jueves, agosto 09, 2007

Recibe Monsiváis la medalla Rosario Castellanos

Proceso

El autor de “Por mi madre bohemios”, Carlos Monsiváis, acudió al Congreso local para ser galardonado con la tercera entrega de la medalla Rosario Castellanos, la poetisa que nació en la Ciudad de México pero que toda su niñez y adolescencia las vivió en estas tierras de donde eran originarios sus padres: Comitán, cuna por cierto del político y periodista Belisario Domínguez.

Previamente han recibido la presea el cronista e historiador chiapaneco Eliseo Mellanes, en el 2005, y el poeta veracruzano Rubén Bonifaz Nuño, en el 2006.

El autor de Días de guardar nació en la Ciudad de México el 4 de mayo de 1938 y es uno de los más reconocidos intelectuales y un cronista indispensable de la realidad nacional.

Desde muy joven colaboró en suplementos periodísticos y diarios que posteriormente marcarían el desarrollo del periodismo en México. Su obra participa de todo tipo de géneros literarios, desde la narrativa y el cuento a la crónica, el ensayo o la sátira política.

Ha publicado libros sobre los más diversos temas como Días de guardar (1971), sobre los sucesos de Tlatelolco; Escenas de pudor y liviandad (1988), Nuevo catecismo para indios remisos (1982), y Frida Kahlo: una vida, una obra (1992), entre otros.

Entre los numerosos galardones que ha recibido, aparte del Rosario Castellanos, se encuentran: los premios Nacional de Periodismo, Mazatlán, Xavier Villaurrutia, Anagrama de Ensayo y Juan Rulfo.

En su discurso “Rosario Castellanos, la enseñanza y el olvido del llanto”, el también periodista escudriñó la obra de la escritora y recordó, a veces solemne otras jocoso, la vigencia de los textos de la poetisa.

“Castellanos ejercitó un don infrecuente: examinar todo sin contemplaciones… su obra contiene un lenguaje probablemente literario, un ir y venir de la cosmogonía a lo todavía trazo irónico, un apego a la sensibilidad femenina que anuncia el rechazo sarcástico de la sensiblería”, apuntó el galardonado.

Agregó que la escritora localizó en la crítica el arma de la emancipación y, de forma precursora, censuró la falta de combatividad y de solidaridad de las mujeres para con su género.

“Sin énfasis retórico, las tesis feministas invaden el sistema discursivo de Castellanos, reencauzan su poesía y le dan consistencia a sus ensayos y relatos. Entiendo aquí porque tesis feministas las que examinan la humillación programada de un género por el patriarcado y su repercusiones de toda índole en la vida cotidiana y en el desempeño profesional”, observó el escritor.

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