lunes, septiembre 14, 2009

Aporte económico de familias a la educación superior en Chile triplica al de países desarrollados


Manuel Fernández Bolvarán

Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) muestra que, del total que Chile invierte en educación superior, los hogares financian el 83,9%. Mucho más que el 27,4% que aportan en el primer mundo.

De cada 100 pesos que el país gasta en educación superior, 84 vienen del bolsillo de las familias. El triple de lo que pagan en los países desarrollados y la cifra más alta entre los 36 países que analiza el último informe "Education at a glance 2009", de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

"El sistema educacional en Chile está principalmente financiado por los privados, lo que significa una gran presión para las familias", explica Eric Charbonnier, experto de la Dirección de Educación de la OCDE.

Insostenible

Para los especialistas locales, el diagnóstico es uno solo: "En Chile el gasto de las familias es uno de los más altos del mundo -si no el más alto- en educación superior, en relación al PIB per cápita", sostiene José Joaquín Brunner, director del Centro de Políticas Comparadas en Educación de la U. Diego Portales.

El hecho de que hoy ingrese a la educación superior el triple de jóvenes que en 1990 "se debe fuertemente al esfuerzo que las familias han hecho. Incluso hoy muchas universidades están financiando la investigación que hacen con la plata que viene de las familias", agrega Ignacio Irarrázaval, director de Asuntos Públicos de la Universidad Católica.

Un panorama que representa una amenaza importante al desafío que enfrenta el país de conseguir que la educación superior se extienda a una mayor cantidad de jóvenes (hoy llega al 38%). "En las actuales condiciones, la cobertura no podría expandirse sino marginalmente y con ello se frenaría la tendencia hacia una mayor equidad que viene mostrando el sistema", subraya Brunner.

Buen negocio

La pregunta clave es por qué los chilenos están dispuestos a pagar tanto por darles a sus hijos un título. "La educación superior paga, y paga bien", responde Juan Pablo Swett, director general de Trabajando.com. El mismo informe de la OCDE lo demuestra: un título equivale a más opción de encontrar empleo y abre las puertas a mejores sueldos.

Lo que no deja de ser interesante es que, en el caso chileno, los niveles de empleabilidad que se consiguen estudiando carreras técnicas y universitarias no difieren demasiado. "Una economía como la chilena, que empieza a desarrollarse, requiere cargos más específicos y eso hace que se valoricen mucho los técnicos", explica Swett.

Sin embargo, los expertos advierten que si el Estado no invierte más recursos, estas oportunidades no estarán disponibles para todos. "Hay que aumentar las becas y créditos y dirigirlas a la familia, para que tengan libertad de escoger dónde estudiar, al contrario de lo que ocurre hoy", plantea Irarrázaval.

"En Chile, una persona que sólo terminó el colegio gana 300 mil pesos. Un titulado de centro de formación técnica recibe 535 mil, uno de instituto profesional promedia 691 mil y un profesional universitario logra un millón 139 mil."

"Es notable que nuestra sociedad valore tanto la educación que esté pagando un precio tan alto. El más alto del mundo, proporcionalmente a los ingresos per cápita de las familias chilenas".

Jorge Allende, Premio Nacional de Ciencias 1992.


Más clases, peores resultados

Chile no sólo tiene el récord de gasto familiar. También es el país en que los niños pasan más tiempo ante el pizarrón. A los 15 años, un alumno local acumula un total de 8.709 horas de clases en el colegio, un 50% más que los niños de Finlandia (5.753 horas). Pero, al contrario de los aviadores, más horas no equivalen a mejor desempeño: en la prueba PISA 2006 de matemática, Chile sacó 442 puntos, versus los 547 de los fineses.

"Ni más horas ni más inversión aseguran mejores resultados. Hay otros factores que pesan más, como el nivel de prestigio social de los profesores o su capacidad para trabajar en la sala de clases, con actividades diferentes para alumnos con distintos niveles", dice Eric Charbonnier, de la OCDE.

El Mercurio (www.emol.com)

2 comentarios:

DP dijo...

Hey! por qué tanto amor por Chile? o será acaso por El Chile?. Te dejaron marcado?

X dijo...

Me tienen bien marcado :-)