miércoles, septiembre 24, 2008

Así están las cosas

Arturo Dávila

Así están las cosas, Tácito,
así están:

un borrego se come al lobo
y en el cielo vuela un pez

el sapo y la serpiente duermen juntos
y de un gato nace un ratón

el león huye del chacal
y el venado ya es cazador.

¡Qué tiempos son éstos
en que los perros guían a los elefantes!

Toda la noche truena
pero la lluvia no cae.

Los profetas de Kaliyug
enredan al mundo en sus redes,
lo hechizan y lo destruyen:

un hombre sin devoción
es llamado devoto

el mercader aparta la miel
para hacernos beber veneno

un hablador se vuelve profeta
y un cobarde es general

los policías son ladrones
y el juez es un criminal

el doctor nos trae la muerte
y un gorila llega al poder

la televisión es nuestra iglesia
y la usura es la moral.

Por eso te pregunto, Tácito,
aunque sé
que tu silencio me responderá:

¿Si el dueño de la casa es un carnicero
qué importan los inquilinos?

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