Aunque la reserva probada de petróleo del país siga a la baja, la codicia, las presiones empresariales y del aparato de espionaje de Estados Unidos por el sector energético siguen al alza: ello por su peso como carta clave en los procesos de sucesión y de seguridad que acompañan su despojo a la nación. Así lo confirmó John D. Negroponte (JDN) en una "Cumbre de negocios" (octubre de 2010) que se realizó –of all places– en Toluca, estado de México. No sugiero que el embajador de Estados Unidos en México durante la negociación del TLCAN y ex director del Consejo Nacional de Inteligencia sustituya a Salinas como padrino de Peña Nieto. Pero la intención es clara: dar continuidad en Los Pinos a la absorción por Estados Unidos de sectores estratégicos, bajo un TLCAN-plus.
El mensaje de JDN de que ya el objeto de la codicia (Pemex) está maduro y en el centro de la transición sexenal, estuvo acompañado de rememoranzas significativas para delinear la interrelación entre la política energética y la sucesión presidencial. “(A)ntes de abordar el tema petrolero a nivel bilateral –dijo– tiene que ser debatido en México”. Reconoció que "el asunto (la consumación de la compra-venta del país) es delicado y altamente político para México pero tendrá que ponerse sobre la mesa, cuando el volumen de las importaciones de recursos energéticos sea mayor que las exportaciones", por lo que consideró oportuno revelar que durante las negociaciones del TLCAN, Salinas “propuso incluir el sector energético, sin embargo, después manifestó que no era tiempo –de hacerlo” (Financiero, 27-X-10 p 20), implicando que ya están dadas las condiciones para un saqueo mayor al que se formalizó en 1848, esta vez con la complicidad PRI-PAN con Washington en un TLCAN-plus.
Al tiempo que alienta el regreso del PRI, JDN celebra el endoso a la "reforma" energética y la “guerra anti-narco”, que impulsan los intereses empresariales y de seguridad estadunidenses, siendo esta última la narrativa de fachada para encubrir la absorción del país –junto con Canadá–, en el "perímetro de seguridad" de Estados Unidos, recetándonos una sangrienta "guerra no-convencional" que el Comando Norte elogia por el abandono panista de la función de defensa nacional, ya que "el enemigo está entre los civiles". Con las morgues abarrotadas y más de 30 mil muertos, se entrega el petróleo mientras se precariza la vigencia de la jurisdicción estatal sobre el territorio nacional: los cables de Wikileaks muestran que ya Carlos Pascual y las agencias estadunidenses actúan como autoridad clave en los operativos de seguridad interna, por lo que no faltó el aval de JDN a la guerra de Calderón. A pesar de su rotundo fracaso, su militarización favorece a Estados Unidos, por lo que repitió la engañifa de que "...no hay otra opción".
La reforma energética es un paraguas repleto de vericuetos legales para el contratismo desenfrenado y la mutación de Petróleos Mexicanos en agencia de trámites, ahora bajo un Joint Operating Agreement (3-1-11) de notoria inconstitucionalidad aprobado por el consejo de administración de Pemex. “A través de esta modalidad contractual –advierte el jurista Raúl Jiménez– se verán afectados los intereses de la nación, porque en el mediano y largo plazos la producción y los ingresos derivados de la misma tenderán a disminuir (y)... resultará oneroso llevar a cabo el mantenimiento y la restauración de los pozos petroleros” (razonesdeser,17-12-10).
JDN sabe que el control del petróleo no-convencional de México y Canadá jugará un papel central en la articulación de la geoeconomía y la geopolítica hemisférica y global de Estados Unidos, por lo que resulta vital la advertencia de Jiménez de que aumentarán los riesgos para la nación "...en los trabajos de aguas profundas mediante la asignación de los contratos integrales de explotación y desarrollo... El condicionamiento de las remuneraciones a la generación de flujo de efectivo hará que los privados sean quienes... tengan en sus manos la conducción estratégica del ritmo, la velocidad y las demás variables del proceso".
http://jsaxef.blogspot.com
JDN sabe que el control del petróleo no-convencional de México y Canadá jugará un papel central en la articulación de la geoeconomía y la geopolítica hemisférica y global de Estados Unidos, por lo que resulta vital la advertencia de Jiménez de que aumentarán los riesgos para la nación "...en los trabajos de aguas profundas mediante la asignación de los contratos integrales de explotación y desarrollo... El condicionamiento de las remuneraciones a la generación de flujo de efectivo hará que los privados sean quienes... tengan en sus manos la conducción estratégica del ritmo, la velocidad y las demás variables del proceso".
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