Denise Dresser
1) Mario Marín: protector de pederastas, bebedor de cognac, góber maloso e ícono de la impunidad cuya supervivencia acaba de ser asegurada por el máximo tribunal de la República, aunque la Suprema Corte niegue que sea así.
2) Manlio Fabio Beltrones: operador venenoso, recolector de mil y una leyendas negras, figura emblemática de lo peor del priismo cuya reputación el PRD -en un acto insólito- se apresta a resarcir, sumándose a un "punto de acuerdo" en el Senado contra Fox y en defensa de Beltrones: con tal de golpear al ex Presidente los perredistas se lanzan tras un robacoches e ignoran el pasado de un asesino en serie.
3) Juan Ramón de la Fuente: sale de la UNAM en medio de aplausos, caravanas, loas y felicitaciones por su labor. Ahora mide los tiempos y teje las alianzas con las cuales postularse como candidato presidencial, siempre y cuando AMLO se lo permita.
4) Carlos Slim: otro año más en el cual el gobierno de México elude su responsabilidad regulatoria en favor de los consumidores y allí están los resultados: el hombre más rico del planeta según la revista Forbes. Slim ya no es "El verdadero innombrable" sino "El verdadero intocable".
5) Elba Esther Gordillo: a pesar de los resultados de las evaluaciones PISA, a pesar del estancamiento educativo con costos cada vez más altos, a pesar de las revelaciones sobre las irregularidades electorales que ella orquestó en el 2006, el gobierno de Felipe Calderón sigue el mismo camino que sus predecesores; paga para mantener la alianza con el SNTE en lugar de exigir su modernización. Mientras tanto La Maestra se sigue vistiéndose de Prada.
6) Agustín Carstens: quién hubiera pensado que el secretario de Hacienda resultaría ser tan políticamente hábil dada su trayectoria tecnocrática. Carstens logra lo que quiere y lo que su jefe necesita: un aumento en la capacidad recaudatoria del Estado y la posibilidad de construir coaliciones para producir acuerdos. Se convierte en el defensor de lo posible aunque ello entrañe posponer lo necesario, al igual que Felipe Calderón.
7) Marcelo Ebrard: construye pistas de hielo en el Zócalo, instala playas en la capital, avala la despenalización del aborto, remueve a ambulantes del Centro Histórico, lanza el seguro de desempleo y todo ello sin tomarse la foto al lado de Felipe Calderón. Ebrard mantiene contentos a quienes quisieran ver a un PRD activo y propositivo sin alienar a la única persona -AMLO- capaz de permitir su candidatura presidencial y endosarle la base política que aún mantiene en la capital. Marcelo se mueve y el PRD capitalino también.
8) El PRI nacional: avanza estado tras estado, elección tras elección, cargo tras cargo, aprovechando las divisiones en el PAN que Manuel Espino se encargó de crear, y la tempestades tribales en el PRD que sus dirigentes han promovido.
Perdedores
1) Luis Carlos Ugalde: un hombre desafortunado en todos los sentidos y en múltiples ámbitos. Su epitafio algún día dirá: "Ojalá hubiera defendido la integridad del proceso electoral con la misma vehemencia con la cual defendió su permanencia en la presidencia del IFE".
2) Olga Sánchez Cordero: nuevamente en la lista de quienes acaban haciéndole daño al país por la falta de una postura intelectual y jurídicamente coherente. Su posición pendular en el caso de Lydia Cacho es tan sólo el caso más reciente. Hace algunos años fue invitada como oradora principal en un acto celebrando el voto de la mujer, donde dijo "Queremos el poder". Al ver cómo ha usado el que posee como ministra de la Suprema Corte, se antoja sugerirle "mejor no".
3) Vicente Fox: su libro The Revolution of Hope es una colección de cursilerías digna de una tarjeta Hallmark o de las notas que acompañan las cajas de chocolate. Al promoverlo demuestra todo aquello que lo ha convertido en alguien que produce risa en lugar de respeto: la frivolidad constante, la contradicción permanente, la falta de entendimiento sobre el papel del Estado y quien lo conduce, la obsesión consigo mismo y con Andrés Manuel López Obrador. Vicente Fox quiere ser querido pero este año tan sólo logra lo contrario.
4) Emilio Azcárraga, Bernardo Gómez y el grupo Televisa: víctimas de su propia arrogancia y de su renuencia a asumir el papel que puede y debe jugar la televisión en una sociedad democrática. La "Ley Televisa" revela una rapacidad que la Suprema Corte hizo bien en contener y que la reforma electoral ha intentado frenar, aunque aún falta una nueva ley de radio y televisión que logre hacerlo en nombre del interés público. Televisa padece reveses que su propio comportamiento incitó. A lo largo del año usó una concesión pública para defender intereses privados y ahora se enfrenta a los efectos contraproducentes de su actuación.
5) Marta Sahagún: al promover su presencia en la revista Quién abrió una caja de Pandora de la cual salieron demonios que aún andan sueltos: el jeep rojo, la remodelación del rancho, los relojes Bulgari, la colección de joyas con la cual se fue y con la cual dice que llegó porque -según dice- su familia "era y es acomodada". Curioso cómo los panistas dicen "meter las manos al fuego por Fox" pero no por ella.
6) Migrantes mexicanos en Estados Unidos: hostigados, asediados, deportados, recolectados por las redadas, despedidos por los empleadores, víctimas del endurecimiento del clima migratorio y su conexión con el proceso electoral. Mientras que los candidatos republicanos compiten para ver quién es más antiinmigrante, los demócratas por el momento rehúyen el tema por considerarlo políticamente tóxico. Como argumenta Christopher Jencks en un espléndido artículo en The New York Review of Books -"The Immigration Charade"-, algunos quieren usar la mano dura primero, mientras otros buscan la legalización primero, lo cual ha llevado a un impasse que martiriza a millones de mexicanos.
7) Andrés Manuel López Obrador: con evaluaciones negativas a la alza y popularidad a la baja. Responsable de una estrategia postelectoral que garantiza réditos morales y costos electorales para una izquierda esquizofrénica: el PRD mantiene un pie dentro de las instituciones, mientras que con el otro las patea.
8) Los ciudadanos: ignorados por los partidos, manipulados por los medios, exprimidos por los monopolistas, desamparados por la Suprema Corte, asediados por la criminalidad, hostigados por los policías, arrumbados en los ministerios públicos. Y aún así, soñadores empedernidos en busca de un país mejor, conscientes del dictum de Yeats: "En los sueños comienzan las responsabilidades". La responsabilidad compartida de crear una lista más loable de ganadores en el 2008.
2) Manlio Fabio Beltrones: operador venenoso, recolector de mil y una leyendas negras, figura emblemática de lo peor del priismo cuya reputación el PRD -en un acto insólito- se apresta a resarcir, sumándose a un "punto de acuerdo" en el Senado contra Fox y en defensa de Beltrones: con tal de golpear al ex Presidente los perredistas se lanzan tras un robacoches e ignoran el pasado de un asesino en serie.
3) Juan Ramón de la Fuente: sale de la UNAM en medio de aplausos, caravanas, loas y felicitaciones por su labor. Ahora mide los tiempos y teje las alianzas con las cuales postularse como candidato presidencial, siempre y cuando AMLO se lo permita.
4) Carlos Slim: otro año más en el cual el gobierno de México elude su responsabilidad regulatoria en favor de los consumidores y allí están los resultados: el hombre más rico del planeta según la revista Forbes. Slim ya no es "El verdadero innombrable" sino "El verdadero intocable".
5) Elba Esther Gordillo: a pesar de los resultados de las evaluaciones PISA, a pesar del estancamiento educativo con costos cada vez más altos, a pesar de las revelaciones sobre las irregularidades electorales que ella orquestó en el 2006, el gobierno de Felipe Calderón sigue el mismo camino que sus predecesores; paga para mantener la alianza con el SNTE en lugar de exigir su modernización. Mientras tanto La Maestra se sigue vistiéndose de Prada.
6) Agustín Carstens: quién hubiera pensado que el secretario de Hacienda resultaría ser tan políticamente hábil dada su trayectoria tecnocrática. Carstens logra lo que quiere y lo que su jefe necesita: un aumento en la capacidad recaudatoria del Estado y la posibilidad de construir coaliciones para producir acuerdos. Se convierte en el defensor de lo posible aunque ello entrañe posponer lo necesario, al igual que Felipe Calderón.
7) Marcelo Ebrard: construye pistas de hielo en el Zócalo, instala playas en la capital, avala la despenalización del aborto, remueve a ambulantes del Centro Histórico, lanza el seguro de desempleo y todo ello sin tomarse la foto al lado de Felipe Calderón. Ebrard mantiene contentos a quienes quisieran ver a un PRD activo y propositivo sin alienar a la única persona -AMLO- capaz de permitir su candidatura presidencial y endosarle la base política que aún mantiene en la capital. Marcelo se mueve y el PRD capitalino también.
8) El PRI nacional: avanza estado tras estado, elección tras elección, cargo tras cargo, aprovechando las divisiones en el PAN que Manuel Espino se encargó de crear, y la tempestades tribales en el PRD que sus dirigentes han promovido.
Perdedores
1) Luis Carlos Ugalde: un hombre desafortunado en todos los sentidos y en múltiples ámbitos. Su epitafio algún día dirá: "Ojalá hubiera defendido la integridad del proceso electoral con la misma vehemencia con la cual defendió su permanencia en la presidencia del IFE".
2) Olga Sánchez Cordero: nuevamente en la lista de quienes acaban haciéndole daño al país por la falta de una postura intelectual y jurídicamente coherente. Su posición pendular en el caso de Lydia Cacho es tan sólo el caso más reciente. Hace algunos años fue invitada como oradora principal en un acto celebrando el voto de la mujer, donde dijo "Queremos el poder". Al ver cómo ha usado el que posee como ministra de la Suprema Corte, se antoja sugerirle "mejor no".
3) Vicente Fox: su libro The Revolution of Hope es una colección de cursilerías digna de una tarjeta Hallmark o de las notas que acompañan las cajas de chocolate. Al promoverlo demuestra todo aquello que lo ha convertido en alguien que produce risa en lugar de respeto: la frivolidad constante, la contradicción permanente, la falta de entendimiento sobre el papel del Estado y quien lo conduce, la obsesión consigo mismo y con Andrés Manuel López Obrador. Vicente Fox quiere ser querido pero este año tan sólo logra lo contrario.
4) Emilio Azcárraga, Bernardo Gómez y el grupo Televisa: víctimas de su propia arrogancia y de su renuencia a asumir el papel que puede y debe jugar la televisión en una sociedad democrática. La "Ley Televisa" revela una rapacidad que la Suprema Corte hizo bien en contener y que la reforma electoral ha intentado frenar, aunque aún falta una nueva ley de radio y televisión que logre hacerlo en nombre del interés público. Televisa padece reveses que su propio comportamiento incitó. A lo largo del año usó una concesión pública para defender intereses privados y ahora se enfrenta a los efectos contraproducentes de su actuación.
5) Marta Sahagún: al promover su presencia en la revista Quién abrió una caja de Pandora de la cual salieron demonios que aún andan sueltos: el jeep rojo, la remodelación del rancho, los relojes Bulgari, la colección de joyas con la cual se fue y con la cual dice que llegó porque -según dice- su familia "era y es acomodada". Curioso cómo los panistas dicen "meter las manos al fuego por Fox" pero no por ella.
6) Migrantes mexicanos en Estados Unidos: hostigados, asediados, deportados, recolectados por las redadas, despedidos por los empleadores, víctimas del endurecimiento del clima migratorio y su conexión con el proceso electoral. Mientras que los candidatos republicanos compiten para ver quién es más antiinmigrante, los demócratas por el momento rehúyen el tema por considerarlo políticamente tóxico. Como argumenta Christopher Jencks en un espléndido artículo en The New York Review of Books -"The Immigration Charade"-, algunos quieren usar la mano dura primero, mientras otros buscan la legalización primero, lo cual ha llevado a un impasse que martiriza a millones de mexicanos.
7) Andrés Manuel López Obrador: con evaluaciones negativas a la alza y popularidad a la baja. Responsable de una estrategia postelectoral que garantiza réditos morales y costos electorales para una izquierda esquizofrénica: el PRD mantiene un pie dentro de las instituciones, mientras que con el otro las patea.
8) Los ciudadanos: ignorados por los partidos, manipulados por los medios, exprimidos por los monopolistas, desamparados por la Suprema Corte, asediados por la criminalidad, hostigados por los policías, arrumbados en los ministerios públicos. Y aún así, soñadores empedernidos en busca de un país mejor, conscientes del dictum de Yeats: "En los sueños comienzan las responsabilidades". La responsabilidad compartida de crear una lista más loable de ganadores en el 2008.
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