Por la Bizarra Flor
Uno de los tantos legados que sobreviven en nuestro país es la cultura Huichol; ha evolucionado o adaptado a los cambios que la globalización impone, esto, tal vez, porque no ha habido un capitalista interesado en invertir o hacer negocio en la sierra alejada de toda “modernidad”.
Para Chicultame, indígena del norte de Jalisco, es un orgullo pertenecer a esta cultura aunque, aclara, él es indígena “hurrarica”. Aclara que el nombre “huicholes” alguien lo inventó. En entrevista para Machetearte compartió un poco de sus creencias y tradiciones.
Comenta: “Pertenezco a la cultura ‘huirrarica' del norte de Jalisco de la comunidad de San Sebastián Teponohuastlán, municipio de Mezquitic. Allí hablamos la lengua hierrárica y me siento orgulloso de ello porque soy un hombre original y por ser parte del legado mexicano. Me parece magnífico seguir con nuestras tradiciones y cultura aunque mucha gente lo pisoteé y no tenga respeto por ello; a mí me gusta ser lo que soy”.
Chicultame describe: “Conformo el grupo ´Águila Real Azul´. El cual es abierto y mediante la música y baile buscamos compartir nuestras raíces. Participamos tanto en eventos culturales como en conciertos, por ello tocamos toda clase de música: rancheras, boleros, cumbias y música regional, entre otros géneros. El compromiso del grupo es llevar nuestras tradiciones y que la gente las conozca.”
"La expresión de la danza la traemos en la sangre pues somos ‘huirardari-indígenas' y conforme va pasando el tiempo los antepasados van transmitiendo la cultura. Los ´ancianos´ lo hacen mediante la historia, cuentos, convivencia, la forma de preservar nuestras tradiciones de generación en generación. Nos enseñan que desde que empieza el día ya eres bendito”, asienta el indígena.
Con respecto a su vestimenta explica: “Las figuras de flores, venados, águilas y serpientes son de importancia en nuestra cultura; por ello lo manifestamos en el vestir. El atuendo habitual está conformada por: pantalón, llamado ‘raverri'; la faja, denominada ‘juyame'; camisa, identificada como ‘cutuni'. Mi papá, el ‘Maracame´, utiliza sombrero, el cual yo no lo puedo portar.
"Se les llama ‘Maracame' a los hombres de experiencia, sabios, importantes, de ´otro´ nivel. Para llegar a serlo se requiere de un sacrificio de vida. El venado es nuestro Dios y lo llamamos ‘El hermano mayor'. Él cuida de nosotros por ello lo llevamos presente en nuestra música, vestimenta y nuestra vida en general”, completa el indígena.
También indica que "por respeto a la cultura en ocasiones no quisieran salir de su comunidad, pero si no salen la gente desconoce su cultura. Por ello la misión del grupo ´Águila Real Azul´ es conservar, difundir, promover una parte pequeña de quienes son para que no los discriminen y los respeten. Sembramos una semilla para que un día brote y no sea pisoteada", enfatiza el entrevistado.
Al preguntarle acerca del rol de la mujer en su comunidad, dice: “es igual al hombre; van de la mano; el hombre sin la mujer no tiene caso, no puede ofrecer gran cosa porque la mujer es parte fundamental, es el sostén de la creencia, de la moralidad, de nuestra espiritualidad”.
Finalmente añade: “La raíz pura es ser indígena sin importar que lengua se hable. Lo más esencial es que se tiene la responsabilidad y el compromiso con uno mismo, con su cultura y con sus ancianos; transmitir ese respeto, esa humildad y sencillez a toda la humanidad, a la gente que tiene ese valor de aceptar, valorar y respetar su cultura que lo siga haciendo para que la cultura mexicana no se pierda”.
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