Marcela Gómez
gomezalce@aol.com
El hombre revela su carácter, mi estimado, hasta en las cosas más simples. Las señales en la arena política y social dándole la bienvenida a este convulso 2008 son para detonar las alertas en el simpático tablero de los focos rojos (que para nada son navideños) del Gymboree presidencial ante la original probabilidad de que se junte el hambre con las ganas de comer.
Y tal parece, my friend, que la cascada de precios para ponerle la cereza al pastel de la cuesta de enero que se junta con el divertido asunto del TLCAN, es hoy epicentro para que diversas organizaciones y sindicatos le metan el pie al acelerador de la presión social mientras que la administración de Felipe hace gala de ausencia o mejor aún, sigue de parranda etílica o si están… nadie sabe que están… o no son todos los que están ni están todos los que son. El hecho es que, como ya va siendo costumbre, el residente de Los Pinos tiene que salir con su pequeño bat a afrontar las bolas rápidas, las jiribillas y las peligrosas curvas que lanza la oposición que hábilmente se apoderó de los micrófonos desde el primero de enero —mientras medio gabinete seguía de vacaciones— a los que ya se suma, ¡por Dios Santo! la Iglesia Católica.
Espléndido coctelito presidencial para seguir desarrollando esa conocida gastritis crónica, ¿no cree?
Aunque el meollo siga estando en la postura tomada por anteriores gobiernos y su inmensa desidia, desinterés, hueva y/o abandono ante una crisis largamente anunciada a raíz de la aprobación, en tiempos salinistas, del polémico TLC. El plazo del capítulo agrario se cumplió, cumpliendo los pronósticos y nadie cumplió con su chamba de que, llegada la fecha fatal de lo que el TLC se llevó, México y sus campesinos estuvieran listos para ser competitivos en lugar de vivir eternamente de los ocurrentes subsidios federales que terminaron en, digamos, simpáticas travesuras. Súmele al invitado especial llamado especulación, el mosaico del problema se vuelve exponencial.
Y los especuladores tienen nombres y poderosos apellidos. Esos que aportaron su estupendo granito de arena electoral... que hoy mantiene de rehén a un gobierno débil y con una palpable fragilidad.
En el colmo del pésimo sentido del timing político (rasgo normal de estos improvisados) presidencia (con minúsculas) anunciaba ayer la emisión de un mensaje de Felipe con motivo del año nuevo (Yupiii).
Mensaje con especial dedicatoria a la economía (¿¿??) y al rubro de la seguridad (mientras ayer volaban los plomazos en Tamaulipas).
Chingón.
Agraciado detallín que (who gives a shit) llega a little late from this morons para la catarata de desmadres y de agravio social que ya se avizoran a la vuelta de la esquina y donde este gobierno ha plasmado su sello de actuar de forma reactiva en lugar de prevenir.
Y para prevenir las percepciones de la tan anunciada cuesta de enero con sus agregados, como el gasolinazo, no se necesitaban más de tres neuronas (ya sabe… que no sean motoras) para haber elaborado una estrategia de gobierno y afrontar desde el primer minuto del 2008... lo que en estos días han dado cuenta muchas de las primeras planas de distintos periódicos.
Sobre todo cuando la canasta básica sube y sube mientras el gobierno niega lo que los bolsillos de millones resienten y el aumento al salario mínimo es, también, de risa loca. Y justo aquí nace el caldo de cultivo social que podría cosecharse en el... 2010.
Calderón debe ya hacer cambios en su gabinete de inútiles y dejar de lado esa original y encaprichada pretensión de estar rodeado de disfuncionales para evitar que lo opaquen brillando con luz propia.
Las circunstancias del país exigen personajes con el perfil adecuado para hacer frente a los magníficos ingredientes que se están formando alrededor de lo que muchos llaman ya la tormenta perfecta.
En lo económico Estados Unidos, digan lo que digan, está entrando en franca recesión… en un año electoral y sus efectos aquí serán, aún, de pronóstico reservado.
En lo político no hay nada nuevo que vaticinar después de los osos, desastres y desfiguros del legislativo en las últimas semanas del 2007 y la pésima operación política del achispado Gymboree.
Y en lo social… well my friend, los indicadores alertan de límites en los niveles de tolerancia. De límites en la paciencia colectiva. De límites en la credibilidad y la confianza en este gobierno de sus otrora aliados naturales...
Por la Mirilla
¿¿¡¡Y los operativos, apá??!!
gomezalce@aol.com
Para Carmen Aristegui,
con toda mi solidaridad y respeto
con toda mi solidaridad y respeto
El hombre revela su carácter, mi estimado, hasta en las cosas más simples. Las señales en la arena política y social dándole la bienvenida a este convulso 2008 son para detonar las alertas en el simpático tablero de los focos rojos (que para nada son navideños) del Gymboree presidencial ante la original probabilidad de que se junte el hambre con las ganas de comer.
Y tal parece, my friend, que la cascada de precios para ponerle la cereza al pastel de la cuesta de enero que se junta con el divertido asunto del TLCAN, es hoy epicentro para que diversas organizaciones y sindicatos le metan el pie al acelerador de la presión social mientras que la administración de Felipe hace gala de ausencia o mejor aún, sigue de parranda etílica o si están… nadie sabe que están… o no son todos los que están ni están todos los que son. El hecho es que, como ya va siendo costumbre, el residente de Los Pinos tiene que salir con su pequeño bat a afrontar las bolas rápidas, las jiribillas y las peligrosas curvas que lanza la oposición que hábilmente se apoderó de los micrófonos desde el primero de enero —mientras medio gabinete seguía de vacaciones— a los que ya se suma, ¡por Dios Santo! la Iglesia Católica.
Espléndido coctelito presidencial para seguir desarrollando esa conocida gastritis crónica, ¿no cree?
Aunque el meollo siga estando en la postura tomada por anteriores gobiernos y su inmensa desidia, desinterés, hueva y/o abandono ante una crisis largamente anunciada a raíz de la aprobación, en tiempos salinistas, del polémico TLC. El plazo del capítulo agrario se cumplió, cumpliendo los pronósticos y nadie cumplió con su chamba de que, llegada la fecha fatal de lo que el TLC se llevó, México y sus campesinos estuvieran listos para ser competitivos en lugar de vivir eternamente de los ocurrentes subsidios federales que terminaron en, digamos, simpáticas travesuras. Súmele al invitado especial llamado especulación, el mosaico del problema se vuelve exponencial.
Y los especuladores tienen nombres y poderosos apellidos. Esos que aportaron su estupendo granito de arena electoral... que hoy mantiene de rehén a un gobierno débil y con una palpable fragilidad.
En el colmo del pésimo sentido del timing político (rasgo normal de estos improvisados) presidencia (con minúsculas) anunciaba ayer la emisión de un mensaje de Felipe con motivo del año nuevo (Yupiii).
Mensaje con especial dedicatoria a la economía (¿¿??) y al rubro de la seguridad (mientras ayer volaban los plomazos en Tamaulipas).
Chingón.
Agraciado detallín que (who gives a shit) llega a little late from this morons para la catarata de desmadres y de agravio social que ya se avizoran a la vuelta de la esquina y donde este gobierno ha plasmado su sello de actuar de forma reactiva en lugar de prevenir.
Y para prevenir las percepciones de la tan anunciada cuesta de enero con sus agregados, como el gasolinazo, no se necesitaban más de tres neuronas (ya sabe… que no sean motoras) para haber elaborado una estrategia de gobierno y afrontar desde el primer minuto del 2008... lo que en estos días han dado cuenta muchas de las primeras planas de distintos periódicos.
Sobre todo cuando la canasta básica sube y sube mientras el gobierno niega lo que los bolsillos de millones resienten y el aumento al salario mínimo es, también, de risa loca. Y justo aquí nace el caldo de cultivo social que podría cosecharse en el... 2010.
Calderón debe ya hacer cambios en su gabinete de inútiles y dejar de lado esa original y encaprichada pretensión de estar rodeado de disfuncionales para evitar que lo opaquen brillando con luz propia.
Las circunstancias del país exigen personajes con el perfil adecuado para hacer frente a los magníficos ingredientes que se están formando alrededor de lo que muchos llaman ya la tormenta perfecta.
En lo económico Estados Unidos, digan lo que digan, está entrando en franca recesión… en un año electoral y sus efectos aquí serán, aún, de pronóstico reservado.
En lo político no hay nada nuevo que vaticinar después de los osos, desastres y desfiguros del legislativo en las últimas semanas del 2007 y la pésima operación política del achispado Gymboree.
Y en lo social… well my friend, los indicadores alertan de límites en los niveles de tolerancia. De límites en la paciencia colectiva. De límites en la credibilidad y la confianza en este gobierno de sus otrora aliados naturales...
Por la Mirilla
¿¿¡¡Y los operativos, apá??!!
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