En Oaxaca, un gobernador que logró unir a todos los sectores en su contra y que hizo que los oaxaqueños extrañaran al gobernador anterior- un hampón de cinismo y patanería admirables-, permanece en el cargo, con el apoyo de las fuerzas federales que acudieron presurosas a su rescate. Los dirigentes más visibles del movimiento social que buscó la destitución del gobernador permanecen en una prisión federal de alta seguridad, esperando una sentencia que, por lo que se ve, no será corta.
Un ex gobernador del Estado de México que buscaba la candidatura presidencial de su partido político fue balconeado en cadena nacional, por el pitazo de un anónimo cuyo nombre y apellido es conocido por todos. Ambos malandros, renombrados ladrones cuyas fortunas mal habidas salieron a relucir durante el proceso electoral, no sólo están libres y andan tan campantes paseando por el mundo, sino que nadie los está persiguiendo ni acusando de nada.
A un gobernador en funciones le cayeron en la maroma cuando un reputadísimo empresario- y pederasta en sus tiempos libres- le prometía unas hermosas botellas de cognac. Ambos personajes continúan libando de sus bellísimas botellas- menores de edad- sin que nadie se los impida.
Un capo del narco, cabeza del cártel más importante del país, se escapó sin mayores dificultades de un penal de alta seguridad. Y sin mayores dificultades sigue libre.
Un ex secretario de gobernación que devino en presidente, fue el responsable directo de dos históricas masacres. Después de innumerables piruetas legales, fue encontrado culpable a una edad en que ya no podía pisar la cárcel, y hasta la fecha permanece en arraigo domiciliario en la comodidad de su hogar.
Un ex presidente sospechoso de mandar asesinar a quien sería su sucesor, sospechoso de auto privatizarse buena parte de los bienes de la nación y poseedor de una fortuna incalculable, disfruta de su libertad, de su dinero y de todos sus derechos humanos y políticos. Su hermano, quien permaneció en prisión acusado de delitos que al parecer no cometió, fue liberado por el presidente del cambio como pago por los favores recibidos. Los delitos que sí cometió jamás fueron investigados.
El presidente del cambio amasó en tan solo seis años una pequeña fortuna que, sin embargo, no puede compararse con la que amasaron los hijos de su señora- y su señora misma-. Durante su sexenio, utilizo el aparato de justicia para cometer una gran injusticia, y para despedirse violó las leyes electorales para favorecer a su candidato- que no era ni el idóneo ni el mejor, pero era el único que le podía cuidar las espaldas-. A pesar de haber dejado a la nación en ruinas, no recibió ningún castigo y ahora prepara su caballo para ir a liberar a las naciones sudamericanas de la amenaza del populismo.
Un alto jerarca de la iglesia fue denunciado por quienes- niños entonces- fueron violados por él. Encubierto y protegido desde el poder, deambuló sin pena hasta que el nuevo papa le impuso como castigo por sus fechorías reflexionar y arrepentirse de sus malas acciones. Otro sacerdote, violador serial de niños en México y Estados Unidos, permanece en calidad de desaparecido mientras se le sigue un proceso -en Estados Unidos, desde luego, no vayan a pensar que en México-. El arzobispo primado, acusado de cómplice por su encubrimiento, goza de cabal salud, y pasa su tiempo libre violando las leyes del país, y amenazando con el fuego del infierno a los representantes de uno de los tres poderes de la unión.
Una humilde maestra se convierte, con el paso del tiempo y una pequeña ayuda de sus amigos, en la única dueña de un poderoso sindicato. Nada tonta, se apropia de un presidente de la república y de su señora, coloca al siguiente en la silla presidencial e inventa su propio partido político, con el que planea el asalto final a Palacio Nacional. Dueña de una fortuna incalculable- propiedad de su sindicato-, invierte su tiempo y su dinero en transformarse en Michael Jackson por medio de la cirugía plástica, mientras espera paciente los tiempos mejores que, está segura, llegarán pronto.
El junior de un afamado profesor y político del estado de México, sospecho de nexos con el narcotráfico y de ser el culpable del asesinato de al menos un periodista, se transformó a golpe de chequera en el presidente municipal de uno de los bastiones del crimen organizado, y busca ahora la gubernatura de su estado. Nadie lo investiga, nadie lo interroga y, para acabar pronto, a nadie le importa.
Un numeroso grupo de policías estatales y municipales son acusados de abuso sexual y violación al desalojar violentamente a los pobladores de un pequeño pueblo del Estado de México que se resisten a ser modernizados. A pesar de las denuncias y las protestas nacionales e internacionales, los únicos que acaban en la cárcel son los dirigentes de la rebelión. Se les condena a 67 años de prisión, pero al procurador de justicia del estado le parece poco y buscará incrementar la pena.
Una anciana es violada en Veracruz por unos parásitos. Otros parásitos se encargan de darle carpetazo al caso.
El autodenominado presidente de la república llena el país de soldados y policías para combatir a los malos y acabar con la impunidad. Seguramente tendrá éxito.
Un ex gobernador del Estado de México que buscaba la candidatura presidencial de su partido político fue balconeado en cadena nacional, por el pitazo de un anónimo cuyo nombre y apellido es conocido por todos. Ambos malandros, renombrados ladrones cuyas fortunas mal habidas salieron a relucir durante el proceso electoral, no sólo están libres y andan tan campantes paseando por el mundo, sino que nadie los está persiguiendo ni acusando de nada.
A un gobernador en funciones le cayeron en la maroma cuando un reputadísimo empresario- y pederasta en sus tiempos libres- le prometía unas hermosas botellas de cognac. Ambos personajes continúan libando de sus bellísimas botellas- menores de edad- sin que nadie se los impida.
Un capo del narco, cabeza del cártel más importante del país, se escapó sin mayores dificultades de un penal de alta seguridad. Y sin mayores dificultades sigue libre.
Un ex secretario de gobernación que devino en presidente, fue el responsable directo de dos históricas masacres. Después de innumerables piruetas legales, fue encontrado culpable a una edad en que ya no podía pisar la cárcel, y hasta la fecha permanece en arraigo domiciliario en la comodidad de su hogar.
Un ex presidente sospechoso de mandar asesinar a quien sería su sucesor, sospechoso de auto privatizarse buena parte de los bienes de la nación y poseedor de una fortuna incalculable, disfruta de su libertad, de su dinero y de todos sus derechos humanos y políticos. Su hermano, quien permaneció en prisión acusado de delitos que al parecer no cometió, fue liberado por el presidente del cambio como pago por los favores recibidos. Los delitos que sí cometió jamás fueron investigados.
El presidente del cambio amasó en tan solo seis años una pequeña fortuna que, sin embargo, no puede compararse con la que amasaron los hijos de su señora- y su señora misma-. Durante su sexenio, utilizo el aparato de justicia para cometer una gran injusticia, y para despedirse violó las leyes electorales para favorecer a su candidato- que no era ni el idóneo ni el mejor, pero era el único que le podía cuidar las espaldas-. A pesar de haber dejado a la nación en ruinas, no recibió ningún castigo y ahora prepara su caballo para ir a liberar a las naciones sudamericanas de la amenaza del populismo.
Un alto jerarca de la iglesia fue denunciado por quienes- niños entonces- fueron violados por él. Encubierto y protegido desde el poder, deambuló sin pena hasta que el nuevo papa le impuso como castigo por sus fechorías reflexionar y arrepentirse de sus malas acciones. Otro sacerdote, violador serial de niños en México y Estados Unidos, permanece en calidad de desaparecido mientras se le sigue un proceso -en Estados Unidos, desde luego, no vayan a pensar que en México-. El arzobispo primado, acusado de cómplice por su encubrimiento, goza de cabal salud, y pasa su tiempo libre violando las leyes del país, y amenazando con el fuego del infierno a los representantes de uno de los tres poderes de la unión.
Una humilde maestra se convierte, con el paso del tiempo y una pequeña ayuda de sus amigos, en la única dueña de un poderoso sindicato. Nada tonta, se apropia de un presidente de la república y de su señora, coloca al siguiente en la silla presidencial e inventa su propio partido político, con el que planea el asalto final a Palacio Nacional. Dueña de una fortuna incalculable- propiedad de su sindicato-, invierte su tiempo y su dinero en transformarse en Michael Jackson por medio de la cirugía plástica, mientras espera paciente los tiempos mejores que, está segura, llegarán pronto.
El junior de un afamado profesor y político del estado de México, sospecho de nexos con el narcotráfico y de ser el culpable del asesinato de al menos un periodista, se transformó a golpe de chequera en el presidente municipal de uno de los bastiones del crimen organizado, y busca ahora la gubernatura de su estado. Nadie lo investiga, nadie lo interroga y, para acabar pronto, a nadie le importa.
Un numeroso grupo de policías estatales y municipales son acusados de abuso sexual y violación al desalojar violentamente a los pobladores de un pequeño pueblo del Estado de México que se resisten a ser modernizados. A pesar de las denuncias y las protestas nacionales e internacionales, los únicos que acaban en la cárcel son los dirigentes de la rebelión. Se les condena a 67 años de prisión, pero al procurador de justicia del estado le parece poco y buscará incrementar la pena.
Una anciana es violada en Veracruz por unos parásitos. Otros parásitos se encargan de darle carpetazo al caso.
El autodenominado presidente de la república llena el país de soldados y policías para combatir a los malos y acabar con la impunidad. Seguramente tendrá éxito.
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