Víctor Flores Olea.
El título es el del reciente libro de Stella Calloni, la corresponsal de La Jornada en Argentina, que otra vez nos presenta de manera prácticamente exhaustiva las presiones y maquinaciones del gobierno de Estados Unidos (la CIA y la DEA en primer término) para impedir la elección triunfante de Evo Morales a la presidencia de la República de Bolivia, y después para desestabilizar su gobierno y procurar la ejecución de un golpe de Estado que lo eliminara como mandatario del país. Recursos políticos gangsteriles sin excluir las intenciones del imperio de llegar al magnicidio del líder boliviano, que muestra y demuestra Stella Calloni con acopio de pruebas inclusive documentales, hasta de carácter oficial del propio gobierno estadunidense.
Es impresionante la investigación de Calloni por su rigor y organización, y por el instinto de gran reportera que la lleva a tocar las claves fundamentales de su tema: revisión de archivos, entrevistas invaluables, exploración hemerográfica a fondo, antecedentes históricos cercanos y distantes de la historia boliviana y conocimiento en profundidad de la vida de Evo Morales. Todo ello, unido a su conocimiento de los crímenes del imperio en varias regiones latinoamericanas (incluida Centroamérica), han dado lugar a otra obra maestra de denuncia y exhibición de los sucios procederes del gobierno de Estados Unidos, cuando se trata de controlar y mantener sus intereses en el continente (en alianza con sus incondicionales políticos y oligarquías locales).
Ya que hablamos del nuevo libro de la periodista argentina es oportuno recordar otra obra suya fundamental: La Operación Cóndor, en la cual nos explica la alianza internacional para el crimen que operó siniestramente en los tiempos de la guerra fría y de las dictaduras militares sudamericanas (Pinochet en Chile, Videla en Argentina, Stroessner en Paraguay, Castello Branco, entre varios otros generales en Brasil; el golpe "institucional" de Juan María Bordaberry en Uruguay, Hugo Banzer en la propia Bolivia y varios etcéteras), cuyas hazañas abrieron puerta a una de las etapas más siniestras de la historia latinoamericana.
Sólo pueden explicarse dos libros así por la pasión democrática de la autora, y por su comprensión profunda, de un lado, de las operaciones del imperio para mantener el control sobre nuestros países, y por el otro de las luchas liberadoras y revolucionarias de los pueblos del continente para sacudirse la dominación y el saqueo por parte de la gran potencia. Luchas que en cada caso Stella Calloni ha interiorizado de manera magistral. (Sin excluir traiciones de algunos funcionarios, como la que puso en condiciones angustiosas al gobierno de Evo Morales, que contribuyeron con los enemigos para provocar una grave escasez de combustibles.)
La autora de La Operación Cóndor examina también los intentos golpistas, de magnicidio y separatismo de la Media Luna, encabezados por los oligarcas de Santa Cruz de la Sierra. En este grupo y en la embajada de Estados Unidos se originó la llamada "masacre de Pando", en la que murieron salvajemente asesinados centenares de campesinos e indios bolivianos que se manifestaban en favor de Evo, y un intento de asesinato del vicepresidente Álvaro García Linera, que fue desbaratado por los cuerpos de seguridad del gobierno.
A los pocos días, en la quinta Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, y dirigiéndose al presidente Barack Obama, Evo afirmó: "Vengo a buscar un diálogo de cooperación y no unas relaciones de conspiración; a crear mediante la diplomacia confianza y no injerencia. Debemos acabar con el armamentismo y el intervencionismo y acabar con el capitalismo que sólo busca mercado, acabando la vida humana".
La expulsión del embajador de Estados Unidos, de la DEA, y de la Agencia Internacional del Desarrollo, y la conminación a la CIA de abandonar Bolivia por sus abiertas injerencias en la vida interna del país, aumentaron al límite las tensiones con el gobierno de Washington. Los compromisos de Obama de romper con la línea de acciones intervencionistas han resultado hasta ahora mucho más verbales que efectivos.
Uno de los aspectos importantes del más reciente libro de Stella Calloni es su descripción-reflexión del triunfo de Evo Morales y de su resistencia como resultado de un masivo apoyo popular que ha unificado a la mayoría de sus compatriotas. Los resultados electorales en favor de Evo sólo se explican por ese amplísimo apoyo popular.
El gobierno de Evo Morales erradica el analfabetismo de Bolivia, al mismo tiempo que mejora la salud pública vía la construcción de hospitales y centros médicos para todos. Parte de la explicación consiste en la recuperación de los recursos naturales que concretó con las nacionalizaciones de 2006, asegurando ingresos fiscales que son ahora base de su estabilidad financiera (por vez primera reservas internacionales de 10 mil millones de dólares).
En la obra se confirma la importancia crucial de los movimientos sociales y populares en las transformaciones democráticas de América Latina y la expulsión de las violentas dictaduras que prevalecieron durante varias décadas; además, el papel que pueden desempeñar las etnias originales y el desarrollo de la democracia con base en instituciones de real participación popular en las principales decisiones que afectan el destino de las naciones.
Evo en la mira resulta ejemplo de una nueva política que trasciende fórmulas arcaicas de la democracia, ante la cual fracasan inclusive los designios más negros del imperialismo.
El título es el del reciente libro de Stella Calloni, la corresponsal de La Jornada en Argentina, que otra vez nos presenta de manera prácticamente exhaustiva las presiones y maquinaciones del gobierno de Estados Unidos (la CIA y la DEA en primer término) para impedir la elección triunfante de Evo Morales a la presidencia de la República de Bolivia, y después para desestabilizar su gobierno y procurar la ejecución de un golpe de Estado que lo eliminara como mandatario del país. Recursos políticos gangsteriles sin excluir las intenciones del imperio de llegar al magnicidio del líder boliviano, que muestra y demuestra Stella Calloni con acopio de pruebas inclusive documentales, hasta de carácter oficial del propio gobierno estadunidense.
Es impresionante la investigación de Calloni por su rigor y organización, y por el instinto de gran reportera que la lleva a tocar las claves fundamentales de su tema: revisión de archivos, entrevistas invaluables, exploración hemerográfica a fondo, antecedentes históricos cercanos y distantes de la historia boliviana y conocimiento en profundidad de la vida de Evo Morales. Todo ello, unido a su conocimiento de los crímenes del imperio en varias regiones latinoamericanas (incluida Centroamérica), han dado lugar a otra obra maestra de denuncia y exhibición de los sucios procederes del gobierno de Estados Unidos, cuando se trata de controlar y mantener sus intereses en el continente (en alianza con sus incondicionales políticos y oligarquías locales).
Ya que hablamos del nuevo libro de la periodista argentina es oportuno recordar otra obra suya fundamental: La Operación Cóndor, en la cual nos explica la alianza internacional para el crimen que operó siniestramente en los tiempos de la guerra fría y de las dictaduras militares sudamericanas (Pinochet en Chile, Videla en Argentina, Stroessner en Paraguay, Castello Branco, entre varios otros generales en Brasil; el golpe "institucional" de Juan María Bordaberry en Uruguay, Hugo Banzer en la propia Bolivia y varios etcéteras), cuyas hazañas abrieron puerta a una de las etapas más siniestras de la historia latinoamericana.
Sólo pueden explicarse dos libros así por la pasión democrática de la autora, y por su comprensión profunda, de un lado, de las operaciones del imperio para mantener el control sobre nuestros países, y por el otro de las luchas liberadoras y revolucionarias de los pueblos del continente para sacudirse la dominación y el saqueo por parte de la gran potencia. Luchas que en cada caso Stella Calloni ha interiorizado de manera magistral. (Sin excluir traiciones de algunos funcionarios, como la que puso en condiciones angustiosas al gobierno de Evo Morales, que contribuyeron con los enemigos para provocar una grave escasez de combustibles.)
La autora de La Operación Cóndor examina también los intentos golpistas, de magnicidio y separatismo de la Media Luna, encabezados por los oligarcas de Santa Cruz de la Sierra. En este grupo y en la embajada de Estados Unidos se originó la llamada "masacre de Pando", en la que murieron salvajemente asesinados centenares de campesinos e indios bolivianos que se manifestaban en favor de Evo, y un intento de asesinato del vicepresidente Álvaro García Linera, que fue desbaratado por los cuerpos de seguridad del gobierno.
A los pocos días, en la quinta Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, y dirigiéndose al presidente Barack Obama, Evo afirmó: "Vengo a buscar un diálogo de cooperación y no unas relaciones de conspiración; a crear mediante la diplomacia confianza y no injerencia. Debemos acabar con el armamentismo y el intervencionismo y acabar con el capitalismo que sólo busca mercado, acabando la vida humana".
La expulsión del embajador de Estados Unidos, de la DEA, y de la Agencia Internacional del Desarrollo, y la conminación a la CIA de abandonar Bolivia por sus abiertas injerencias en la vida interna del país, aumentaron al límite las tensiones con el gobierno de Washington. Los compromisos de Obama de romper con la línea de acciones intervencionistas han resultado hasta ahora mucho más verbales que efectivos.
Uno de los aspectos importantes del más reciente libro de Stella Calloni es su descripción-reflexión del triunfo de Evo Morales y de su resistencia como resultado de un masivo apoyo popular que ha unificado a la mayoría de sus compatriotas. Los resultados electorales en favor de Evo sólo se explican por ese amplísimo apoyo popular.
El gobierno de Evo Morales erradica el analfabetismo de Bolivia, al mismo tiempo que mejora la salud pública vía la construcción de hospitales y centros médicos para todos. Parte de la explicación consiste en la recuperación de los recursos naturales que concretó con las nacionalizaciones de 2006, asegurando ingresos fiscales que son ahora base de su estabilidad financiera (por vez primera reservas internacionales de 10 mil millones de dólares).
En la obra se confirma la importancia crucial de los movimientos sociales y populares en las transformaciones democráticas de América Latina y la expulsión de las violentas dictaduras que prevalecieron durante varias décadas; además, el papel que pueden desempeñar las etnias originales y el desarrollo de la democracia con base en instituciones de real participación popular en las principales decisiones que afectan el destino de las naciones.
Evo en la mira resulta ejemplo de una nueva política que trasciende fórmulas arcaicas de la democracia, ante la cual fracasan inclusive los designios más negros del imperialismo.
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