Cuando : martes 18 y miércoles 19 de diciembre de 2007
Donde : Centro Cultural de la Cooperación, Sala Jacobo Laks. Corrientes 1543, Buenos Aires, Argentina
Organizado por : Instituto Goethe, Bs. As.; IADE (Instituto Argentino de Desarrollo Económico) y GEMSAL (Grupo de Estudios de los Movimientos Sociales de América Latina) Instituto Gino Germani-UBA.
América Latina vive tiempos extraordinarios: rebeliones, asambleas, movimientos sociales y también experiencias como los actuales gobiernos de Bolivia o Venezuela, dibujan un entramado cuyo trazo final todavía es desconocido. El tiempo en contrapunto adquiere un sentido diferente al de la década de 1980, cuando quienes pensaban desde el norte sentenciaron el “fin de la historia”. La conciencia de que estamos generando nuestra propia historia recorre el continente, desde estas tierras del sur hasta los hermanos latinos inmigrantes más allá del Río Grande. Lo que ocurrió en Argentina hace sólo seis años puede perderse como fenómeno importante en el torbellino de las reconfiguraciones políticas posteriores al 26 de junio de 2002 cuando -asesinatos de Dario y Maxi mediante- se anunció la salida electoral para volver a oxigenar la vieja política. Con Néstor Kirchner se vuelve a mostrar como el “Estado y el mercado” pueden presentar rostros capitalistas amigables, una política impecable de derechos humanos en relación con los setenta pero sin renunciar a un férreo disciplinamiento social y político y a la acumulación extractiva y globalizadora. Desde entonces, hasta nosotros mismos nos olvidamos que por unos meses fuimos quienes debatimos en las calles, en las estaciones de trenes y en las plazas conservando el poder instituyente. Nos olvidamos que por nuestra propia decisión Buenos Aires se convirtió en una gran comuna, que recuperó, al estilo de la communitas de Bauman, la creatividad, autonomía y libertad colectiva. Más cercanos en el tiempo están los gritos rebeldes de Oaxaca aunque se escucharon muy lejos en una cartografía que nos fue impuesta desde arriba -mirando al norte- y que indica que México está más cerca de su poderoso vecino que de nuestro sur latinoamericano. En el transcurrir del 2006 mexicano –Atenco, Oaxaca, la Otra campaña- fuimos siguiendo por los medios y las redes, los desafiantes acontecimientos de pueblos que se habían hartado de gobiernos corruptos y autoritarios y exigían tomar en manos propias sus propios destinos. Se sumó a todo esto el plantón de México DF por la fuerte sospecha de un fraude electoral en perjuicio de Manuel Andrés López Obrador en las elecciones presidenciales del 2 de julio de 2006. Y nuevamente con estas elecciones, aunque fuertemente sospechadas, y con represiones a sangre y fuego, la vieja política mexicana se tomó un respiro. El objetivo de este encuentro es pensar juntos algunos momentos que no se insertan en este presente que el capitalismo ha decretado eterno. Momentos que, en función de su característica disruptiva, cobran la apariencia de un quiebre aleatorio del orden instaurado, cuando en realidad constituyen su más profundo cuestionamiento porque dejan traslucir la incoherencia esencial de ese orden. Estos momentos extraordinarios, que se constituyen en contrapunto al tiempo presente, construyen futuros posibles: nuevas maneras de convivencia. La propuesta es encontrarnos con referentes de los movimientos sociales e intelectuales comprometidos y juntos recordar los acontecimientos argentinos y oaxaqueños para pensar el presente de manera distinta. Los ejemplos no se agotan en el 19 y 20 argentino o en los sucesos de Oaxaca; recordemos Ecuador en varios momentos de los noventa y de este siglo, Bolivia en octubre del 2003, junio del 2005, Atenco en el 2002 o aquel comienzo por demás novedoso del 1 de enero de 1994. Todas aquellas rebeliones serán el telón de fondo de nuestras reflexiones. ¿Qué representan en nuestros complejos procesos del siglo XXI las rebeliones de poblaciones que toman las calles para hacerse cargo de su propio presente? No se trata de volver una y otra vez a los motivos por las que se logran aplacarlas en su espíritu inicial sino poner el acento en lo que dejan, por dónde lo dejan, quienes lo toman y que hacen con todo ello en el presente. Muchos conceptos que los argentinos discutíamos casi en voz baja en el 2002, hoy se oyen con toda claridad en Oaxaca. Por eso proponemos pensar en voz alta con ellos, contaminarnos de su fuerte vitalidad que es contagiosa en ese afán de generar transformaciones radicales con contenidos que recuperan un pensamiento humanista, no violento, con fuertes reminiscencias gandhianas, con claras raíces en la América profunda imbricados en los viejos postulados del pensamiento emancipador del siglo XIX que nos dejó como gran legado no aceptar resignadamente el orden establecido.
1 comentario:
Precisamente yo estare en Oaxaca esos dias, como sigo el evento desde alla o que hacer para apoyar el evento desde alla???
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