domingo, diciembre 09, 2007

Giuliani, experto en terrorismo (II y última)

Naief Yehya
naief.yehya@gmail.com

CUARENTA Y SEIS DE CINCUENTA Y CINCO

El ex alcalde neoyorquino que persigue el sueño de conquistar la Casa Blanca , Rudolph Giuliani, ha lanzado una agresiva campaña propagandística para convencer al público de que él es el candidato mejor preparado para confrontar la “amenaza del terrorismo islámico”. Pero, curiosamente, en el currículo de este estudioso del terrorismo, que asegura haberse especializado en el tema desde 1975, no hay casos directamente relacionados con terrorismo antes del 11 de septiembre de 2001; lo más parecido sería uno en que trabajó como fiscal, persiguiendo a una decena de traficantes de armas por la venta de 2.5 mil millones de dólares en armas a Irán, en 1986. Dado que el gobierno de EU consideraba que Irán había violado estatutos antiterrorismo, el caso podría considerarse dentro de esa categoría. Sin embargo, Giuliani ha evitado mencionarlo en su campaña, quizás porque el juez descartó cuarenta y seis de los cincuenta y cinco cargos debido a errores que cometió al presentar los papeles.

VEINTISIETE MESES TARDE

Es tal la preocupación de Giuliani por el terrorismo que jamás se le ocurrió pedir a Mary Jo White, la fiscal que se encargó del juicio de los acusados del primer atentado contra el World Trade Center, en 1993, que lo mantuviera al corriente (a pesar de que todos sus asistentes lo conocían personalmente e incluso varios habían sido contratados por él). Difícilmente el terrorismo le quitaba el sueño, ya que de entrada tardó veintisiete meses, tras el ataque del WTC en 1993, para crear la Oficina de Administración de Emergencias o OEM , la cual inicialmente se creó para manejar problemas relacionados con servicios públicos como rupturas de tuberías o colapsos de calles o construcciones. Durante los 102 primeros minutos después de los ataques del 9/11, la OEM se paralizó y no tuvo nada que ver en las tareas de rescate o evacuación.

DOS BOTES VACÍOS

Uno de los casos que Giuliani presenta como evidencia de su lucha infatigable contra el terrorismo es haber impedido un supuesto ataque con gas sarin. La policía descubrió en un sótano de Queens un bote con una inscripción que leía sarin. Al lado de este recipiente vacío que jamás había contenido gas tóxico alguno, otro bote idéntico decía aire comprimido. El propietario de ambos botes no era terrorista, nunca había tenido armas químicas en casa y nadie pudo probar que tuviera intención alguna de atacar a nadie. Pero así como un no suceso como éste es uno de los presuntos triunfos de Giuliani, en otros discursos ha reclamado como suyos el honor de haber detenido el ataque del milenio (un presunto ataque que fue frustrado por la policía fronteriza en el estado de Washington) y de haber impedido un ataque contra el Metro por parte de un militante de Hamas, que resultó ser un individuo solitario sin recursos ni conexión alguna con ningún grupo.

POPULISMO MEDIÁTICO

Giuliani es un ex fiscal obsesionado con el crimen organizado, que se convirtió en un obsesivo cazador de ejecutivos de Wall Street y políticos corruptos. Dentro de su lógica populista, Rudy se imaginaba a sí mismo como el héroe protector que no sólo enfrentaba a los poderosos, sino que también los entregaba a las masas para ser juzgados en los medios de comunicación. Su justicia consistía en hacer desfilar a corredores de bolsa, políticos o capos de la mafia esposados ante las cámaras de la tele para crear la certeza de que eran culpables. No obstante, varios de sus casos más sonados fueron terribles fiascos; sin embargo los acusados eran ridiculizados y su reputación quedaba destruida.

RUDY DEL LADO DE DIOS

Rudy se enorgullecía de sus credenciales liberales, defendía los derechos de los gays, así como el aborto. Sin embargo, en su desesperada búsqueda de la Casa Blanca conquistó el apoyo del reverendo Pat Robertson, el cristiano fanático que entre sus muchas declaraciones famosas dijo que los ataques del 11 de septiembre eran un castigo de Dios por la inmoralidad de los neoyorquinos y su tolerancia a los homosexuales y el aborto. Robertson, quien preside el canal televisivo Chrstian Broadcasting Network, también dijo al aire que ya era hora de que eu asesinara a Hugo Chávez, y en otra ocasión declaró que los “jueces liberales” eran más peligrosos que unos cuantos terroristas barbados que chocan aviones contra edificios. Más recientemente amenazó a una comunidad que votó a favor de enseñar el tema de la evolución en los programas escolares, diciéndoles que no se sorprendieran si próximamente Dios les enviaba un tornado, un huracán u otro desastre, porque estaba muy decepcionado de ellos.

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