martes, julio 07, 2009

El dinosaurio cambia de piel

Enrique Galván Ochoa

Y cuando despertó se dio cuenta de que seguía dormido.
Monterroso, paráfrasis.

El dinosaurio cambia de piel. La pigmentación azul por el momento le resulta inservible. Vuelve a la tricolor. Pero mantiene el poder, el mando. Ha realizado con genio un acto de prestidigitación: en 2000 sacó al PRI de Los Pinos y los ciudadanos creyeron que lo habían aniquilado. La realidad es que ha seguido con las riendas en las manos en los nueve años del panismo. Y ahora le hace pensar que, como los azules resultaron muy rateros y torpes, el voto popular reinstala al PRI. La realidad es que no hay cambio alguno. Priístas como don Beltrone, don Gamboane, Betty Walls y el Copetón; panistas como Calderón, Fox, la señora Marta, Molinar Horcasitas y Germancito; los gua gua, como los Ortega y los Arce; los niñosmuerde, etcétera, están a su servicio. El verdadero poder, el dinosaurio, es el núcleo de los grandes intereses financieros y políticos, extranjeros y nacionales, incluyendo a las televisoras. Nunca se fue, ganó la elección y seguirá estando, mientras no haya un cambio real.

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