RAMÓN MUÑOZ / GUILLERMO LÓPEZ Ni la música está en crisis ni los músicos se mueren de hambre. El negocio musical ha cambiado. Ya no se venden discos, se venden artistas. Las discográficas del futuro no empaquetan sólo en celofán los CD y los distribuyen en las tiendas. Ahora venden el lote completo: producen el disco, lo distribuyen y son los managers de los músicos. Que el negocio discográfico tradicional agoniza es un secreto a voces. Pero ha hecho falta que divas como Madonna hayan dado un paso adelante para que los gigantes de la industria se muevan. La estrella del pop rompió en octubre su relación con Warner Music y firmó un acuerdo con Live Nation, una empresa organizadora de conciertos. La firma no sólo producirá sus álbumes y montará sus giras, sino que explotará la marca, DVD, sus proyectos cinematográficos, páginas de Internet y hasta los clubes de fans. En la nueva era, los conciertos se contemplan como la luz al final del túnel de los sellos discográficos, y una vía de ingresos segura para el artista. En los últimos tres años se ha duplicado la asistencia de espectadores, que se dejaron en taquilla más de 220 millones de euros en 2006, y los ingresos de los artistas por este concepto crecieron un 22%, según datos de la Sociedad General de Autores (SGAE). A la vista del filón, las grandes discográficas no han tardado en subirse al carro y "asociarse" con sus artistas. El año pasado, los artistas ingresaron en todo el mundo 13.000 millones por conciertos, un 18% más que en 2005. Algunos, como Prince, han hecho de la actuación la base de su negocio. El genio de Minneapolis regaló este verano tres millones de copias de su último disco Planet Earth con la compra de un diario británico. Curiosamente, el artista ha demandado a una madre que subió a YouTube el vídeo casero de su bebé, en el que aparecía bailando al compás de la canción Let's Go Crazy. Otra fuente de ingresos cada vez con más peso son los derechos de autor. La SGAE, el gran Satán de muchos internautas por su batalla contra las descargas, se ha convertido, gusten o no sus métodos recaudatorios, en el mecenas de los artistas que veneran esos mismos internautas. La sociedad repartió 331 millones de euros el año pasado entre sus asociados. Y ese maná aumentará aún más cuando se apruebe el nuevo canon digital que gravará dispositivos como los mp3 o los móviles, además de los que ya cobra actualmente por soportes como DVD y CD. Y cuando se habla de canon, emerge en seguida el tema de la piratería, el caballo de Troya de la industria audiovisual. Según la SGAE, en 2005 hubo 508 millones de descargas ilegales. Para este año, superarán los mil millones. En Francia la ley que está propiciando el presidente prevé detectar a los internautas que hagan descargas ilegales y cortarles el acceso a Internet si no se enmiendan. Y, pese a esa amenaza, todos parecen ver en Internet otra baza para la resurrección del invento. Radiohead es el paradigma. Colgó su disco In Rainbows y dejó en manos del público que estableciera el precio al que debería comprarlo. Se dice que están pagando de media 5,3 euros. El grupo británico no ha tardado en ser proclamado benefactor de la música y otros como Oasis y Jamiroquai dicen que seguirán su ejemplo. Muchos piensan que iniciativas como ésta son sólo puros trucos de mercadotecnia y que, realmente, si a la gente se le da esa opción no paga un céntimo. Por lo pronto, Radiohead dice que ha sido todo un éxito, pero no ha querido hacer público las cifras de sus ventas. Jordi Llansama, fundador de Bcore, un sello discográfico independiente, hace una defensa encendida de la distribución en la Red. "El CD se va a la mierda, pero ya. Lo que hay que hacer es eliminar intermediarios. La gente que compra a través de algunas web obtiene una información con menos filtros. Más directa, menos deformada y, sobre todo, mucho más rápida", dice. Los nuevos formatos digitales encandilan. Y el móvil está en la cima. Porque en el móvil, a diferencia de Internet, la gente tiene cultura de pago. El rebelde Robbie Williams defendió las descargas piratas ("Es una gran idea", dijo el cantante) y acto seguido firmó un acuerdo millonario con T-Mobile y Sony Ericsson para estrenar sus éxitos a través de los móviles de la operadora alemana. Unos 100.000 abonados vieron su concierto de octubre en Berlín a través de la pantalla de dos por cuatro centímetros de su móvil. El móvil es uno de los filones más abundantes y está por explotar. En todo el mundo, las ventas legales de música digital a través de internet y del teléfono móvil se duplicaron en 2006 hasta generar unos beneficios de 1.500 millones de euros, según datos de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI). Se descargaron de Internet 795 millones de canciones, lo que supone un 89% más que el año anterior. El presidente de IFPI, John Kennedy, estima que las ventas de música digital, que ya suponen el 10% del mercado, se elevará hasta el 25% en tres años. Ante el desastre, los propios músicos buscan un nuevo acomodo. A Enrique Sierra, las prácticas de las discográficas le parecen, simplemente, un robo para los artistas. Por eso ha creado 127.es, un espacio en Internet abierto a todo creador -no sólo musical- que desee un espacio donde publicar y gestionar sus obras. "Las radios son radiofórmulas, en las que las multinacionales deciden qué es lo que se escucha y lo que no. Los productos son continuas imitaciones y las discográficas apuestan sobre seguro. Y todas, multinacionales e independientes, hacen que los artistas firmen contratos vergonzosos. Encima, se quejan de que la piratería les está arruinando el negocio, cuando los que se han dedicado a arruinar a la industria han sido ellos", afirma 127.es funciona con una licencia que permite la descarga de las obras de forma completamente legal. La única condición es que el consumidor no haga de ellas un uso lucrativo. En ese caso, debe ponerse en contacto con el artista. 127.es obtiene los beneficios de la publicidad. "La mitad de esos ingresos nos los quedamos. La otra, la repartimos entre los artistas, en función del número de descargas que de sus obras haya habido". En apenas dos meses, ya hay 6.000 usuarios registrados, más de 400 creadores han colgado un total de 1.500 trabajos. Yahoo Música también se financia por publicidad. Tiene una radio a la carta que rastrea los gustos del internauta y un catálogo de 16.000 vídeos musicales gratuitos. El director para Europa, Ventura Barba, asegura que es rentable porque se adapta a las preferencias de los tres millones de usuarios en España. Cada vez se vende menos música. Una prueba de ese retroceso imparable es que las discográficas han rebajado de 100.000 a 50.000 unidades las ventas para obtener un disco de platino. Y ante la crisis de venta, se buscan soluciones imaginativas como la de Universal, que ha iniciado el pasado mes de octubre la venta de obras de sus artistas bajo el formato de memoria USB. Puede que ya nadie regale un CD pero todos coinciden en que la música se oye más que nunca, y en todas partes. Se venden casi 100 millones de mp3 al año. Y entonces, ¿quién se lleva el dinero? "Si algunos piensan que la música es gratis se equivocan. Ya no se lo lleva la discográfica. Se lo lleva Telefónica que pone la banda ancha y la Coca-Cola que lo patrocina", es la respuesta de Florian Von Hoyer, director del sello independiente Galileo MC, que promociona música étnica. |
“México es paradisíaco e indudablemente infernal”, le escribe Malcolm Lowry a Jonathan Cape. A un amigo le confiesa: “México es el sitio más apartado de Dios en el que uno pueda encontrarse si se padece alguna forma de congoja; es una especie de Moloch que se alimenta de almas sufrientes”. JV.
domingo, diciembre 02, 2007
La música no se vende, pero es un gran negocio
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1 comentario:
Y nada mas para dar algunas cifras el ejemplo de lo que pasa en Espana.
La asociacion SGAE, que junto a algunas otras se reembolsarán la friolera cantidad de 110 millones de euros con esta Ley del Canon digital y la Propiedad Intelectual. Destacan unos 50 millones de ingresos gracias al canon digital en los discos ópticos (CDs, DVDs, etc., entre 0.17 y 0.44 por unidad), 7.65 millones en la venta de teléfonos móviles (1.50 euros cada uno), unos 7.50 millones tan solo en reproductores MP3/MP4 (3.16 euros por unidad), y otros 9.5 millones aproximadamente en grabadoras de CD y DVD. Estas son simplemente las partidas más significativas, de las que he excluido las fotocopiadoras e impresoras, que forman cerca del 40% del total, que asciende a 110.675.010 euros. Así, sin hacer nada.
http://www.eleconomista.es/otros-sectores/noticias/319729/01/70/Tiene-un-CD-DVD-o-un-movil-Sepa-como-sera-el-nuevo-canon-que-ascendera-a-67-millones.html
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