Privatizar es entregar parte de la riqueza a empresas nacionales y extranjeras, afectando la soberanía nacional, el presente y el futuro de los mexicanos. Mientras el espurio Calderón sigue despilfarrando el presupuesto de la nación gastado en propaganda de radio y televisión muy por debajo del agua impulsa la privatización en PEMEX.
No es cierto que Pemex no cuente con los fondos necesarios para invertir en instalaciones, tecnología y gasoductos, PEMEX no es ni tesoro ni botín, PEMEX es capaz de fortalecerse si, pero sin “ayuda” de los extranjeros ni de las transnacionales.
En el primer trimestre de 2008, la renta petrolera generada por PEMEX se elevó a 60.9% comparada con la del año pasado, hasta alcanzar 204 mil 500 millones de pesos algo así como 19 mil millones de dólares.
Según la Bolsa Mexicana de Valores, el incremento se debe a una elevación de 36 mil 600 millones de pesos en el rendimiento de operación, y a un aumento de 30 mil 600 millones en “otros ingresos”. En total el incremento en la rentabilidad de la paraestatal fue de de 67 mil millones de pesos.
Aun así el gobierno ilegitimo amenaza con su propaganda. “De no hacer nada, México perderá” y se insiste en que no hay dinero ni capacidad financiera.
Los políticos de gobierno son los que verdaderamente quebrantan y sacan provecho de PEMEX, aun así gracias a sus profesionales técnicos y a sus trabajadores, el país alcanzo una plataforma de exportación de un millón y medio de barriles diarios que, con un consumo interno del mismo volumen, llego a una producción de 3 millones de barriles diarios que con ligeras variaciones, mantiene hasta la fecha la demanda requerida como seguridad nacional energética.
Por otra parte se dice que se importa el 40% de las gasolinas pues no se ha ampliado la capacidad de refinación; el gobierno alega que aun siendo prioritario este proceso, PEMEX carece de capacidad de ejecución, pero se les olvida algo importantísimo: que PEMEX ha sido desmantelado por el mal manejo en la empresa, como lo han denunciado, hasta el momento múltiples expertos. Y sobre los contratos especiales hacia las empresas de Juan Camilo Mouriño es un verdadero cochinero.
Con respecto a los montos de producción de barriles diarios se ha tenido una política ambigua, en ocasiones bajándola cuando los precios suben. Esto como una táctica por parte del mismo gobierno y de los medios vendidos para meterle miedo a la gente afirmando que “si no hay una Reforma Energética se perderá rotundamente una oportunidad en materia económica.
Lo cierto es que a partir de 1977 PEMEX se convirtió en fuerte exportador de crudo para aprovechar los altos precios en el mercado internacional. En contraste, se dejaron de construir refinerías y se inicio la importación de gasolinas.
Han sido las políticas de gobierno las que sacan provecho y quebrantan PEMEX. All entregar la parte sustantiva de sus labores al capital privado, se reducirá en forma drástica el aporte fiscal de la paraestatal. Sin duda es la política económica de los regímenes neoliberales la que asecha e induce el quebranto de nuestras empresas.
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