a quienes son los más importantes acreedores de las finanzas públicas altamente endeudadas de Estados Unidos revela algo verdaderamente notable. Se trata de las mismas autoridades públicas (¡súper-sic!)". ¡La alquimia impura!

Cita Wegelin un estudio de Sprott Asset Management, "firma canadiense de manejo de activos que se ha distinguido por sus análisis macroeconómicos inteligentes (sic)": Estados Unidos exhibió en 2008 más de 4 billones de billones de dólares de deuda pública total visible (sic), de alrededor de 10 billones de billones de dólares, cuyo 40 por ciento se encontraba en manos de las llamadas "tenencias intragubernamentales".

Explica Wegelin que gracias a la alquimia contable "los deudores resultaron ahora simultáneamente acreedores", cuando mágicamente "un servicio de seguridad médica de Estados Unidos, como Medicare, se volvió una fuente indirecta de financiamiento para el Tesoro". ¡Demencial!

Se trata de “una forma inusual de autofinanciamiento (¡extra-súper-sic!) mediante los "bonos intragubernamentales", que "ciertamente no son activos de genuino valor intrínseco".

El análisis canadiense desmenuza la anatomía patológica de la deuda pública de Estados Unidos y comenta que la segunda categoría en el ranking de grupos crediticios, denominada “tenedores foráneos e internacionales (que incluye a los bancos centrales, a los "bonos soberanos de riqueza", inversionistas privados, etcétera), "corre el riesgo de esfumarse" como "fuentes usuales de financiamiento público de Estados Unidos".

A juicio de Wegelin, “la última esperanza de salvación proviene de la Reserva Federal que, con su programa de "Facilitación cuantitativa" ("Quantitative easing") para imprimir dinero, actualmente es obligada a comprar la mitad (¡extra-súper-sic!) de la nueva emisión de deuda cada mes”.

Irónicamente, Wegelin sentencia que se trata de un "esquema Ponzi" (una pirámide especulativa de papel sin sustento), que acaba por "colapsarse tarde o temprano como sucedió con el esquema de Madoff".

Después de analizar "la cuenta del flujo de fondos de la Reserva Federal", Wegelin promulga que "la deuda pública de Estados Unidos no tiene remedio", ya que "la combinación de los planes anticapitalistas de mercado de las autoridades impositivas con los problemas de financiamiento específicos del Tesoro pueden resultar en el colapso de su esquema Ponzi".

Sin analizar su calidad, el crecimiento de Estados Unidos en los recientes 30 años ha provenido "solamente al costo de una deuda creciente. Hoy, cada dólar de crecimiento viene aparejado de un dólar de deuda". En los recientes 15 años el "seudo crecimiento" ha provenido "principalmente del consumo y del gasto gubernamental", ya que "las inversiones en Estados Unidos son extraordinariamente débiles".

Wegelin consagra un rubro al "abandono de las ratas del barco hundiéndose" como es el caso de dos gigantes inversionistas de Estados Unidos: Warren Buffet (segundo hombre todavía más rico del mundo) y Bill Gross (mandamás de PIMCO, mayor fondo de bonos del mundo), quienes aconsejan abandonar al dólar a favor de la diversificación de una canasta de divisas multipolares, al unísono de otros inversionistas en materias primas, como Jim Rogers, quien ha apostado en el yuan chino, y de otros académicos como Hossein Azkari, profesor de la Universidad George Washington, quien aboga por "una divisa global de reserva".

A juicio de Wegelin, tales señales "deben ser tomadas en serio".

Por su parte GEAB No. 338 (15/10/09), del muy solvente centro de pensamiento LEAP/Europe 2020, exhorta a la Unión Europea a tomar su distancia del "desplome del dólar" para no sucumbir fútilmente como víctima propiciatoria.

GEAB aduce que “todo el mundo –nota: con la excepción del ‘México neoliberal’– entendió que Estados Unidos ha sido arrastrado en una espiral incontrolable que asocia su insolvencia generalizada y la incompetencia flagrante de sus elites gobernantes para adoptar las soluciones necesarias”.

Comenta que "está en curso el cese de pagos de Estados Unidos, como lo ilustran la caída del dólar y la fuga de capitales: solamente falta conocer el nombre del liquidador y el reconocimiento de la quiebra".

Hasta "Japón se aleja cada día más con la aplicación de nuevas orientaciones políticas, económicas, financieras y diplomáticas", lo cual ya había sido adelantado por Bajo la Lupa (ver 12/8/09, 2/9/09 y 14/10/09).

Aconseja a la Unión Europea –todavía "la primera potencia económica y comercial del mundo", con una divisa (el euro) muy competitiva del dólar– adoptar cuatro restricciones estratégicas:

1) "Afrontar la ruptura del sistema monetario fundado en el dólar" y evitar la ominosa perspectiva de una cotización de un euro por dos dólares que aniquilaría sus exportaciones; 2) "Evitar la explosión de déficit presupuestales a la moda anglosajona"; 3) "Adoptar una posición específicamente europea en la guerra de Afganistán y en la agravación de la crisis Irán-Israel-Estados Unidos" y, 4) "Colaborar en forma independiente y constructiva con los principales actores cruciales del mundo de post crisis: el BRIC".

Hay que acostumbrase a la decadencia de Estados Unidos y de su peor engendro, el dólar unipolar, que tanto daño causó al género humano con el financiamiento subsidiado de sus guerras.

domingo, abril 19, 2009

Bajo la lupa

Obama encontró en Trinidad y Tobago, donde planeó intensamente el retorno triunfal de Cuba, a una mayoría de 31 mandatarios de América Latina (AL), muy diferente al enternecedor entreguismo de Calderón, quien prodigó sin rubor la transfrontera –con todo y sus yacimientos gaseros– al NORAD/Comando Norte de Estados Unidos, además de haber cedido el Golfo de México al Comando Sur (justo es reconocerlo, con la connivencia de los dos líderes priístas camarales, Beltrones y Gamboa).

Calderón ha militarizado exageradamente todas las actividades civiles de México, país otrora pacifista y pacífico y con un ejército entrenado para la paz, y lo ha convertido en el “cobayo de la guerra irregular del Pentágono” (ver Bajo la Lupa, 15/4/09).

Al unísono de la anexión militar de México por el Pentágono, Calderón adoptó la truculenta agenda energética neoliberal de Estados Unidos (EU) –que forma parte del ASPAN foxiano: Alianza para la Seguridad (¡súper sic!) y la Prosperidad (¡super-sic!) de América del Norte– mediante la controvertida bonificación de la emisión de los gases invernadero, y se olvidó por completo de citar –ya no se diga exigir la demolición– el muro de la ignominia que militarizó unilateralmente Baby Bush.

A contracorriente histórica global, Calderón –quien resultó más fanático del caduco Tratado de Libre Comercio de América del Norte que el mismo Obama–, se hunde en el Titanic de la añeja unipolaridad y no se entera aún del nuevo giro multipolar bajo el que opera la mayoría del resto de los 31 mandatarios latinoamericanos. Calderón tampoco entiende el significado de “competitividad”, que mastica sin cesar, y donde el “México neoliberal” ocupa un peor que mediocre lugar global.

Así como Obama halló a la mayoría de 31 mandatarios muy ajenos a la dependencia unipolar de Calderón, los latinoamericanos en su conjunto encontraron a un Obama muy dispuesto a reconciliarse y diametralmente opuesto al unilateralismo de Baby Bush.

La quinta Cumbre de las Américas es muy distinta a su primera edición en Miami, en 1994, cuando el entonces vicepresidente, Al Gore, lanzó la hoy extinta Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), enterrada por los muy creativos mandatarios de la zona en la cuarta cumbre en Mar del Plata, donde la hilarante pareja Fox-Martita se querelló con medio mundo (incluyendo a Cristina Fernández, quien sería la futura presidenta argentina).

Durante la cuarta cumbre, Baby Bush usó como caballo de Troya al locuaz Fox para socavar la cohesión latinoamericana que rechazó heroicamente su suicidio mediante el veneno del ALCA.

En la quinta cumbre le ha sido imposible a Calderón vender la exagerada militarización y la narcotización (en su doble sentido) de México (que atenta nominalmente contra la democracia civil, ya no se diga los derechos humanos), y su entrega neoliberal de los hidrocarburos, como único modelo a seguir por el resto de la mayoría de AL que ha tomado ya la ruta irreversible de la liberación tutelar (de la doctrina Monroe), económica y financiera en la nueva era multipolar.

Obama se cercioró de la existencia de tres posturas diferentes en AL: 1. la calderonista (inviable para la mayoría de América Latina donde el “México neoliberal” ha quedado aislado); 2. el ALBA, de gran avanzada y creatividad geopolítica, que juega espléndidamente a la multipolaridad: dispuesta a negociar con Obama, pero lejos de la capitulación a la unipolaridad, mientras construye puentes con Europa, Medio Oriente, África, China, Rusia e India, y 3. la del gigante brasileño, en el intermedio del ALCA y el ALBA, pero con el descubrimiento de representar a una de las potencias emergentes del siglo XXI junto al RIC (Rusia, India y China).

Por la conformación de sus reuniones grupales en Puerto España, Obama aceptó conspicuamente la existencia de tres regiones geoeconómicas de AL: Sudamérica, Centroamérica y el Caribe –donde el “México calderonista”, con un muro ignominioso en pleno rostro transfronterizo, ha quedado totalmente a la deriva al haber colocado todas sus cartas en la fallida integración norteamericana, sobre todo, humana y migratoria.
No se puede negar que a casi 100 días de haber llegado a la Casa Blanca, Obama goza de una luna de miel global, que comparte con su esposa Michelle, mediante la “obamanía” de la que AL no es ajena. Pero tampoco será tarea sencilla restañar las heridas que Baby Bush dejó abiertas con sal en todo el mundo, en particular, en la zona.

La administración Obama se encuentra inquieta por el proceso de pérdida de su posición, ya no se diga de su liderazgo, en AL, por lo que durante la cumbre ha usado toda su seducción para ejercer una perezagruska latina: la reactivación de las relaciones con los países de la región.

Obama ya se percató de la imposibilidad de “calderonizar” a la mayoría del resto de 31 países de América Latina –más seguros y afirmativos que nunca en su historia.

Detrás de la reconciliación seductora de la “obamanía”, cuando EU ha pasado a la defensiva en la región, se encuentra el propósito avieso de detener y hasta de balcanizar la expansión asombrosa del ALBA, constituida por Venezuela, Cuba, Bolivia, Dominica, Nicaragua y Honduras, además de Ecuador y Paraguay como invitados.

El problema de Obama es que el “México calderonista” no es imitable ni vendible (resulta hasta contraproducente mercadológicamente) y anda en búsqueda de regímenes cómodos (v.gr. Colombia, Perú y Chile) para crear una alianza anti-ALBA bajo la férula militar de EU.

Al escribir estas líneas, durante la cumbre todavía Obama no se atrevía a sacar del tintero la idea bushiana de crear un nuevo foro de los países del hemisferio, basado en la Iniciativa “Vías de Prosperidad (¡súper sic!) de las Américas” (comunicado de la Casa Blanca, 24/11/08), como resurrección velada (ahora sí que por “otras vías”) de la fenecida ALCA, que ejerza contrapeso a la integración sudamericana de Unasur, susceptible de convertirse en el siglo XXI en uno de los principales polos geopolíticos del planeta.

Dos días después del citado comunicado de la Casa Blanca, el ALBA levantó creativamente la puja con el lanzamiento del proyecto de una divisa común (el “sucre”).

El discurso neoliberal entreguista de Calderón durante la visita de Obama a México fue una vulgar reproducción de varios de los siete puntos del comunicado de la Casa Blanca bushiana sobre las “Vías de Prosperidad de las Américas” donde participaron en la ciudad de Nueva York los mandatarios y representantes de los gobiernos de Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, EU, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú y República Dominicana.

A riesgo de incinerase en los infiernos de la historia, varios de los citados, por presión y/o represión, aceptarán gustosamente formar una alianza contra el ALBA y, si se puede, contra Unasur.

Sea lo que fuere, la mayoría de AL viró a la multipolaridad.Y esto Obama lo constató mejor que nadie.

miércoles, noviembre 26, 2008

■ Vaticinan extinción del dólar y balcanización de EU

Alfredo Jalife-Rahme

Nuestra añeja prospectiva sobre la irreversible decadencia de Estados Unidos se ha vuelto la moda en los centros serios de pensamiento del mundo –obviamente fuera del mismo afectado, cuyos seudopensadores apuestan fantasiosamente al desplome del mundo sin Estados Unidos.

Ahora es más sencillo auditar las miserias de la otrora superpotencia unipolar cuando sus finanzas y su economía se encuentran en caída libre debido al tsunami financiero que provocaron mediante su demencial casino bursátil.

Durante una conferencia en Lombard Street Research, Paul Volcker, muy solvente ex gobernador de la Reserva Federal y antecesor del maligno cuan locuaz Alan Greenspan, sentenció la “quiebra” del sistema financiero global (The Daily Telegraph, 17/11/08).

Hay que ser verdaderamente hipermasoquistas para perder el tiempo en escuchar a los Choms locales (las chachalacas del hampa organizada de los multimedia sovietizados), quienes emulan a los músicos del Titanic en pleno hundimiento.

El mismo Obama ha admitido que el tsunami, que analistas de peso colocan a niveles peores de 1929, se encuentra en su preludio. Barack Obama parece haber tomado las riendas del poder con dos meses de antelación, ante la fuga despavorida de Baby Bush, con el fin de intentar paliar la delicada vulnerabilidad de Estados Unidos mediante la clintonización financiera (clintonomics).

La revista francesa Marianne aporta la cifra antigravitatoria de 1.4 cuatrillones de dólares (mil millones de millones en anglosajón) de “derivados financieros” a punto de explotar y que se encuentran en el centro del tsunami, mientras el serio Banco Internacional de Pagos (que desechó la hilarante candidatura del malhadado Guillermo Ortiz, quien no sabe cómo huir del Banco de México) los ubica en 675 trillones de dólares (millones de millones en anglosajón). Da igual si son trillones o cuatrillones: su explosividad es igualmente letal.

En esta coyuntura dramática, Igor Panarin, prominente analista político, profesor de la diplomacia rusa y especialista en ciberguerra, vaticinó el colapso del dólar y la balcanización de Estados Unidos, en una entrevista al rotativo Izvestia (24/11/08): “el dólar no tiene ningún respaldo. La deuda externa de Estados Unidos ha crecido en avalancha (…) Es una pirámide a punto del colapso”.

Igor Panarin había vaticinado hace 10 años en una conferencia en Australia la debacle económica de Estados Unidos y ahora es más sanguinario sobre su colapso en curso: “debido a la crisis financiera, tres de los más antiguos y grandes cinco bancos de Wall Street han cesado de existir, y dos se encuentran en agonía. Sus pérdidas son las mayores de la historia. Vamos a ver un cambio en el sistema regulatorio a escala financiera global. Estados Unidos no será más el regulador financiero del mundo” y será sustituido por “China, con sus amplias reservas (nota: se ha de referir a sus pletóricas divisas) y Rusia, que puede jugar el papel de regulador en Eurasia” (nota: se ha de referir a su poderío nuclear). Panarin no es un vulgar improvisado ni pertenece a la escuela de los Choms, sino que es un lúcido pensador visionario.

Tampoco se debe soslayar la operatividad conceptual del Kremlin en la dramática coyuntura que vincula en forma dual la crisis del caduco orden mundial: el acoplamiento del reposicionamiento militar ruso en el Cáucaso y el tsunami financiero estadunidense.

A Estados Unidos, que se ha consagrado a balcanizar y globalizar al mundo, el prominente analista ruso le propina una sopa de su propio chocolate al vaticinar su balcanización en seis pedazos: “la costa del Pacífico, con su creciente población china; el Sur, con sus hispánicos; Texas, donde los movimientos independentistas han crecido; la costa del Atlántico, con una mentalidad distinta y separada; cinco de los más pobres estados centrales con sus poblaciones nativas estadunidenses; y los estados del Norte, donde la influencia de Canadá es poderosa”.

Suena interesante el aislamiento del Wasp (“blanco protestante anglosajón”, tesis formulada por Bajo la Lupa, 9/11/08), pero peca de una abultada hispanización en detrimento de la más real “mexicanización”.

Igor Panarin pone en tela de juicio el “arrendamiento financiero” de Alaska (leasing), que pudiera ser reclamada por Rusia. ¡Ah, caray! ¿Qué hará la pistolera petrolera Palin ante el reclamo ruso de su antiguo territorio de Alaska? ¿Alcanzará a México la balcanización de Estados Unidos y, peor aún, su texanización bushiana?

Panarin coloca la lápida sobre el dólar, que será “sustituido” por el amero (coincidencias con Bajo la Lupa, 19 y 29/10/08): “en 2006 un acuerdo secreto fue alcanzado entre Canadá, México y Estados Unidos sobre la divisa común del amero como nueva unidad monetaria. Esto podría señalar los preparativos para sustituir (sic) al dólar. Los billetes de 100 dólares que han inundado al mundo podrían ser simplemente congelados, bajo el pretexto, digamos, de que los terroristas (sic) los falsifican, por lo que tendrían que ser investigados”. Panarin se fue a la yugular de Estados Unidos y deja entrever la vinculación profunda entre las finanzas estadunidenses, los “terroristas” y el narcotráfico global.

Finalmente, sopesa el reposicionamiento de Rusia ante la prospectiva de la extinción del dólar y la balcanización de Estados Unidos: “desarrollar el rublo como divisa regional. Crear un sistema de intercambio de los hidrocarburos en rublos (nota: los petrorrublos). Debemos romper los amarres que nos ligan al Titanic financiero que, desde mi punto de vista, se hundirá muy pronto”.

A nuestro juicio, la regionalización de las divisas, en detrimento de la globalización unipolar del dólar, podría constituir el ancla para el “nuevo Bretton Woods”, que deberá disponer de un sistema multipolar de divisas con sus respectivas esferas de influencia.

Tal geopolítica de las finanzas pareciera encaminarse en forma regional en donde emergerían las nuevas divisas del orden multipolar: el euro para el continente europeo (con una extensión nada descabellada a los restantes países del mar Mediterráneo); el rublo para la periferia inmediata de Rusia (con extensión hasta las entrañas del Cáucaso y Centro Asia); el yuan del “circuito étnico chino”, extensivo a Hong Kong, Macao, Taiwán y Singapur, así como a la península coreana y al bloque de los 10 países del Sudeste asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) y ,tristemente, el amero para el funesto TLCAN. ¿Cuál será la divisa de la anglósfera?

Faltaría definir la divisa común de las petromonarquías árabes (en vías de formación), la zona de influencia de la rupia de India, la futura divisa regional de Sudamérica y la de los países islámicos, donde Irán jugaría un papel preponderante. ¿Se aferrará el decadente “México neoliberal” del PRIAN al amero o se unirá creativamente a la futura divisa sudamericana?

miércoles, octubre 29, 2008

Confesión de existencia del AMERO

Alfredo Jalife-Rahme

■ El Consejo de Relaciones Exteriores y Robert Pastor confiesan que existe el amero

El influyente Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés) y su portavoz Robert Pastor no pueden esconder más lo inocultable (ver Bajo la Lupa, 19 y 22/10/08).

En una entrevista que ha causado revuelo en el ambiente hispano de Estados Unidos, Pastor confesó al muy solvente conductor Rubén Luengas, de Telemundo (filial de NBC, 23/10/08), la existencia a “largo (sic) plazo” del amero, la moneda tripartita común de Estados Unidos, Canadá y México.

Cabe destacar que Luengas exhibió con documentos a la mano la legendaria corrupción de Vicente Fox en la célebre entrevista que catapultó al conductor a las nubes de la credibilidad, mientras el ranchero panista estallaba en pública cólera (Telemundo, 16/10/07).

El perspicaz conductor expone que “Robert Pastor no niega que exista también la idea de una moneda común para los tres países, pero asegura que éste no es el mejor (sic) momento”. Por su parte, Robert Pastor expresó que “la comunidad (sic) de América del Norte es una gran idea y la moneda amero es una gran idea (¡súper sic!), pero en verdad creo que no es la idea que ellos quieren en este momento”.

¿Cuál será “el mejor momento”, cuando Estados Unidos parece encaminarse a tirar su “viejo dólar” ante la emisión de un “nuevo dólar”? Se nota que Estados Unidos impone el cronograma del “mejor momento” a sus dos vecinos valetudinarios.

Luengas comenta que “la Internet revienta de información que asegura que el amero y la Unión de América del Norte entre Canadá, Estados Unidos y México podrían estar a la vuelta de la esquina”, a lo que Pastor responde que “hay que caminar antes de correr” y abunda que “en el caso de América del Norte nosotros tenemos muchas etapas (¡súper sic!), muchas políticas (sic), antes de considerar una moneda, políticas sobre la economía, políticas sobre inmigración y transportación y energía” (¡súper sic!). El amero “camina” antes de ponerlo a “correr” bajo la batuta estadunidense.

Robert Pastor adujo que “el concepto de América del Norte es una idea muy importante (sic) para todos, los tres países de América del Norte, y el mundo”. Para México, el TLCAN salinista ha sido catastrófico, como han demostrado la prestigiada Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos (NBER, por sus siglas en inglés) y Dany Roderick, académico de Harvard.

Está bien que la integración tripartita favorezca a Estados Unidos al llevarse los hidrocarburos de Canadá (además de su agua) y México (con el agregado de su plata) como garantía fiduciaria para la divisa tripartita, pero, ¿cómo beneficia al “mundo”? Aquí se pasó de tueste Robert Pastor, el aliado de Jorge Castañeda Gutman.

Toda la razón asiste a Robert Pastor cuando comenta que la Unión Tripartita de Norteamérica (NAU, por sus siglas en inglés) y la implementación del amero avanzan por “etapas”.

Hasta ahora van ocho “etapas” desde hace 20 años:

1) La imposición de Salinas en la presidencia espuria con bendición de Daddy Bush;

2) el TLCAN firmado por Salinas (que impulsó el libre comercio transfronterizo de estupefacientes y su venta de armas);

3) el ASPAN y sus acuerdos secretos firmados por Fox en el rancho privado de Baby Bush en Waco, Texas;

4) la imposición de Calderón con bendición de Baby Bush;

5) La Iniciativa Mérida;

6) La entreguista reforma energética calderonista-beltronista (que incluye los biocombustibles);

7) la incrustación de México en el Comando Norte; y...

8) el proyecto de incorporación de México al Comando nuclear de Defensa Aéreo-Espacial de Norteamérica (NORAD, por sus siglas en inglés) que propuso en Washington Robert Gates, secretario bushiano del Pentágono, en presencia de Beltrones, líder del Senado “mexicano”.


A esa larga cadena de hechos, no teorías, que padecemos, se agrega el amero, proyecto que cuya existencia a “largo (sic) plazo” han confesado el locuaz Fox (a Larry King, de CNN, 8/10/07) y ahora Robert Pastor.

¿Constituye, entonces, el amero, la novena etapa de desintegración de México para el beneficio unilateral de Estados Unidos? A esta cadena de eventos inobjetables que desembocan en la NAU, Pastor la cataloga como una “conspiración (sic) de la ignorancia (¡súper sic!)” y se aferra al concepto de “comunidad” tripartita de la revista Foreign Affairs, portavoz del CRE, y que es traducida al español por el ITAM (obviously!) y el castañedista Rafael Fernández de Castro (ahora asesor de Calderón, además de la Ceci Romero en Migración).

La palabra “comunidad” no tiene el mismo significado, acepción y peso en Estados Unidos, Europa y México. En Europa, la palabra francesa communauté, en el contexto de la Comunidad Económica Europea, desembocó en su “Unión” política y monetaria. En español, “comunidad” representa laxa y vagamente un conglomerado de personas. En inglés, la carga afectiva y efectiva de community es muy fuerte: “propiedad común”, “un acuerdo de identidad”; “unidad política, municipal y social de personas” (Oxford Universal Dictionary Illustrated). Es evidente que Robert Pastor y el CRE nos venden la palabra “comunidad”, sinónimo de integración y unión, en inglés y no en español.

El proyecto de desaparición del peso mexicano no es nuevo y en la “etapa” zedillista tanto Guillermo Ortiz Martínez, quien ahora está consagrado a dilapidar en forma deliberada nuestras reservas (México se derrumbó al ranking 21, detrás de Argelia, Irán, Libia, Turquía, Polonia, Malasia y Tailandia, hasta ahora), como Francisco Gil Díaz (empleado de la trasnacional HSBC en la matriz londinense) impulsaron intensamente la adopción del dólar como moneda de curso en México (la “dolarización”), dizque para evitar devaluaciones y devoluciones del peso, mientras uno de los principales asesores del Banco de México, el salinista-zedillista y hoy calderonista Manuel Suárez Mier, aboga(ba) por la adopción y “adaptación” (sic) del amero, al unísono de Herbert Grubel, economista canadiense del Instituto Fraser: proyecto en el que colaboraron Luis Rubinsky (alias Rubio) Friedberg y su centro fantasmagórico CIDAC, que plantea la entrega de los hidrocarburos de México a Estados Unidos. Por cierto, Suárez Mier se degradó de banquero a policía judicial (¡en lo que acaban los jihadistas neoliberales piromaniacos!) y ahora funge de “delegado de la PGR” en Washington (¿para monitorear mejor los interesados embarques trasnacionales?).

En sincronía con el amero, las “etapas” de dilapidación de las reservas en el Banco de México (provenientes de nuestros hidrocarburos), en la “etapa” aciaga de Guillermo Ortiz, van viento en popa: de 90 mil millones de dólares en su pico van que vuelan a 60 mil millones de dólares (¡la tercera parte desvalijada!), como adelanta un reporte de la insolvente Banamex-Citigroup, destinados a “rescatar” a Cemex (de la que es publicista Enrique Krauze Kleinbort) y a otras más irresponsables y parasitarias empresas privadas mexicanas en la zozobra.

miércoles, abril 23, 2008

KK y el Doc Jalife llevan rato "dialogando"

Round 1 "Fight" (Léase esto al estilo de street fighter)

* Precisión a columna de Alfredo Jalife 10 de abril 08

Hace unas semanas, mi amigo Arnaldo Córdova y yo intercambiamos cartas cordiales en este espacio. Quise interpretarlas como una señal de que la izquierda puede dialogar, en un marco de tolerancia y respeto intelectual, con las posiciones liberales.

Por desgracia, no todos los articulistas de La Jornada comparten ese espíritu. No entraré, ni ahora ni nunca, a debatir con el nutriólogo Jalife porque sus artículos no están escritos con la razón, sino con la bilis. Práctica el periodismo gástrico. Sólo haré dos apuntamientos en relación a su último ataque: 1) siempre le agradeceré que se refiera a mí por mis dos apellidos: Krauze Kleinbort. Al hacerlo, contribuye a identificarme como lo que soy: judío por parte de padre y madre; 2) su información sobre mi presencia en el Congreso de Rosario, Argentina, es falsa. Fui convocado y anunciado, pero no asistí ni intervine en él.

Atentamente,
Enrique Krauze

* Responde Jalife-Rahme a Krauze Kleinbort

Krauze Kleinbort (KK) invoca cómodamente que fue “convocado y anunciado”, pero que “no asistió ni intervino (sic)” a la cumbre fascista neoliberal iberoamericana de Rosario (ver Bajo la Lupa, 9/4/08).

Nunca dije que “asistió” o “intervino”. Señalé que “no podía faltar” en la lista. ¿Cómo puede KK eximir su relación con la cumbre donde la estrella fue su aliado José María Aznar López?

No “debato” con KK. Enuncio hechos irrefutables sobre sus membresías, como el “Comité del Peligro Presente” (Committee on the Present Danger) de Estados Unidos, que pregona la tercera guerra mundial con Norman Podhoretz.

Aboga por un “diálogo” exculpatorio, que oculte sus ominosas posturas bélicas y financieras, cuando su aliado José María Aznar López ha calificado de “estupidez” el “diálogo de las civilizaciones”.

KK, apologista del Fobaproa/IPAB, del modelo pinochetista-neoliberal chileno y de la invasión anglosajona a Irak, es un historiador “a la carta” del Grupo Monterrey (en particular, de Cementos Mexicanos) y de los neoconservadores straussianos de Estados Unidos e Israel. Sus resultados maniqueos son conocidos de antemano, antes de haber procurado rigurosas investigaciones.

Su ignorancia en las especialidades de posgrado es perturbadora: no soy “nutriólogo”, sino endocrinólogo, así como anterior directivo de la Federación Mundial de Salud Mental y de la Sociedad Mexicana de Siquiatría Biológica, es decir, un profesional del desempeño cerebral.

Alfredo Jalife-Rahme


Round 2 "Fight"

CORREO ILUSTRADO 18 abril

* Respuesta de Enrique Krauze a Alfredo Jalife

Si el doctor Jalife es, como dice, endocrinólogo especialista en siquiatría biológica, debería estudiar sus delirios endócrinos.

No conozco a Podhoretz, nunca he leído a Strauss, no soy aliado de Aznar, nunca he sido apologista del “modelo pinochetista-neoliberal chileno”, ni de la invasión de Irak, ni de la ocupación israelí. Vaclav Havel me invitó a formar parte del Committee on the Present Danger, opuesto al terrorismo, y acepté. Cuando vi el peso que ahí tenían otras ideas, renuncié.

No hace mucho, en Canal 40, Jalife se burló de Estados Unidos por postular a “un negro” y “una mujer”. Ahora exhibe una curiosa coprofilia llamándome KK. Es todo un científico “profesional del desempeño cerebral”.

Enrique Krauze

CORREO ILUSTRADO 22 abril

* Nueva respuesta de Jalife-Rahme a Krauze Klienbort

Así como engañó que soy “nutriólogo”, Krauze Kleinbort (KK) falsifica, sin venir al caso, que “me burlé” de Obama y Hillary, cuando son mis preferidos para regenerar a Estados Unidos. Lo reto a que aporte “su prueba”, sin editar, ante un tercero neutral.

Oportunista e incapaz de asumir la responsabilidad de sus actos, aunque admite ser tanto el “historiador a la carta” del Grupo Monterrey (en particular de Cemex) así como “apologista del Fobaproa/IPAB”, KK ahora reniega sin rubor de sus alianzas y membresías comprometedoras (ver Bajo la Lupa y El Correo Ilustrado 9 y 14/4/08).

Reniega de Aznar, quien siendo presidente lo condecoró con la medalla Alfonso X (ClubCultura.com 17/12/03). Su foto aparece junto a Aznar en el anuncio de la cumbre fascista neoliberal de Rosario (portal de la Fundación Internacional para la Libertad).

KK, miembro del consejo de administración de la desinformadora Televisa, que ignora la libertad de expresión, de la que abusa en La Jornada, le ha dado por incursionar en la gastroenterología y la proctología cuando mentalmente padece lagunas y desequilibrios preocupantes al negar ser “apologista del modelo pinochetista-neoliberal” al que dedicó la edición especial “Chile, modelo a seguir” (septiembre 2007) en Letras Libres (sic) donde figura como director.

Alfredo Jalife-Rahme

Chivo-comentario: Le dieron vuelta una vez y regreso por mas. Ya estuvo KK, ya estuvo.