martes, marzo 03, 2009

Octavio Paz, poeta del tiempo

LULA GÓMEZ

En el discurso que dio Octavio Paz (México, 1914-1998) cuando recibió el Nobel de Literatura en 1990 aparecen gran parte de las claves que servirían para entender a uno de los grandes poetas hispanoamericanos. La lectura se llamaba La búsqueda del presente y es una explicación de su poesía, de sus ensayos y de su forma de experimentar y narrar el mundo. "Escribo sobre lo que he vivido. Vivir es también pensar y, a veces, atraviesas esa frontera en la que sentir y pensar se funden: la poesía". Habló del tiempo, de la lengua, del sentirse de un lugar, del espacio, de la modernidad, del mundo en que vivía...

El poeta -de difícil clasificación- era un cosmopolita que apostó por la experimentación y el inconformismo, de cualquier tendencia, corriente o pensamiento. Era un hombre moderno que se sentía de aquí y de allá (además de en su país, vivió en Francia y en la India como diplomático, pasó por España en solidaridad con las tropas republicanas y estudió en Estados Unidos) para estar en constante peregrinación hacia la modernidad, un término que aseguraba que no existía: porque hay tantas como sociedades.

De la ficción del tiempo que siempre vivió, contó en el discurso que leyó en Oslo, que sólo lo resolvió con sus versos y escritura. "La poesía está enamorada del instante y quiere revivirlo en un poema; lo aparta de la sucesión y lo convierte en presente fijo".

Su obra poética comprendida entre 1933 y 1957 aparece recogida en Libertad bajo palabra (1960). Otros de los libros del literato que consideraba que cada aventura poética es distinta y que cada poeta planta un árbol diferente son: Días hábiles (1961), Salamandra (1962), Ladera este (1969), El mono gramático (1974) y Vuelta (1976).

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