Federico Müggenburg
Las notas fundamentales que caracterizaron al viejo sistema político fueron tres:
1.- Autoritarismo presidencial: subordinaba al poder legislativo y al poder judicial, nombraba los candidatos a gobernadores o los removía a su gusto, designaba al presidente del partido, a los candidatos a diputados y senadores, a los líderes de los grandes sindicatos, y concedía privilegios a los medios masivos de comunicación, cumpliendo de esta manera, en conjunto, el eufemismo legal llamado “facultades meta constitucionales del ejecutivo”.
2.- Intervencionismo económico: imponía los criterios al Banco Central, establecía “controles de precios” a su gusto, operaba “encajes legales” sobre los ahorros de los particulares, fijaba la paridad con monedas extranjeras por capricho, y guardaba en sigilo el estado de las reservas monetarias nacionales, expropiaba empresas a placer, burlándose, en fin, de las más elementales reglas del mercado libre.
3.- Corrupción impune: evitaba cualquier posibilidad de transparencia y rendición de cuentas, administraba la corrupción de toda índole, exigía contribuciones no tipificadas en los procesos de permisos y autorizaciones, permitía la vulneración de leyes y normas a cambio de sobornos, anticipaba los resultados de los concursos a cambio de prebendas, etc., llegando a establecer como “modus operandi”, porcentajes y cuotas extraordinarias sobre los trámites y permisos legales y todavía de mayor cuantía para los procedimientos ilegales.
Basta recordar cuando el embajador de Canadá, al final del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se atrevió a decir en los medios de comunicación que, “habiendo estado en Turquía, creyó haber conocido todo en materia de corrupción, pero que lo de México, rebasaba hasta lo que hubiera imaginado”.
Viene este recordatorio a colación por los acontecimientos “magisteriales” en el estado de Morelos en las última semanas, que son el reflejo al exterior, de la vida interna del “Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación” (SNTE) y de sus conflictos con la “Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación” (CNTE), desprendida de la anterior desde hace unos años.
Es importante recordar que este sindicato es el más grande –numéricamente hablando– de toda América Latina, y que en su diseño y operación siguen obedeciendo a la matriz que los generó en el pasado como “instrumentos de control, fuentes de privilegios y minas de corrupción para sus directivos”. Basta recordar, además del SNTE, al STPRM, SME, SNTSS, STUNAM, FSTSE, etc., mismos que resultan ser lastre principal frenando el proceso de consolidación de la transición.
El pasado 15 de mayo, el Gobierno de la República, por medio de cuatro secretarías (SEP, SHCP, SEDESOL y SS), firmó con el SNTE, representado por la Sra. Gordillo, una “Alianza por la calidad de la Educación”, que contiene diez puntos, destacando el que consiste en el “ingreso y promoción de plazas por concurso de oposición”.
Resulta que, “a la vieja usanza corrupta”, las plazas se han otorgado por venta económica. Hoy día, “cuestan” entre los ochenta mil y los cien mil pesos, según la “ley de la oferta y la demanda”. Como habrán desplazados y otros no tendrán acceso, han decidido rebelarse contra la firma del pacto, paralizando la docencia.
Tuvieron la “ocurrencia” de iniciar su rebelión experimental, en el Estado de Morelos, dada la proximidad geográfica con las huestes violentas de la APPO y la radicalidad de grupos perredistas del sureste mexicano, que anuncian un coctel político explosivo planeado como entrenamiento para la cacareada revolución que estallará el año 2010, auspiciada y vaticinada por los “deterministas”, entre los que no faltan eclesiásticos disidentes, promotores de “comunidades eclesiales de base”, quienes están divulgando que cada cien años se “produce una revolución en México”.
La Sra. Elba Esther Gordillo, para variar, se ausentó del país. No está claro si fue a pasar sus habituales vacaciones a California, o anda por Catemaco o Tasmania. Lo mismo la Sra. Josefina Eugenia Vázquez Mota, Secretaria de Educación, lo hace por Francia.
Mientras, ¡los alumnos de Morelos ya llevan un mes sin clases! ¡Que el cohete le truene al Gobernador de Morelos!... a Doña Elba le tiene sin cuidado. Al fin, ella tiene “su partido” (Nueva Alianza) con el que chantajea a todo el que se deja.
Además, ya pactó un “nuevo frente sindical” con Deschamps y Millán; realiza contubernios electorales a sus conveniencias, ya anuncia que para julio de 2009 pretende ir con el PAN, excepto en Sonora, en donde apoyará a los candidatos que impondrá, a la vieja usanza del priato, su amigo Eduardo Robinson Bours Castello, y en los estados de Veracruz y Puebla condicionará su “apoyo” a cambio de que se nominen candidatos a las gubernaturas, los “postpriístas” o “neopanistas” Miguel Ángel Yunes y Rafael Moreno Valle, respectivamente. ¡Como si la nefasta experiencia de Aguascalientes no fuera claro escarmiento para los panistas!
En fin, la política sexenal va dando tumbos por varios lugares y niveles a causa de las experiencias de estos “contubernios pírricos”. Todo parece indicar que los experimentados “maquiavelos del priato regresivo”, le van ganando oportunidades a los noveles y cándidos panistas.
El PAN necesitaría para 2009 la oportunidad de una legislativo mayoritario, que nunca ha podido obtener. Es oportuno recordar los “ardides legaloides” del priato, que llegaron a inventar la “cláusula de gobernabilidad”, para no perder el “control legislativo” a pesar de la “apertura democrática” que ya era impostergable.
www.yoinfluyo.com
Las notas fundamentales que caracterizaron al viejo sistema político fueron tres:
1.- Autoritarismo presidencial: subordinaba al poder legislativo y al poder judicial, nombraba los candidatos a gobernadores o los removía a su gusto, designaba al presidente del partido, a los candidatos a diputados y senadores, a los líderes de los grandes sindicatos, y concedía privilegios a los medios masivos de comunicación, cumpliendo de esta manera, en conjunto, el eufemismo legal llamado “facultades meta constitucionales del ejecutivo”.
2.- Intervencionismo económico: imponía los criterios al Banco Central, establecía “controles de precios” a su gusto, operaba “encajes legales” sobre los ahorros de los particulares, fijaba la paridad con monedas extranjeras por capricho, y guardaba en sigilo el estado de las reservas monetarias nacionales, expropiaba empresas a placer, burlándose, en fin, de las más elementales reglas del mercado libre.
3.- Corrupción impune: evitaba cualquier posibilidad de transparencia y rendición de cuentas, administraba la corrupción de toda índole, exigía contribuciones no tipificadas en los procesos de permisos y autorizaciones, permitía la vulneración de leyes y normas a cambio de sobornos, anticipaba los resultados de los concursos a cambio de prebendas, etc., llegando a establecer como “modus operandi”, porcentajes y cuotas extraordinarias sobre los trámites y permisos legales y todavía de mayor cuantía para los procedimientos ilegales.
Basta recordar cuando el embajador de Canadá, al final del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se atrevió a decir en los medios de comunicación que, “habiendo estado en Turquía, creyó haber conocido todo en materia de corrupción, pero que lo de México, rebasaba hasta lo que hubiera imaginado”.
Viene este recordatorio a colación por los acontecimientos “magisteriales” en el estado de Morelos en las última semanas, que son el reflejo al exterior, de la vida interna del “Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación” (SNTE) y de sus conflictos con la “Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación” (CNTE), desprendida de la anterior desde hace unos años.
Es importante recordar que este sindicato es el más grande –numéricamente hablando– de toda América Latina, y que en su diseño y operación siguen obedeciendo a la matriz que los generó en el pasado como “instrumentos de control, fuentes de privilegios y minas de corrupción para sus directivos”. Basta recordar, además del SNTE, al STPRM, SME, SNTSS, STUNAM, FSTSE, etc., mismos que resultan ser lastre principal frenando el proceso de consolidación de la transición.
El pasado 15 de mayo, el Gobierno de la República, por medio de cuatro secretarías (SEP, SHCP, SEDESOL y SS), firmó con el SNTE, representado por la Sra. Gordillo, una “Alianza por la calidad de la Educación”, que contiene diez puntos, destacando el que consiste en el “ingreso y promoción de plazas por concurso de oposición”.
Resulta que, “a la vieja usanza corrupta”, las plazas se han otorgado por venta económica. Hoy día, “cuestan” entre los ochenta mil y los cien mil pesos, según la “ley de la oferta y la demanda”. Como habrán desplazados y otros no tendrán acceso, han decidido rebelarse contra la firma del pacto, paralizando la docencia.
Tuvieron la “ocurrencia” de iniciar su rebelión experimental, en el Estado de Morelos, dada la proximidad geográfica con las huestes violentas de la APPO y la radicalidad de grupos perredistas del sureste mexicano, que anuncian un coctel político explosivo planeado como entrenamiento para la cacareada revolución que estallará el año 2010, auspiciada y vaticinada por los “deterministas”, entre los que no faltan eclesiásticos disidentes, promotores de “comunidades eclesiales de base”, quienes están divulgando que cada cien años se “produce una revolución en México”.
La Sra. Elba Esther Gordillo, para variar, se ausentó del país. No está claro si fue a pasar sus habituales vacaciones a California, o anda por Catemaco o Tasmania. Lo mismo la Sra. Josefina Eugenia Vázquez Mota, Secretaria de Educación, lo hace por Francia.
Mientras, ¡los alumnos de Morelos ya llevan un mes sin clases! ¡Que el cohete le truene al Gobernador de Morelos!... a Doña Elba le tiene sin cuidado. Al fin, ella tiene “su partido” (Nueva Alianza) con el que chantajea a todo el que se deja.
Además, ya pactó un “nuevo frente sindical” con Deschamps y Millán; realiza contubernios electorales a sus conveniencias, ya anuncia que para julio de 2009 pretende ir con el PAN, excepto en Sonora, en donde apoyará a los candidatos que impondrá, a la vieja usanza del priato, su amigo Eduardo Robinson Bours Castello, y en los estados de Veracruz y Puebla condicionará su “apoyo” a cambio de que se nominen candidatos a las gubernaturas, los “postpriístas” o “neopanistas” Miguel Ángel Yunes y Rafael Moreno Valle, respectivamente. ¡Como si la nefasta experiencia de Aguascalientes no fuera claro escarmiento para los panistas!
En fin, la política sexenal va dando tumbos por varios lugares y niveles a causa de las experiencias de estos “contubernios pírricos”. Todo parece indicar que los experimentados “maquiavelos del priato regresivo”, le van ganando oportunidades a los noveles y cándidos panistas.
El PAN necesitaría para 2009 la oportunidad de una legislativo mayoritario, que nunca ha podido obtener. Es oportuno recordar los “ardides legaloides” del priato, que llegaron a inventar la “cláusula de gobernabilidad”, para no perder el “control legislativo” a pesar de la “apertura democrática” que ya era impostergable.
www.yoinfluyo.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario