Umberto Saba
Para un niño enfermo
En la casa paterna
tú rondabas silencioso
como un gato.
Sabías el nombre, pero
no la realidad del dolor.
Separado de tus comapañeros
en tus mejillas afiladas
palidecían las rosas.
Nacido de mi alma,
flor de la vida,
niño amigo.
Es tuya esta última
lágrima mía
que no puedes ver.
Versión de Hugo Gutiérrez Vega
Boca
De la boca
que primera en mis labios
puso el rosa del alba,
todavía
expío el perfume en bellos pensamientos.
Oh boca juvenil, boca querida
de atrevidas palabras y que eras
tan dulce de besar.
Amé
Amé palabras simples que ni uno
osaba. Me encantó la rima flor
amor,
la más antigua difícil del mundo.
Amé la verdad que yace en lo hondo
como un sueño olvidado, que el dolor
amiga redescubre. Con miedo el corazón
se le aparea, y ya no lo abandona.
Te amo a ti que me escuchas y a mi buena
carta dejada al final de mi juego.
Versiones de Rodolfo Alonso
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