Anoldo Krauz
Vi la muerte
Vi la muerte en sus ojos.
Él lo sabía.
La víspera escribió:
“Mañana es demasiado.”
Él lo vivía.
Entre sus manos
quedó prensada
la última mariposa.
Él lo hizo.
Vi la muerte en su rostro.
Él la llamó.
Bebí su alma.
Él me la dio.
Antes del amanecer las flores
se habían marchitado.
De aire
De aire eres
De aire te imagino:
Transparente, volátil.
De aire te pienso:
Entre los poros de la piel,
junto a las aves que hablan
con las nubes. Como la arena
debajo del mar.
Inaprensible,
incorruptible.
Como el viento imposible de beber.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario