lunes, septiembre 22, 2008

Jóvenes sin acceso a la educación

Celso C. Hernández Rojas*

Mientras más nos ocupamos del tema educativo, más aspectos interesantes parecen atraparnos; ahora podemos consignar la entrega de los criterios de política económica para 2009 que el Gobierno Federal hace llegar a la Cámara de Diputados -8 de septiembre-, junto con el proyecto de gasto e ingreso y con el reporte que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo –OCDE -, dio a conocer con el titulo; “ Panorama de la Educación de 2008 ” , mismos que nos ocuparán en la elaboración de las siguientes líneas.

Como se reafirma, en materia del presupuesto para 2009, el gasto público refleja la continuidad del estancamiento económico, las metas macroeconómicas se fijan el objetivo de lograr un crecimiento del Producto Interno Bruto –PIB- del 3% en 2009, una tasa de inflación del 3.8%, y el presupuesto se funda en una estimación del precio del barril de crudo en 80.30 dólares, para los objetos presupuéstales.

Desde ahora los comentarios respecto a estas propuestas son negativos, reflejo de un deficiente desempeño económico y de unas políticas públicas diseñadas para favorecer a ciertos grupos empresariales y para mantener un sistema político a toda costa, lo cual nos ha llevado, sólo, a tener malos resultados; las estimaciones del crecimiento del PIB para 2008 se han tenido que ir ajustando a la baja, comenzaron en 3.7% al inicio de año y ahora se ubican en 2.4%, la inflación se atiza con cada incremento de las gasolinas -18 incrementos al 17 de septiembre-, lo que nos indica una tasa de inflación y un precio internacional del petróleo al alza, pero que sin embargo el gobierno utiliza los excedentes como gasto corriente. No es por nada pero la CEPAL –Comisión Económica para América Latina -, sitúa a nuestro país como el de menor crecimiento en América Latina .

Estas metas tan estrechas, en la discusión del presupuesto, se han venido criticando debido a que parecen poco alcanzables; pero además, y pese a que al gobierno en turno se le han dado condiciones legislativas como la llamada Reforma Fiscal o la Reforma a la Seguridad Social , no ha mejorado el desempeño económico del país, porque las causas de esta problemática no han sido tocadas; la corrupción y el favoritismo a un grupo empresarial, condiciona toda la política económica gubernamental, y la ancla de manera tal que no hay forma de establecer un crecimiento sostenido o una recuperación favorable.

Ahora bien, la distribución del gasto público que suma un total de 2 billones 820 mil millones de pesos y que corresponde a un 5.7% más, por encima al de 2008, orienta en dos objetivos sus prioridades, a hacer crecer el gasto en seguridad – SSPF, PGR, SEDENA, MARINA y Gobernación -, en un 32.9% más, que el año anterior; el otro rubro que se incrementa en forma desigual es el corresponde al gasto social y combate a la pobreza , ya que mientras DICONSA SEDESOL crece en un 25.9%, y oportunidades tiene un ensanchamiento del 42.9%. No basta hacer mucha ciencia, para tener un juicio certero respecto a las motivaciones que tiene estas dos prioridades. –el programa de lecherías y alimentos-, se amplía en 40.9% respecto a 2008,

El Gobierno ilegítimo, ha definido gobernar con los militares y los policías, pese a que el crimen organizado lo rebasa con mucho, y el gasto social incrementado se debe particularmente a que 2009 es un año de elecciones intermedias, a diferencia de 2000 y 2006 en que se desató el gasto público para tener una directa intervención en las elecciones, y en estas elecciones intermedias no está exenta la participación gubermanental con sus candidatos del partido oficial, o sea los PANístas aferrándose a cualquier precio al poder, ya incluso desde ahora han perfilado que la competencia es entre el PRI y el PAN, si esto no es claro, nada lo podrá ser.

Pero como concluimos, en este recorrido lo evidente es que la educación no es una prioridad para el gasto público; aún más que en otros años, los presupuestos podrán ajustarse como se hizo el año anterior, el cual se amplió en 80 mil millones de pesos para cubrir algunos reclamos de la oposición, pero no resuelve de fondo nada, pues el problema sigue siendo la orientación general del presupuesto.

Los datos del documento de la OCDE, son muy claros y preocupantes al respecto. Como hemos consignado, la UNAM señala que el costo promedio de gasto mensual de un estudiante en Bachillerato y Licenciatura es de 4 mil pesos, corrigiendo a legisladores y empresarios que lo ubicaban en 6 u 8 mil pesos, pero en el total nacional de todos los niveles, según el dato de la OCDE sería del orden de 2,049.25 pesos por alumno al mes. Lo que según el estudio en cuestión ubica a nuestro país en el último lugar de inversión por estudiante.

Lo que llama más fuertemente nuestra atención es el dato que da respecto a los jóvenes, señala que el 45% de los jóvenes entre los 15 y 19 años no asiste a la escuela, de estos el 62% trabaja y el 38% no estudia, ni trabaja.

Esto plantea por un lado, el hecho de que muchos jóvenes se integran al mercado laboral en pésimas condiciones por la falta de preparación, a muy temprana edad, ahí es donde se refleja el bajo porcentaje que culmina la educación secundaria y que sólo corresponde al 41% de los que inician el ciclo, manifestándose, para ellos un destino muy claro, ya que son condenados por su condición social a ser los trabajadores de más bajos salarios y de los peores empleos. ¿Y el otro 38%?, ¿Qué pasa con ellos? Presuponemos que en su condición social no hacen nada, ni trabajan, ni estudian. Resulta verdaderamente patético plantearnos esta situación ya que golpea directamente cualquier conciencia social, por muy alejada que se encuentre de las preocupaciones inmediatas de la población, no puede ser que después de sendos estudios no se tenga una forma concreta para recuperar estos jóvenes para la educación.

En esta discusión del presupuesto, claro está, que se necesita poner el acento en el gasto social, pero no en ese que se deja como chantaje electoral de los políticos en turno, sino como una inversión social que eleve las condiciones de vida de la población y esto no puede ser otro que el gasto social en la educación.

*Miembro del Taller de Economía Social y políticas Públicas de la Facultad de Economía de la UNAM.

www.machetearte.com

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