Carlos Fernández-Vega
cfvmexico_sa@hotmail.com y mexicosa@infinitum.com.mx
■ Continúa este año el tiroteo al maltrecho bolsillo de la mayoría de mexicanos
Más vale tarde que nunca, reza el conocido refrán, pero lo cierto es que extremadamente lenta ha sido la reacción, si así puede calificarse, de las organizaciones populares ante el apabullante encarecimiento de los productos y servicios que ha destrozado el de por sí maltrecho bolsillo de la mayoría de los mexicanos. El sexenio del “cambio” se despidió con abultados aumentos en los precios de leche popular, gasolina, diesel, tortilla, gas y tarifas eléctricas, cuando menos. El de la “continuidad” redobló esfuerzos y se estrenó con la llamada “crisis de la tortilla”, a la que siguió la de los alimentos, la de las tarifas eléctricas, la del gas, la de las gasolinas y el diesel, hasta llegar a la crisis de la crisis, por mucho que prometiera que de éstas “ni una más” en el país.
Ante ese panorama, surge, tardíamente, un intento de reacción de las organizaciones populares para contener la escalada de precios en bienes y servicios. El bolsillo de los mexicanos, de siempre horadado por la política económica del gerente en turno, ha sido terroríficamente apabullado en los dos últimos años. Tal ha sido el deterioro, que hasta la estadística oficial tímidamente reconoce los destrozos. Entonces, si hasta los indicadores gubernamentales (luego de la clásica cuan mañosa mezcla de promedios, ponderaciones, comparaciones, maquillajes y conexos) reconocen dicha situación, es que de plano la cosa está que arde.
Las rebanadas del pastel
Ayuda de memoria. ¿Alguien recuerda quién es el autor de la siguiente frase de campaña?: “les vamos a pagar la mitad de sus recibos de luz y gas, con posibilidad de llegar a 100 por ciento en ambos casos” (Veracruz, 19 de junio, 2006). Cualquier duda, favor de consultar al inquilino de Los Pinos...

cfvmexico_sa@hotmail.com y mexicosa@infinitum.com.mx
■ Continúa este año el tiroteo al maltrecho bolsillo de la mayoría de mexicanos
Más vale tarde que nunca, reza el conocido refrán, pero lo cierto es que extremadamente lenta ha sido la reacción, si así puede calificarse, de las organizaciones populares ante el apabullante encarecimiento de los productos y servicios que ha destrozado el de por sí maltrecho bolsillo de la mayoría de los mexicanos. El sexenio del “cambio” se despidió con abultados aumentos en los precios de leche popular, gasolina, diesel, tortilla, gas y tarifas eléctricas, cuando menos. El de la “continuidad” redobló esfuerzos y se estrenó con la llamada “crisis de la tortilla”, a la que siguió la de los alimentos, la de las tarifas eléctricas, la del gas, la de las gasolinas y el diesel, hasta llegar a la crisis de la crisis, por mucho que prometiera que de éstas “ni una más” en el país.
Ante ese panorama, surge, tardíamente, un intento de reacción de las organizaciones populares para contener la escalada de precios en bienes y servicios. El bolsillo de los mexicanos, de siempre horadado por la política económica del gerente en turno, ha sido terroríficamente apabullado en los dos últimos años. Tal ha sido el deterioro, que hasta la estadística oficial tímidamente reconoce los destrozos. Entonces, si hasta los indicadores gubernamentales (luego de la clásica cuan mañosa mezcla de promedios, ponderaciones, comparaciones, maquillajes y conexos) reconocen dicha situación, es que de plano la cosa está que arde.
Las rebanadas del pastel
Ayuda de memoria. ¿Alguien recuerda quién es el autor de la siguiente frase de campaña?: “les vamos a pagar la mitad de sus recibos de luz y gas, con posibilidad de llegar a 100 por ciento en ambos casos” (Veracruz, 19 de junio, 2006). Cualquier duda, favor de consultar al inquilino de Los Pinos...

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