lunes, mayo 28, 2007

Las Afore, el saqueo institucionalizado

Carlos Fernández-Vega

Tanta belleza catequiza a cualquier hereje sobre las bondades del sistema privado de pensiones impuesto en México a partir de 1997: el 40 por ciento de los trabajadores que cotizan en las administradoras privadas de fondos para el retiro (Afore) obtendrá, en el mejor de los casos, una pensión menor a un salario mínimo.

¿En qué se traduce lo anterior? Sencillo: en que alrededor de 15 millones de mexicanos están condenados a "vivir", abundancia ante todo, con menos de mil 500 pesos mensuales gracias a la "reforma estructural" en materia de pensiones "recomendada" por el Banco Mundial, impuesta por el zedillato y aplicada religiosamente por los "gobiernos" del "bienestar para la familia", el "cambio" y la "continuidad".

Para los incrédulos, los datos citados no provienen de los afectados por las "reformas" a las leyes del IMSS y/o el ISSSTE o los sobrevivientes de 1997, sino de la comparecencia del mismísimo presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), Moisés Schwartz, quien además de no desmentir la información aportó como cereza del pastel el siguiente elemento: algunas Afore cobran una comisión equivalente a 25 por ciento de los recursos aportados por cada trabajador, una tajada, dijo, "fuera de toda proporción". La competencia entre las administradoras privadas de fondos de pensiones no ha sido en beneficio de los trabajadores que son dueños de esos recursos, según sus propias palabras.

Una década después, gracias a la citada "reforma estructural", practicada "en beneficio de los trabajadores" (se presumió en su momento, y se presume ahora), ese es el venturoso futuro para quienes, obligadamente, entregan su ahorro a las 21 entidades financieras privadas (de capital foráneo muchas de ellas, la banca en primer lugar) dedicadas a la "administración" de recursos de terceros, las cuales, en los hechos, se quedan con la mayor tajada del circuito.

En esa década las "administradoras" privadas de fondos para el retiro han acumulado utilidades netas, limpias de polvo y paja, superiores a 26 mil millones de pesos, mientras la perspectiva para los cotizantes es verdaderamente tétrica. Más de 7 millones de pesos diarios de utilidad neta a lo largo de diez años por jinetear el dinero de los trabajadores obligadamente inscritos en el nuevo sistema, el cual, dicho sea de paso, históricamente ha sido el más oneroso en toda América Latina.

Si a estas alturas "vivir" con un salario mínimo es una hazaña digna de reconocimiento mundial, habrá que imaginar, y no hay que ser muy creativo para ello, qué será hacerlo con menos de un mini ingreso de "pensión".

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