martes, junio 05, 2007

Dos grandes demócratas

Marcela Gómez Zalce
gomezalce@aol.com

Cuando el odio es demasiado profundo, mi estimado, coloca a los hombres por debajo de aquellos a quienes odia. La candidez de Felipe Calderón para explicar en Italia lo que ocurre en México con relación a la mal llamada guerra contra la delincuencia organizada, no deja de ser altamente reveladora. Reveladora porque no tiene ni idea de lo que está diciendo al afirmar que la causa fundamental del problema que vive México no está en México, sino en Estados Unidos: la ley de la oferta y la demanda.

Se equivoca Calderón (o lo mal informan) infiriendo que México sólo funge como vía de tránsito para el trasiego de drogas. En realidad nuestro país es un codiciado mercado por el aumento en las cifras de consumo, amén del market share conjunto de ese ilícito rubro del otro lado de la frontera. Desacierta el michoacano (jugando al tío Lolo o… tiene cinco neuronas y son motoras) al darle un enfoque, puramente mercadotécnico, a la ola de inusitada violencia que vive el país.

Los capos de la droga están fuera de control gracias a que el Estado mexicano está peligrosamente infiltrado en dependencias como la PGR, Aduanas, el grupillo de mAFIosos, la SSP-F, el Cisen, el Poder Judicial, los gobiernos estatales y todos los que tienen algo que aportar en el simpático gabinete civil de seguridad. Uno debería preguntarse si, como dice Calderón, Estados Unidos es el origen de la guerra mexicana contra el narco, ¿por qué allá no arrecia la violencia, la cifra de ejecutados, los granadazos, los descabezados y demás linduras…?

Entre tanto el gobierno federal sigue haciendo su parte, ésa de limpiarle la plaza al Chapo del sexenio y asociados, en lugar de una selecta depuración de su cúpula. Y Felipe, querido lector, debería desistir de jugar al soldadito retozón y ser más diplomático en temas que, por su complejidad, no termina por comprender.

Pero eso sí, si se trata de entrarle a temas que entiende, my friend, su porcentaje de bateo es, verdaderamente, inigualable.

El botón azul del fin de semana en Guanajuato fue sencillamente arrollador. Por las formas que dijeron todo del fondo. Por los tentadores mensajes que envían de que Manuel Espino, después de la sembrada rechifla, debe renunciar como líder blanquiazul. Qué bonita famiglia demostrando a plenitud su tabla de valores.

En el PAN se preparan las hogueras domésticas para quemar vivos a los adversarios. Felipe Calderón y el Gymboree de Los Pinos quieren aniquilar, aplastar, arruinar y destruir a todo aquél que disienta o discrepe con ellos. Y la lista la encabeza Espino Barrientos a quien ya le envían señales mediáticas.

Peligrosos estos panistas, my friend.

Calderón no soporta, en primer lugar, a Vicente Fox y Marta Sahagún porque nunca fue su candidato y porque el primero lo corrió de manera tosca y burda. Y paradojas de la vida, hoy, Felipe y Margarita dan esbozos de comportarse como aquella pareja presidencial. Fox que, gracias a su odio, pretendió aniquilar a su adversario político utilizando la fuerza del Estado. Sólo que su enemigo era... de otro partido. El puntero en las encuestas. El demócrata de Fox puso en riesgo la elección y permitió atropellos abominables.

Calderón quiere limpiar primero la casa azul y darle flit a aquellos que lo confrontaron con ideas, palabras, gestos, hechos y de paso a todos los que agraviaron a su circulito íntimo. No importa si Manuel Espino logró los votos suficientes y ganó una elección. Nadie en su sano juicio increpa a Felipe de Jesús del Corazón whatever Calderón Hinojosa sin recibir su merecido. Y para esto está utilizando los tentáculos del Estado para intimidar, apabullar, comprar y así destruir a la ultraderecha yunquista endemoniada del limbo inexistente.

El demócrata de Felipe destruyendo cualquier oposición... dentro de su partido. ¿Para qué perder el tiempo en discusiones y pactos inútiles si se pueden arreglar a madrazos…? Guanajuato fue sólo la puntita compañeros, parece vociferar con ese perturbador tono de voz mientras su maquinaria mediática trabaja..

Ahora cierre los ojos por un pequeño instante e imagínese cuando haya terminado con, esa sí, implacable guerra doméstica. Y su vocecita interior pregunte y se conteste recelosa; ¿Quién sigue? ¿Quién se atreverá a disentir? ¿Quién me cuestionará? ¡¿Quién manda?!

Su agarrón azul está revelando su verdadero carácter. Y hay signos, my friend, muy, pero muy alarmantes...¿dêja vú?

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